El IPC llegó ayer a los 44 mil puntos

Terminó el Mundial. Alemania es el campeón por cuarta vez para su cuenta y es el primer campeón europeo en América. Bien merecido. La pasé muy bien y espero que usted también. No tengo más qué decir, excepto que espero que esta gran Copa tenga —al menos para mí— un efecto benéfico, en cuanto al periodo de “cruda”.

El día de ayer, el IPC resolvió la cuarta zona de consolidación en la trayectoria alcista que registra desde mediados de marzo pasado y alcanzó los “famosos” 44 mil puntos de los que he venido escribiendo desde hace meses, como objetivo.

En Estados Unidos, los mercados también tuvieron un buen día. El S&P 500 se mantiene en la trayectoria alcista y respetó el promedio móvil de 20 días. Este indicador cerró en 1,977 puntos y pienso que se enfila a los dos mil puntos. Si las cosas no se descomponen, creo que los alcanzará en breve.

El Dow por su parte, regresó a niveles superiores de los 17 mil puntos que, como era de esperarse, están representando una resistencia difícil de rebasar, por las consideraciones que he compartido con usted recientemente. En el intento de rompimiento anterior —el jueves 3 de julio pasado— este indicador marcó un nuevo máximo histórico, que a nivel de cierre fue 17,068 que ayer se “probó” viéndose superado en la operación intradía (llegó a 17,088), pero cerró ligeramente abajo, en 17,040.

La condición del Dow, merece el mismo comentario que el que escribí para el comportamiento del S&P 500. Es decir, si no se descompone el escenario de corto plazo, los 17 mil puntos deberán ser superados claramente en las próximas jornadas. Me refiero a los reportes corporativos del segundo trimestre, que confirmarán —o no— que la caída de la economía en el primer trimestre ha sido dejada atrás.

Como escribí recientemente, hay una corriente de opinión que cuestiona el alza de los mercados, sobre todo la de los últimos meses, pero al menos técnicamente no hay evidencia de un cambio de trayectoria importante, al menos no en el corto plazo. Por el contrario, los mercados se comportan de manera ordenada y estable.

Lo anterior no significa como lo sabe usted, amigo lector, ausencia de bajas; sería absurdo pensar de esa manera. Simplemente supone que el comportamiento que hemos visto en los meses anteriores tiene un mínimo de sentido: se respetan algunos parámetros básicos, técnicamente hablando, la economía no se descarrila y las empresas funcionan dentro de las restricciones que en cada país existen.

Por eso es que me animo a escribir sobre las expectativas del IPC y lo índices del mercado estadunidense. Le juro que los 44 mil puntos no me los saqué de la manga y por eso mismo, corregí hace meses mi expectativa de verlos en el primer trimestre, trasladando la meta al segundo. Sí, ya sé que el nivel mencionado fue alcanzado ayer, pero soy el primero en decir que el mercado es gente y por eso, no pretendo precisiones, sólo señales de lo que pienso puede ocurrir.

¿Y ahora qué sigue? En el cortísimo plazo, pienso que el IPC tiene impulso suficiente para subir hasta la región de los 44,350/44,500 tomar un respiro y buscar posteriormente, acercarse a los 44,800/45,000 puntos, en donde muy probablemente encontraría una resistencia importante, pues se acercaría a un par de zonas de retorno de trayectorias iniciadas en el pasado reciente y además, se estaría aproximando al máximo histórico establecido a finales de enero de 2013, en 46,075 puntos.

Pero todo lo anterior, está por verse. Como usted sabe, no evado este tipo de circunstancias, pero tampoco me atrevo —porque es inventar demasiado— a hablar de eventos a más de tres meses de plazo. Me dedico al análisis, no a la adivinación y tengo claro que el resultado de mi trabajo pretende ayudar a tomar decisiones —yo las tomo a partir de ello— que en el futuro previsible (el que es “previsible” para mí) tenga una forma razonablemente concreta. Riesgo mediante.

También sé que sólo tengo una opinión para ofrecer a terceros, que tienen las suyas propias y su propia medida de riesgo. Asimismo, como he hecho en el pasado, espero poder corregir mi opinión, en cualquier sentido, si con el paso del tiempo y la materialización de los hechos me doy cuenta que es necesario hacerlo. Nada como la realidad para saber si uno está en el canal correcto. Lo importante es saber mantenerse en ello, reconociendo que uno es un ser falible. Suerte.