CIUDAD DE MÉXICO.- Este 18 de marzo se celebran 77 años desde que el presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera. El aniversario se da en un entorno muy especial, ya que finalmente el sector se ha abierto nuevamente a privados tras la aprobación de la reforma energética.

La expropiación del petróleo en 1938 no se dio sólo por un afán nacionalista o por concluir los esfuerzos de la Revolución Mexicana, sino que fue una salida a un conflicto laboral de años.

En el mensaje a la nación del presidente Cárdenas tras la decisión, se detalla este proceso que a continuación resumimos:

En 1934 se planteó una huelga por parte de sindicatos de la petrolera El Águila, en la cual el gobierno intervino como árbitro; su demanda era la de mejores salarios. En junio se llegó a un acuerdo general y se estableció el procedimiento para solucionar disputas en lo particular.

Pero la cantidad de sindicatos en el país era igual o mayor al número de petroleras, por lo que pronto la industria entera demandó mejores condiciones de trabajo. Por ello, el gobierno de Cárdenas ordenó medidas para nivelar y uniformizar los salarios bajo el principio constitucional de “igualdad de salarios ante igualdad de trabajo”.

Sindicatos trabajaron en un contrato colectivo que reunía sus peticiones y cumplía con lo dispuesto por el gobierno. Pero las petroleras se negaron a aceptarlo.

Tras amenazas de una huelga, gobierno, obreros y petroleras intentaron acelerar las negociaciones. Pero las dificultades para llegar a un acuerdo eran muy grandes, por lo que la huelga estalló finalmente en mayo de 1937.

La huelga terminó a principios de junio luego de que las compañías ofrecieron aumentar los salarios y mejorar prestaciones. Luego se determinó que este acuerdo costaría alrededor de 26 millones de pesos, aunque las petroleras lo estimaban en 41 millones.

Ante la diferencia de cifras, las compañías se negaron a cumplir. Disputas en tribunales daban la razón al sindicato y ordenaba a las petroleras a pagar los salarios caídas y mejorar las condiciones de empleo; incluso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación así lo dictaminó.

El gobierno, asegura el mensaje, intentó conciliar las diferencias, pero la negativa de las petroleras fue tal que llevó a la decisión de expropiar la industria.

Cárdenas argumentó que la industria tenía dinero, pero que muy poco era invertido en beneficio no sólo de los trabajadores, sino de la sociedad mexicana. 

Planteada así la única solución que tiene este problema, pido a la nación entera un respaldo moral y material suficiente para llevar a cabo una resolución tan justificada, tan trascendente y tan indispensable".

*gl