Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

6 Oct, 2014

Hour of Code

Chicos computarizados (Whiz kids) fue una serie de la CBS transmitida en horario estelar por la televisión mexicana en 1985, un año después de ser descontinuada en Estados Unidos, con sólo 18 capítulos que aquí fueron repetidos y repetidos ad nauseam. Trataba de un grupo de muchachos aficionados a las bicicletas y a la electrónica y quienes, guiados por un periodista de Los Ángeles, contribuían con su ingenio geek a resolver investigaciones policiacas.

Buena parte del fracaso de aquel show debe atribuirse a que la trama fue demasiado adelantada a su tiempo, en una época en la que la computación casera sonaba todavía a una utopía o a un privilegio sólo reservado para clases económicas pudientes. Otro factor en su contra fueron las malas reseñas de la prensa de aquella época, que veía con recelo aún a la incipiente industria cibernética. En una nota de la agencia UPI publicada el 6 de septiembre de 1983, Philip DeGuere, productor de Whiz kids, recordaba los prejuicios de los teleespectadores mayores de 35 años, que veían a las computadoras como herramientas diabólicas que terminarían quitándole el trabajo a las personas. En una reseña distribuida por la agencia AP, el crítico Fred Rothenberg advirtió que Whiz kids incitaba a los adolescentes a cometer actividades ilegales —manejar autos sin licencia o profanar tumbas— que se presentaban ahí como si fueran travesuras juveniles o acciones heroicas justificadas bajo la bandera del combate ciudadano al crimen. No sería raro que semejante ideología hubiera inspirado a Julian Assange y Edward Snowden.

Sin embargo, la teleserie ochentera también motivó a muchos de sus fans de habla hispana a estudiar la carrera de ingeniería en sistemas, como revelan varios blogs que lo rememoran nostálgicamente. Un logro que tres décadas después busca emular Code.org, iniciativa sin fines de lucro que promueve que la informática y la computación sean materias obligatorias para todos los estudiantes —tal como lo son las matemáticas o la biología— y que busca una participación en esas disciplinas más equitativa desde el punto de vista racial y de género (cuotas que, por cierto, ya cubría Whiz kids, al tener entre sus protagonistas a una chica y a un adolescente afroamericano). Su brazo visible es la campaña Hour of Code, lanzada en octubre de 2013 para que jóvenes y niños aprendan lenguaje computacional en tan sólo una hora.

Hadi Partovi, promotor de Code.org, aporta datos duros de esta problemática en un artículo publicado por el portal Recode: sólo 26% de la fuerza de trabajo de ingeniería en software en EU es femenina, al igual que 18% de la población estudiantil a punto de graduarse en ciencias de la computación. En ese país, 90% de las escuelas no enseña materias relacionadas con cibernética, y las que sí las imparten suelen estar ubicadas en barrios con escasa población hispana o afroamericana.

Por eso, dice Partovi, uno de los objetivos de Hour of Code es que el ciberconocimiento se imparta lo más temprano posible en las escuelas públicas, que suelen distribuir al alumnado en partes iguales entre hombres y mujeres y por grupos socioétnicos, con el fin de eliminar desde la enseñanza básica el estereotipo de que se trata de una materia muy difícil o sólo apta para nerds.

Tan descomunal esfuerzo sólo podía ser resultado de la unión de los mayores gigantes tecnológicos con organizaciones civiles preocupadas por la diversidad. Una muestra de su músculo es el video que abre la página code.org con los testimonios de Bill Gates, Jack Dorsey, Mark Zuckerberg y Drew Houston, creadores de Microsoft, Twitter, Facebook y Dropbox, respectivamente. Ahí, el basquetbolista de la NBA, Chris Bosh refiere que en su juventud aprendió a escribir códigos de computación y negó que ésta fuera una experiencia intimidante. Y para reforzar esta idea, el rapero will.i.am, creador de Black Eyes Peas, se presenta a sí mismo como aprendiz del idioma del futuro, convencido, dice él, de que los grandes programadores son las estrellas de rock de hoy.

Una vez que sus cursos ya aumentaron significativamente el número de mujeres interesadas en tecnología, Hour of Code ahora tiene la mira puesta en América Latina, donde colabora con Microsoft en el proyecto  #YoPuedoProgramar, con cursos, tutoriales y apoyos didácticos para jóvenes de México, Puerto Rico, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile y Brasil. Además prepara la Semana de Educación en Ciencia de la Computación, a realizarse del 8 al 14 de diciembre próximo en EU, pero con alcance global.

Hour of Code muestra a los niños cómo programar con la ayuda de los personajes de Angry Birds. Buena idea si de lo que se trata, más que de jugar, es de aprender a volar.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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