Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

25 Ago, 2014

Reforma Financiera: dos pendientes

Pareciera que se les “ahorcó la mula de seis” en dos importantes propuestas que realizó la Secretaría de Hacienda, que encabeza Luis Videgaray. La primera es la reforma al marco legal de la deuda subnacional (Disciplina Financiera de Estados y Municipios), y la segunda, la reforma de seguridad social, en la que también se incluyó un cambio importante en el sistema de Ahorro para el Retiro.

El marco estatal se entrampó desde el primer periodo legislativo porque en ambas cámaras no se pusieron de acuerdo sobre quién tiene las facultades para legislar en materia de deuda estatal, considerando que la propuesta incluye una especie de sanción senatorial (o de diputados) para endeudamientos que pudieran estar garantizados por la federación.

El pretexto es bueno, pero al observar cómo se resolvieron las competencias camarales en el caso de la Reforma Energética o de Telecomunicaciones, efectivamente, “alguien les está ahorcando la mula de seis, pero se está agachando con la última ficha en el juego”.

El cabildeo bancario y estatal provocó el atorón, pues a nadie le gusta ni el nombre de la reforma que se incluyó en número dos de la agenda del PRI-PVM para el ordinario de abril pasado como “Reforma Constitucional en Materia de Disciplina de Estados y Municipios”.

Si en las plenarias del PRI-PVEM, PAN o PRD, que se efectúan esta semana, no se incluye la reactivación de la reforma en las propuestas de ninguno de los partidos políticos, considere que habrá muerto, a menos que lo liguen con un incentivo tan fuerte como indispensable: la regularización de las pensiones estatales y las de universidades autónomas.

La segunda es la reforma de seguridad social. Le comenté que los coordinados por Miguel Barbosa, que este lunes se reúnen en Four Seasons, pondrán en la mesa legislativa la reforma al marco constitucional que rige la determinación del salario mínimo y, de paso, recuperan la reforma secundaria de seguridad social sin pretensiones constitucionales como se dijo en los compromisos del 1 al 4 del Pacto por México.

Esta reforma ha ido transitando, pues el foro de seguridad social que se efectuó a finales de mayo en el Senado dejó la mesa puesta para su discusión al arranque del periodo, pero el tiroteo externo contra la reforma es fuerte. Recordemos que lo mismo involucra la homologación de cuotas del IMSS a las del SAT, lo que acabaría con el subentero, y al mismo tiempo roza el ajuste de cuotas obrero-patronales.

Se empantanó también por la propuesta de fondear el seguro de desempleo con una parte del fondo de vivienda, y se reconoce como complejo la unificación de los sistemas de salud si antes no se transita a un sistema de identificación ciudadana único.

Pero otra fuente de tiroteo proviene de que la reforma incluyó modificaciones importantes a la Ley del SAR. La Amafore, que preside Carlos Noriega, ha estado activa, pero cuentan que los cabilderos de Coppel, que dirige Agustín Coppel, han sido muy activos y notorios para todos, pero parece que tienen explicación en las prácticas de venta, con las que han expandido de manera importante el número de traspasos y la rentabilidad de su operación.

Para mí que estas prácticas, aparentemente detectadas por la competencia, ya están en manos de la Condusef, de Mario di Costanzo, pues no sólo debiera preocupar a las autoridades de Consar, que encabeza Carlos Ramírez, y de la subsecretaría, de Fernando Aportela a través del titular de Seguros, Pensiones y Seguridad Social, Óscar Vela, sino a todas las bancadas del Congreso de la Unión. Espero, por el bien de la confianza en el sistema, que no sea el caso.

De Fondos a Fondo

Corte de Caja. Desde su incorporación en 2009 al Mercado de Capitales de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que encabeza Luis Téllez, han sido colocados ya, por un total de 73,785 millones de pesos (mdp), 37 Certificados de Desarrollo de Capital (CKD), diseñados para levantar capital para impulsar proyectos de infraestructura, inmobiliarios, mineros, empresas en crecimiento. Juzgue usted si esto es mucho o poco en casi seis años.

En 2014, a punto de concluir ya el octavo mes, se colocaron dos CKD por 12 mil millones de pesos, y su primer llamado suma recursos por dos mil 400 mdp de Acon Latam Holdings, que dirigen en México Jorge Dickens y José Knoell, y a Infraestructura Institucional F2, que encabeza Jerónimo Gerard Rivero.

La cifra total levantada por los CKD desde 2009 está lejos del potencial que la Latin American Private Equity & Venture Capital Association (Lavca), que preside Cate Ambrose, calcula que se puede alcanzar.

En México, el capital privado y de riesgo representan 0.06% del PIB, mientras que el promedio de Latinoamérica es de 0.14% —más del doble. Destacan Brasil, que es de 0.25% del PIB; Chile, con 0.15% de su PIB. De manera global, destacan cifras de Lavca y resaltan los casos de Reino Unido e Israel, ya que la penetración del capital privado para el primero es de 0.42% del PIB y 1.10% respectivamente.

Así, hasta el momento, este año es el más pobre en el lanzamiento de CKD. Contrasta con 2010 y 2012, años en que en cada uno se lanzaron ocho fideicomisos. En el año de su puesta en marcha —2009— se lanzaron cuatro; en 2011 y 2013 fueron cinco en cada año. Para este año, aún están en la lista de emisión cinco CKD, incluyendo el Fondo de Fondos que ha sido impulsado por Jacques Rogozinsky. De concretarse el paquete, este año podría cerrar como el mejor en emisión de CKD, con diez fideicomisos.

Entre los fideicomisos en sala de espera, anote a Atlas Discovery México, que dirigen Alberto Moreno Ruiz Esparza y Carlos Miguel Mendoza Valencia; Northgate, que encabeza en México Alfredo Alfaro; Balam Administradora, que dirige Miguel Ángel Gutiérrez; Vertex RE Dos, que comanda Ricardo Zúñiga Massieu, y Axis, que encabeza Gonzalo Gil White, y el Fondo de Fondos, a cargo de PMIC Latam, que encabeza Felipe Vila González.

Dicen los que saben que, si el régimen de inversión de inversionistas institucionales como aseguradoras y afores mejorara, los CKD podrían ser el instrumento de mayor apoyo para capitalizar los proyectos que induce el Plan Nacional de Infraestructura, pero hay quien no recuerda que hay CKD emitidos en 2009 que, a seis años, no han agotado el capital recogido y que se conoce poco de la rentabilidad aportada por estos en el ínter. Transparencia y publicidad pueden ser su principal talón de Aquiles.

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