Obras pondrán a prueba a la industria nacional

CIUDAD DE MÉXICO.- El importante cúmulo de obras de infraestructura que se desarrollarán a partir de 2015 como parte del Programa Nacional de Infraestructura (PNI), y otras derivadas de la Reforma Energética colocan a la ingeniería y la técnica mexicana, así como a 177 de las 222 ramas económicas del país, en un momento crucial y sin precedentes que implicará para muchas la necesidad de ampliar, diversificar y especializar capacidades de producción e incluso activar capacidad ociosa, coincidieron participantes en los sectores involucrados.

A ello se suma la urgencia de acelerar la formación de ingenieros y técnicos, por lo que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) lanzó varias recomendaciones.

“Que las escuelas de educación superior aceleren la formación de ingenieros, elevando el número de horas de estudio, si es necesario utilizando las vacaciones de verano. Pero no recortando semestres”, dijo Luis Zárate Rocha, presidente de la CMIC, en entrevista con Excélsior.

Lo anterior se deriva de inquietudes ya manifestadas por algunos representantes empresariales respecto de la capacidad que tiene el país para suministrar materiales, maquinaria y recursos humanos para un cúmulo tan importante de obra de infraestructura.

El reto que viene

Son alrededor de 743 obras contempladas en el Programa Nacional de Infraestructura (algunas ya en proceso) y muchas otras que se prevé que se derivarán de la Reforma Energética.

En conjunto se estima que arrojarán una derrama económica de entre 3.5 y 4.5 millones de millones de pesos para la obra civil y el suministro de materiales y maquinaria, según Luis Zárate Rocha, presidente de la CMIC.

José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), recordó que algunos constructores han manifestado que en el país no hay capacidad para responder, por ejemplo, a tantas obras concentradas en el Valle de México en forma simultánea.

Únicamente en esa zona del país están en ciernes proyectos como los trenes de pasajeros México–Toluca y México– Querétaro, a los que se suma el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, presentado este año, y las vialidades que los alimentarán, así como las ampliaciones de las líneas 1, 4, 9, 12 y A del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) de la Ciudad de México, entre otras.

De acuerdo con Zárate “queríamos proyectos, queríamos obras, ya las tenemos y no se vale que ahora digamos que no se puede”. Por lo anterior estimó que habrá sectores que deberán duplicar su capacidad de fabricación en productos específicos, y señaló como ejemplo a la industria siderúrgica, mientras que la cementera deberá elevar su producción. En tales condiciones no habría riesgos en el suministro de materiales.

En tal sentido, tanto la industria del cemento como la siderúrgica tienen comprometidas y aplicadas importantes inversiones que en conjunto rondan los 20 mil millones de dólares.

El acero

Francisco Orduña, vocero de Altos Hornos de México (AHMSA), explicó a este diario que la Reforma Energética es el gran reto y la gran oportunidad para que esta rama diversifique e incremente su fabricación de “productos especializados” tanto para obras petroleras como para la industria automotriz.

Dijo que el sector acerero siempre ha sido deficitario y que hay volúmenes importantes de compras al extranjero, sobre todo de productos que no se fabrican en el país, por lo que la meta es la producción de artículos de valor agregado.

De esta forma, en los últimos cinco años las empresas siderúrgicas han destinado inversiones por alrededor de 11 mil 500 millones de dólares y hay en puerta alrededor de 3 mil 500 millones de dólares adicionales.

En tal contexto indicó que en la industria se tiene la visión de que “empresas transformadoras” puedan llegar al país, pero no productoras de acero.

Se estima que la producción en 2014 oscilará entre 18.9 y 20 millones de toneladas, cifra que se compara con un consumo nacional de 23.2 millones, con 9 millones de importaciones y 6.4 millones de exportaciones.

Orduña precisó que la meta es aumentar la producción de mercancías que sustituyan importaciones, específicamente para las ramas energética y automotriz.

Destacó que se han firmado convenios con Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para garantizar el contenido nacional, pero que además la Secretaría de Economía ha ejercido un control benéfico en contra de importaciones desleales, lo cual es una ventaja dado que en el mundo hay sobreproducción de acero (300 millones de toneladas en total) de las que un 50 por ciento se producen en China.

Cementeros, listos

Por otro lado, en entrevista con Excélsior, Osmin Rendón Castillo, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem), destacó que no sólo las obras que se deriven de la reforma energética y todo el cúmulo de proyectos concentrados en el Valle de México demandarán sus productos, sino también un número importante de carreteras, por lo que existe la expectativa de activar 25 millones de capacidad ociosa que esta rama tiene en la actualidad.

Las cementeras han invertido en conjunto alrededor de 3 mil 800 millones de dólares en los que va del periodo 2010–2014 y en la actualidad la capacidad de producción es de 60 millones de toneladas anuales cuando el consumo es de 35 millones de toneladas de cemento gris.

Rendón explicó que tales inversiones se han aplicado con visión de largo plazo y que en caso de ser necesario el ritmo de inversión será consistente con la demanda. Añadió que de ser necesario no habría problema en destinar montos similares.

“La industria está preparada para atender las demandas de construcción en el país, esperamos que pronto se concreten y estemos hablando de un nuevo ciclo de inversión”, destacó.

Tanto Rendón como Orduña coincidieron que otra parte positiva de la Reforma Energética es que ambas ramas son altas consumidoras de energía y que una reducción de costos tendrá un impacto positivo para elevar la competitividad y la eficiencia.

En la industria cementera con presencia en el territorio nacional participan: Cemex, Holcim México, Cementos Fortaleza, Cementos Moctezuma, Grupo Cementos de Chihuahua, Cementos y Concretos Nacionales de Grupo Cruz Azul y Cooperativa Cruz Azul.

Ingenierías, ante crisis y oportunidad

Víctor Ortiz, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) habló con Excélsior sobre el conflicto que vive el Instituto Politécnico Nacional, uno de los semilleros de ingenieros del país, y coincidió con el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Luis Zárate Rocha, en que la fallida propuesta de recortar dos semestres a las carreras de ingeniería en el IPN no era una buena estrategia.

Consideró que la ingeniería y técnica nacionales viven un momento crucial para su futuro y el del país.

Entre representaciones gremiales se manejan diferentes números en cuanto a necesidades de ingenieros y personal especializado, pero la percepción general es que faltan en diversos rubros.

Zárate recomendó que al lado de medidas para que las escuelas de educación superior aceleren la formación de ingenieros, es urgente una estrategia para ingresar en el mercado laboral un número muy importante de profesionales que, por motivos de la edad, ya no tiene empleo, pero que conforman una masa extraordinaria de experiencia ingenieril.

Víctor Ortiz dijo que “requerimos personal técnico calificado para este gran cúmulo de obras que viene y estamos en la línea que, definitivamente, las carreras de ingeniería deben permitirnos que nuestros egresados tengan la capacidad para integrarse, lo antes posible al mercado laboral”.

Agregó que las carreras del IPN son clave dado que egresan con especialidades que se requieren en vías terrestres, hidráulica y estructuras.

Francisco Orduña, vocero de Altos Hornos de México, comentó al respecto que en la rama siderúrgica hay déficit de geólogos.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el año pasado México ocupó el sexto lugar en formación de ingenieros, alrededor de 118 mil, en todas las ramas. Expertos del sector de la energía estimaron que las obras derivadas de la reforma energética demandarán alrededor de 80 mil especialistas en ramas como la petrolera y la eléctrica en lo que resta del sexenio.

- José de J. Guadarrama