Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

25 Sep, 2015

Cómo evitar los fraudes financieros

Para los emprendedores es imposible imaginar el mundo de hoy sin la existencia de instrumentos tan “cotidianos” como las chequeras, las tarjetas de crédito, débito y, obviamente, la banca y los pagos  en línea. Con el poder de nuestra firma, o con apretar un botón, podemos transitar por la vida diaria, comprar cualquier cosa en cualquier lugar del mundo y realizar operaciones financieras. Como dice un conocido eslogan, realmente no podemos salir de casa sin ellos.

Día con día se hacen cientos de millones de transacciones en todo el mundo. Lamentablemente, su creciente uso y popularidad las hacen un campo muy fértil y atractivo para los criminales. El robo de información en línea, la falsificación de cheques, la clonación de tarjetas, la falsificación de la firma y los abusos de confianza (por mencionar algunos) son cada vez más comunes y sofisticados. ¡Hay métodos que parecen sacados de una película de ciencia ficción!

Ser víctima de estos fraudes no sólo puede ser costoso, también implica tiempo perdido en solucionarlo, ya que requiere molestos trámites que causan bastantes dolores de cabeza.

Aun cuando las empresas bancarias trabajan constantemente para mejorar los sistemas de seguridad cibernética, la mejor manera de prevenir los percances es asumir cierta responsabilidad en nuestro actuar. La mejor manera de prevenir un fraude es el uso del sentido común, medidas relativamente fáciles de aplicar pero que, precisamente, por sonar tan sencillas, muchas veces las relegamos.

LA MEJOR MANERA DE SOLUCIONAR UN FRAUDE ES EVITÁNDOLO

El año pasado se cometieron en México fraudes a chequeras y tarjetas de crédito por más de mil millones de pesos. Aquí  van unos consejos para evitar ser una estadística más:

1. Primero lo primero. Observa reglas de seguridad básica: la mejor manera de proteger tu chequera y tus tarjetas es cuidándote a ti mismo. Ten especial cuidado en el uso de cajeros automáticos. Si algo no te “late” (por más ridículo que parezca) no lo hagas. Revisa perfectamente quien de tus empleados tiene acceso a los instrumentos de pago y a los passwords y, en caso de que dejen de trabajar contigo (por más amistosa que sea la salida), cambia todos.

2. Revisa tus cuentas: Si no llevas un estricto control de tus gastos es mucho más difícil, y tardado, que te percates de algún fraude. Guarda todos tus vouchers y revisa religiosamente los estados de cuenta de tus tarjetas y chequeras. Si tienes alguna duda habla al banco y aclárala de inmediato. Si más de una persona tiene acceso a los diversos instrumentos pide a todos llevar un control férreo y contabilizar y controlar lo que se gasta.

3. Lo más sencillo es lo más común. La mayor parte de los fraudes se realizan de la manera más simple de todas: te roban la tarjeta o chequera, falsifican tu firma y te la devuelven antes de que te des cuenta.

Evita tener demasiadas tarjetas o chequeras (esto no sólo es inseguro, es poco recomendable para una buena planeación financiera). Nunca las lleves a lugares donde no las vas a utilizar: llevarlas “por si acaso” aumenta el riesgo de extravíos o robos. No dejes tu bolso desatendido ni un segundo; si guardas la cartera o la chequera en el compartimiento interior de un saco o chamarra no lo dejes en el guardarropa. Pide a la gente que trabaje contigo que siga estos mismos consejos.

Si es que los sigues utilizando, cuida también los cheques individuales. Muchas veces los ladrones arrancan un solo cheque (con  todo y recibo) para que no te alertes de su  falta. Verifica periódicamente la numeración consecutiva de tus cheques. Son Secretos. Memoriza tus números confidenciales (passwords, claves o NIPs) y jamás los compartas con nadie. Archívalos en un lugar seguro para evitar que caigan en manos extrañas. Cambia regularmente tus claves y evita tener la misma para todas sus contraseñas.

5. Siempre alerta: Cuando pagues con tarjeta de crédito, procura nunca perderla de vista (ya hay terminales portátiles que llevan a tu mesa). Si se la llevan para cobrarte, mide el tiempo y presiona para que te la devuelvan a la brevedad.

6. Ojo, mucho ojo. Nunca des tus datos y números a gente que te ofrezca premios o promociones telefónicas por más atractivas que suenen. Si habla un “empleado del banco” solicitando datos, verifica que su puesto e intención sean correctas.

7. Ni un minuto que perder. Ten a la mano (en varios lugares) los teléfonos del banco o empresa emisora para reportar robos o problemas. En caso de que sospeches una “tranza” actúa inmediatamente para poder prevenir o minimizar el daño que se pueda ocasionar. Actúa primero, pregunta después.

8. Estar Informado. Averigua las políticas y los servicios que tiene tu banco en caso de que la pérdida o robo ¿que es lo que debes de hacer? ¿a donde te debes dirigir? ¿existe algún seguro?

SEGURIDAD ONLINE

Las compras y transacciones bancarias en línea cada vez se vuelven más populares. Sin embargo, son un campo particularmente vulnerable por los problemas de seguridad en las redes informáticas y por la falta de legislación para combatir este tipo de fraudes. Si usas tu computadora para hacer pagos y transferencias ten especial cuidado:

Protege tu computadora. Evita a toda costa la entrada de virus y de polizones que pueden dañar o robar tu información. Compra un buen antivirus y un
firewall, actualízalos constantemente.

Se muy selectivo: Evita al máximo hacer transacciones de computadoras públicas y hacer transacciones en sitios que no protejan tu seguridad. Asegúrate de que tu buscador sostenga transacciones seguras.

Despídete bien. No olvides salir de la manera adecuada del sitio de Internet, no apagues la computadora sin desconectarte de la página (logout).

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