Tú puedes cambiar a México con estas pizzas de maíz azul

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace poco más de un año Gibran, quien tiene escasos 20 años, cayó en una fuerte depresión derivada de haber perdido un hijo, de que a su madre le detectaran cáncer y de también perder a su pareja.

Gibrán decidió entonces dejar su trabajo como vendedor de aparatos electrodomésticos y, en general, dejar de lado su vida entera: "rentaba un cuarto, me hice de mis cosas, pero lamentablemente recibí muchas malas noticias y no pude continuar".

Y se marchó a las calles...

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Perdí todo, deje todo y me fui a la calle. Las drogas me fueron orillando a quedarme ahí".

Sin embargo, hace dos meses su vida cambió…

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En el albergue en el cual aún vive le comentaron sobre el programa La Ruta del Cambio, que dos emprendedores están llevando a cabo con el fin de reintegrar a la sociedad a las personas en situación de calle.

Estos emprendedores no son como todos, pues su modelo de impacto social podría definirse como innovador y, a la vez, sabroso y muy mexicano.

Pixza es el nombre de su emprendimiento, que más que un proyecto de impacto social es también un restaurante en el cual puedes comer pizzas de maíz azul llenas de ingredientes exóticos y también muy mexicanos como chapulines, jamaica, cochinita pibil, flor de calabaza, huitlacoche y muchos más.

La Ruta del Cambio es un programa que está diseñado para rescatar a la gente que vive en condición de calle y ofrecerles un empleo formal aquí en Pixza y eventualmente en otras empresas", comentó Luis Yáñez, socio y fundador de Pixza.

Así se camina en La Ruta del Cambio

• Por cada cinco rebanadas de pizza que venden, ellos donan una a una persona en situación de calle a través de entregas cada jueves.
• Pixza los inscribe en su programa y les da una pulsera que indica que son parte de él.
• Después de la quinta rebanada, los beneficiados tienen que hacer voluntariado al restaurante (el cual es un filtro para ver a quién realmente le interesa cambiar sus condiciones vida).
• Después del voluntariado, se les imparte un curso de habilidades de vida, se les da un baño, una camiseta, un corte de pelo y una revisión médica para que al final del proceso tengan empleo formal en el restaurante.

En los dos primeros meses de vida del proyecto, Pixza ya ha entregado más de 230 rebanadas a personas en situación de calle.

Pero eso no es todo, para crear impacto social en todo sentido, Pixza cuenta también con un modelo de fondeo colectivo…

Cocinando el cambio de México

Horno Social quiere cambiar al país con esta plataforma de crowdfunding que impulsa a cualquier persona, idea, proyecto, ONG, empresa, organización o sueño dedicado a mejorar la calidad de vida de mexicanos.

Así funciona:

• Presentas tu proyecto. Aplicas al programa y después de ser aceptado, creas junto con Pixza una rebanada nueva y única que represente tu idea y lleve el nombre de tu proyecto.
• Decoras el restaurante. Pixza te brinda espacio para que decores el local con imágenes e información de tu proyecto para que todo mundo lo conozca.
• Inauguras tu proyecto. Te dan una noche de apertura exclusiva para que presentes tu proyecto a tus invitados e inaugures tu campaña.
• Recaudas fondos. A partir de entonces tienes un mes para invitar a todos a comprar tu rebanada y apoyar tu proyecto.
• Te llevas tu lana. Al final del mes, te llevas todas las ganancias de tu rebanada.
• Festejas tu impacto. Cuando estés listo, Pixza te da una noche de clausura exclusiva para que le presentes el impacto que lograste a todos los que te apoyaron.

Este programa funciona como una Fondeadora o un Kickstarter pero mucho más divertido y con algo que nunca se ha hecho en un restaurante”, comentó Alejandro Souza, socio y fundador.

De este modo, las ganancias derivadas de la venta de las rebanadas de pizza de cada proyecto inscrito en la plataforma, se destinan al 100% a los emprendimientos fondeados.

¿Hay algo más mexicano que una pizza?

Un arquitecto con maestría en desarrollo inmobiliario y finanzas y un emprendedor con maestría en administración pública y prácticas de desarrollo tienen claro que echar a andar un restaurante de pizzas de maíz azul era algo fuera de lo normal…

La idea de Pixza nació en un bar en Nueva York. Mientras sus fundadores hablaban sobre lo mucho que extrañaban la comida mexicana, así que decidieron combinar lo mejor de dos mundos: las pizzas y el maíz azul.

Desde que los socios plasmaron la idea en una servilleta de ese bar, tenían muy claro lo que querían.

Lo que sabíamos desde el principio es que para generar un impacto social debíamos tener un producto que se vendiera mucho".

Pizzas totalmente mexicanas para las que colaboraron muchas personas, como la nana de Alejandro, Chayito, quien preparó las recetas que los fundadores se imaginaron desde un inicio.

Así Chayito, además de ser parte importante del negocio, es también el nombre de la pizza estrella: la de chapulines remojados en sal y limón con cilantro, guacamole y salsa verde.

"Todas las pizzas tienen nombres de personas que nos ayudaron de alguna forma en el proceso", comentó Alejandro.

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¿Cómo crear impacto con rebanadas de pizza?

Alejandro y Luis bien sabían que se iban a enfrentar a comentarios desoladores o negativos, por ello, los emprendedores elaboraron un modelo de negocios fundamentado y que combinara lo mejor de dos mundos.

Así lo explica Alejandro:

Una ONG desde un principio se dedica a hacer el bien, pero muchas veces está limitada por la lana y por el deseo de la gente que le da el dinero, porque ellos son quienes marcan la agenda de desarrollo. Las empresas, por otro lado, se esperan hasta generar un gran lucro y luego ya tienen programas de responsabilidad corporativa, pero normalmente el servicio que dan no está integrado a su operación diaria, ni a su misión y visión”.

Y ahí es donde entra el modelo de Pixza, porque desde su primer día de operaciones generó rebanadas para donar.

Tú vienes aquí a comer por que espero que te encante la pizza, pero también espero que guste apoyar esto y en caso de que no te importe nada lo social, que la pizza esté increíble y te lata, (de todos modos) cada cinco va a salir una rebanada gratuita con o sin tu apoyo consciente y así ganamos nosotros libertad operativa", comentaron.

"El valor principal es no esperarnos, es que desde el principio se haga, porque eso es lo que hace a Pixza y hace sentido financieramente", destacó Alejandro.

Gibran es uno de los dos primeros casos de éxito de La Ruta del Cambio de Pixza. Ahora él es una personas con metas: quiere reunir el dinero suficiente para tener su propio espacio -pues aún vive en el albergue- y también quiere terminar su preparatoria para estudiar artes plásticas.

¿Tú a cuántas vidas vas a cambiar comiendo pizza?

*livm