Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

28 Nov, 2014

El SAT profundiza auditorías a grandes contribuyentes y automotrices extrarregionales a capilla

Los más importantes despachos fiscalistas del país estiman que en México hay alrededor de cien corporativos multinacionales que declaran ventas anuales por encima de los mil millones de pesos.

Pero también calculan que muchas empresas grandes y medianas dejan de pagar al menos cinco por ciento de sus obligaciones tributarias, sobre todo por conceptos como “precios de transferencia”.

Dicho en pesos y centavos, el fisco deja de percibir de estas compañías alrededor de 190 mil millones de pesos, considerando que la recaudación anual es de 3.8 billones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda en 2013.

Ya no hablemos de las compañías de todos tamaños que hacen planeación fiscal y cuyo impacto negativo a las finanzas públicas puede ser hasta en 20% sobre lo que declaran. La Reforma Hacendaria que empujó Luis Videgaray busca cerrar esa fuga.

Hace unos meses el SAT habló de siete compañías internacionales que no pagaron correctamente sus impuestos de ejercicios anteriores. Y es posible que en las próximas semanas el brazo fiscalizador ponga el foco a otras de consumo masivo y automotrices.

¿Cuál es el fondo de este marcaje particular del SAT? Desde hace más o menos diez años en el mundo fiscal se pusieron las bases para que las reglas del juego fueran las mismas en cuanto a precios de transferencia.

Es decir: que el valor entre lo que se compra y se vende en un mismo grupo empresarial fuera el mismo aquí en México que en China, Europa o Estados Unidos. Las compañías multinacionales crearon en América Latina y Europa vehículos extralegales.

Hablamos de Centros de Servicios Compartidos, con el propósito de eficientar la inversión y el pago de los impuestos, porque funcionan bajo el Régimen de Zona Franca, por lo que han desplazados a México, Panamá, Colombia y Argentina como centros de decisión de negocios.

Estos centros ofrecen un tratamiento fiscal favorable a las grandes empresas, porque obtienen garantías fiscales y financieras para transferir beneficios y reducir cargas tributarias de los grupos que utilizan estos esquemas. Están en lugares como Costa Rica y Luxemburgo.

Los cuatro grandes despachos de asesoría fiscal que existen en México están muy atentos. Hablamos de PWC, que comanda Javier Soní; Ernst & Young, que maneja Francisco Álvarez; KPMG, que comanda Guillermo García-Naranjo, y Deloitte, que capitanea Francisco Pérez.

Son quienes asesoran a los corporativos internacionales establecidos en México y coinciden en que las diferencias que se dan entre las compañías y el SAT, ocurren en los precios de transferencia y no rebasan generalmente cinco por ciento del valor de declaración.

El SAT, los actuarios de las empresas y los fiscalistas externos, a veces difieren en los criterios de interpretación sobre los precios de transferencia que se registran en las declaraciones consolidadas de las empresas, y de ahí surgen desencuentros sobre presuntos fraudes fiscales.

La mayoría de los grandes despachos fiscales tiene exfuncionarios del SAT trabajando en estos temas y las discusiones muchas veces son sobre diversos criterios de interpretación de las disposiciones fiscales, que, en ocasiones, los hoy socios de los despachos hicieron.

Son interpretaciones de cálculos matemáticos, contables y administrativos que los confrontan las más de las veces con los sabuesos de Aristóteles Núñez en el SAT.

Acecha FEMSA

Efectivamente, FEMSA ya concluyó la auditoría de la cadena Farmacon de Lauro Meléndrez Parra, cuya sede está en Culiacán, Sinaloa. El objetivo del grupo que preside José Antonio Fernández Carvajal es comprar esta marca, que le agregaría unas 185 farmacias más en el noroeste del país. Con ellas los regiomontanos estarían llegando a 600 puntos de venta de medicamentos. Añada las 225 que compraron en 2012 a José Emir Yza Villanueva, de Farmacias YZA, y las cien sucursales de Farmacias FM Moderna de Javier Magaña Lizárraga. Sin embargo, hay un proceso que los de FEMSA siguen con expectación: la compra de Benavides por parte de Alliance Boots. Si la operación se cae estarían interesados en entrar al quite.

Saba al Fibras

Por cierto, que tras de que los laboratorios nacionales acreedores de Casa Saba no lograron cuajar una capitalización de pasivos, fíjese que los hermanos Alberto y Manuel Saba Ades están explorando otra alternativa que se ve más viable. Se trata de la venta de sus aproximadamente 22 centros de distribución a un Fideicomiso Especializado en Bienes Raíces, mejor conocido como Fibras. Los activos son muy atractivos para otros grupos competidores en este rubro, dado que están estratégicamente ubicados por todo el país. En el medio se menciona de acercamientos con algunos de estos vehículos. La deuda a resarcir a farmacéuticas ronda los siete mil millones de pesos.

Probiomed no

Probiomed, el laboratorio farmacéutico que preside Jaime Uribe, podría trasladar a Rusia o Brasil una inversión de unos 500 millones de dólares que bien pudiera fincar en nuestro país. El riesgo de sacar el capital tiene que ver con que la compañía que en lo operativo lleva Sandra Sánchez no cuenta con los incentivos económicos y fiscales que las otras dos naciones están poniéndole en la mesa para construir una fábrica de medicamentos biotecnológicos. La firma tiene que decidir la aplicación de su inversión antes de que concluya 2014. Terminó un estudio en el que además Corea, India y Malasia ofrecen más ventajas que México. Candil de la calle.

Va Thompson

Además del hotel que se firmó con Ricardo Atmann, dueño de la torre de 59 pisos llamada Punto Chapultepec en Reforma 509 esquina Río Ródano, Thor Urbana va a desarrollar otro de esos denominados style-life de 92 habitaciones más, sólo que en Playa del Carmen, Quintana Roo. Va ser un Thompson, líder de ese segmento. Esta cadena opera propiedades en Miami, Nueva York, Toronto y Londres. Pertenece a Geolo Capital, que a su vez son propietarios de Commune Hotels & Resorts, fundada por el heredero de Hyatt, John Pritzker. El nuevo Thompson abrirá sus puertas en septiembre de 2015 como parte del complejo Calle Corazón que impulsa Jimmy Fasja.

Tishman Speyer

Le informo que Tishman Speyer, que es una de las desarrolladoras inmobiliarias más reputadas del mundo, está buscando levantar un complejo icónico de oficinas en la Ciudad de México. La firma fue fundada en 1978 por Robert V. Tishman y Jerry I. Speyer, gestiona más de 362 proyectos con más de 12 millones de metros cuadrados con un valor superior a los 68 mil millones de dólares. El despacho neoyorquino tiene el respaldo de unas cien oficinas. La de aquí es encabezada por Thomas Farrell. Ya están evaluando propiedades. No los pierda de vista.

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