Escándalo en 700 Mhz (II)

Habrá que preguntarse con toda seriedad quién o quiénes estuvieron detrás del magno error legislativo que se tomó al determinar que se debe asignar la banda de 700 Mhz sin ninguna clase de licitación a un precio que, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Hacienda, está por lo menos 40% debajo de su valor comercial.

¿Cuál era el interés de los que están detrás de este fallo? Supuestamente se trata de generar una red que tenga alcance para todo el país en condiciones en las que el operador no abuse de los demás y se pueda superar el gravísimo rezago que hay en la conectividad.

Sin embargo, se trata de una barbaridad desde por lo menos dos puntos de vista.

El primero de ellos. ¿Cuál es la necesidad de entregar a un particular, a un precio de regalo, un activo verdaderamente valioso del Estado mexicano?

Es, por lo menos, verdaderamente ingenuo creer que una empresa privada no buscará la rentabilidad. Hasta el momento el consorcio de Lucent-Alcatel y Ericcson es el único que le ha solicitado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes operar esta red.

¿En qué momento van a dejar de ser una empresa que tiene como principal obligación generar utilidades para sus accionistas a una asociación civil sin fines de lucro? Es evidente que no existe garantía de que no se cumplirá y entonces resurge la pregunta: ¿A quién o quiénes se les ocurrió establecer la obligación constitucional de entregar a precio de regalo un activo valioso del Estado y de una manera tan poco transparente?

En todo el mundo esta banda, que hoy por hoy tiene un gran valor ante los cambios tecnológicos, se ha subastado entre empresas que están dispuestas a pagar grandes cantidades de dinero porque saben con certeza la posibilidad de hacer negocios que tendrán.

¿Por qué no hacer una subasta en la cual se ponderen capacidades técnicas y la máxima rentabilidad para un bien del Estado mexicano? En la Secretaría de Hacienda, encabezada por Luis Videgaray, existe una verdadera molestia porque saben que no es el camino más adecuado.

Por su parte, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, también hay grandes preocupaciones en torno a cómo aterrizar esta barbaridad. De hecho, la Constitución establece que el proceso de establecimiento de esta cadena debe comenzar durante este año.

No se requiere ser un genio para saber que tienen un grado muy importante de retraso para cumplir con la obligación constitucional, puesto que hasta el momento no se ha dado ningún paso en el sentido de contar esta cadena.

Mucho más allá de la intención de un consorcio de quedarse con un bien del Estado en condiciones tan favorables, el énfasis de las secretarías de Hacienda y de Comunicaciones y Transportes debe ser aterrizar de una manera positiva una obligación constitucional que, parecería, es vista como el patio de juego de algunos vividores.

Rumorología

Entre las empresas de telefonía móvil se ha desatado cualquier cantidad de rumores, los cuales comenzaron con la falsedad de que Telefónica compraría las acciones de Grupo Salinas dentro de Iusacell.

Como se recordará, la empresa de Ricardo Salinas, no sólo desmintió el rumor sino que semanas después compró la participación que tenía Televisa dentro de la empresa de telefonía móvil, lo que da espacio para que cada una de las empresas se concentre en los negocios principales que tienen.

De hecho, en estos momentos Iusacell está buscando un socio estratégico que, sin lugar a dudas, estará mucho más concentrado en la tecnología que en espacios comerciales o de mercadotecnia.

A raíz de la reforma a las telecomunicaciones, Grupo Salinas ha encontrado que tiene espacio para invertir una gran cantidad de recursos en un sector que, por primera vez desde la privatización de Teléfonos de México, tiene reglas parejas en beneficio de los consumidores.

Los porristas de Telefónica no se han dado por vencidos. Parecería que la gente de Francisco Gil Díaz quieren hacer creer que tienen una cartera verdaderamente profunda. Primero fueron semanas en las que decían que Iusacell, ahora no dejan pasar una semana diciendo que se aliarán con Televisa o que la profundización de las relaciones con Nextel podría ser el principio de una compra.

Como se sabe, uno de los grandes problemas de Nextel fue no tener cobertura nacional, lo que buscan corregir a partir de vincularse con Telefónica y terminar en un intercambio de acciones.

Lo cierto es que a pesar del viraje que está tratando de hacer Nextel, que incluye incluso el cambio de presidente con el nombramiento de Juan Abellán, y dejar de ser una empresa concentrada en el radio para competir en telefonía móvil, la realidad es que los problemas financieros de su matriz generan una gran cantidad de confusiones.

Gran parte de estas especulaciones no pasarán de ahí, puesto que primero se debe decantar el grupo económico en torno a América Móvil.

La empresa informó que su Consejo de Administración había decidido vender tantos activos como fueran suficientes para no ser considerados preponderantes bajo la reforma constitucional a las telecomunicaciones.

Hasta el momento no han presentado ninguna solicitud formal al Instituto Federal de Telecomunicaciones, presidido por Gabriel Conteras. Sin embargo, se sabe que deberán cumplir con requisitos como vender activos que realmente permitan la competencia del nuevo entrante, no sólo de aquellas partes que pudieran sobrar o que sean de baja rentabilidad. Segundo, que el comprador no tenga ninguna clase de conflicto de interés o vínculo comercial actual o reciente.

Así las cosas, es difícil creer que hay un clima verdaderamente propicio para la venta de activos. Incluso, dentro de la autoridad hay quienes siguen considerando el escenario que en el plazo dado la empresa no pueda vender activos y se le apliquen las reglas de preponderancia por lo menos en tanto logra cumplir con tener menos de la mitad más uno del mercado relevante.

Casi cualquier cosa que se diga en este momento de alianzas y fusiones en telefonía móvil es dudoso, puesto que hay demasiados cables sueltos.