Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

9 Feb, 2015

Match.com

Popular en otras épocas, la fotonovela es un género agotado en México desde hace décadas. Las generaciones jóvenes deben imaginar un cómic, pero con actores de carne y hueso, y cuya narrativa no tenía que ver con heroísmo o humor, sino con romance, crímenes y sexo.

Así lo describe el investigador Fernando Curiel en su ensayo Fotonovela rosa, fotonovela roja (UNAM, 1978), en el que disecciona melodramas producidos en México como Novelas de amor, Cita y Valle de Lágrimas, así como relatos importados, sobre todo de Italia. De este caso sobresale la revista Rutas de pasión que, según el autor, fue editada en nuestro país a partir de 1965.

Antes de la historieta fotográfica, que constituía el plato principal, cada edición de Rutas de pasión incluía entremeses, entre ellos notas con chismes de Hollywood y publicidad dirigida a mujeres con productos como pestañas postizas, campanas extractoras de humo para cocina y elíxires de amor.

Pero lo que ocupaba mayor extensión de páginas eran dos secciones de anuncios clasificados: la primera era el “Club de la Amistad”, una oportunidad para —según decía en su introducción— descubrir amigos de otros países o estados de la República Mexicana para conocer sus costumbres o folclor. Sin embargo, a la hora de leerse los avisos, la mayoría de contratantes revelaba su intención de buscar pareja con fines matrimoniales, para lo que incluían su nombre y dirección —presumiblemente reales—, una breve semblanza biográfica, descripción física e intereses particulares. En su mayoría se presentaban como personas serias con pretensiones formales.

La segunda sección era “Correspondencia Secreta: Ilusión en Compañía”, que explícitamente sí estaba dirigida a quienes anónimamente pretendían por ese medio hallar al amor de su vida, identificados por medio de números-clave y que ofertaban la mejor de sus personalidades para atraer a posibles interesados. Para participar en ese intercambio bastaba con recortar un cupón, incluido al final de la sección, y enviarlo vía postal con los datos personales; Rutas de pasión se comprometía a mantener éstos en secreto y a utilizarlos únicamente para poner en contacto a los posibles enamorados.

No recuerdo otra publicación que en México ofreciera un servicio de este tipo tan completo y que, en el mundo digital, sería replicado prácticamente en toda su mecánica por la empresa Match.com, líder mundial en el segmento de citas románticas por internet, que en abril próximo cumplirá 20 años de su fundación y que actualmente presume tener unos 30 millones de abonados en todo el mundo.

Un servicio de esta naturaleza debería ser producto de una pareja, y en efecto así fue. Sólo que los dos involucrados, Gary Kremen y Fran Maier, ambos compañeros de clase en la Escuela de Negocios de Stanford, no tenían atracción física ni sentimental entre ellos, precisamente. Su relación de negocios nació de un interés común: trasladar a la esfera digital el esquema de avisos de ocasión de los periódicos impresos.

Una semblanza de Business Insider narra que la idea para fundar la empresa surgió de que el propio Kremen pagaba casi tres dólares por minuto en un servicio telefónico para concertar citas románticas, cuyo modelo diagnosticó como ineficiente. De ahí que planteó crear una base de datos de personas que pudieran entrar en contacto entre ellas de manera rápida, anónima, segura y económica. Para ese fin, en 1993 creó la firma Electric Classifieds y al año siguiente inscribió como suyo el dominio match.com. Como la intención era exportar el modelo a otros servicios, también registró como suyos nombres como jobs.com, housing.com, autos.com... y sex.com.

Y aunque en el directorio de la empresa aparecía como directora de Mercadotecnia, la verdadera alma e inspiración del negocio fue Fran Maier, quien, de acuerdo con una nota de la plataforma Open Forum, de American Express, dio muestras de sus dotes de emprendedora vendiendo yogur congelado en el campus de Stanford.

En un artículo titulado Cyberspace: where the women aren't, que publicó el 19 de febrero de 1995 en el San Francisco Examiner, Maier analizó que internet era en ese entonces un medio dirigido en su mayoría a varones interesados en entretenimiento, por lo que planteó la necesidad de proveer interactivamente servicios que realmente fueran útiles para la vida cotidiana, sobre todo de las mujeres, que difícilmente encontraban ahí respuesta a sus problemas domésticos. Match.com era así el inicio de una tendencia en la que la red también serviría para contratar el servicio de niñeras o de plomeros, inexistente en los primeros años de la red.

Hoy propiedad del corporativo IAC, Match.com publica previo al Día de San Valentín una encuesta de hábitos sentimentales de solteros en Estados Unidos. Según Time, este año descubrió que los emojis de los chats telefónicos son el nuevo afrodisiaco, pues quienes los usan tienen más encuentros sexuales y ganas de casarse. O lo que es lo mismo: carita mata intenciones serias.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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