Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

13 Oct, 2015

¡Los mercados abiertos al buen crédito!

El orador principal del Instituto de Finanzas Internacionales, el pasado sábado, fue nada menos que el presidente del BBVA, Francisco González, y aunque para el organismo el tema de la nueva regulación era el “tópico” a tratar, de cara al credit cruch que comienza a gestarse en los mercados internacionales por la ampliación de spreads, y el endeudamiento en moneda extranjera, sin que puedan compensarse con ingresos en las mismas divisas ante la caída del precio de las materias primas, el banquero de colmillo largo lanzó su mensaje: “El sector financiero en su totalidad experimenta un cambio radical”.

Y es simple. La regulación se está volviendo “intrusiva” al extremo de no permitir el uso de nuevas tecnologías para ofrecer a los clientes mejores servicios, más orientados a las necesidades de cada uno de éstos, con menor costo operativo para los bancos y más baratos para el consumidor.

El grupo bancario con sus filiales llegará a 15 millones de clientes activos en plataformas digitales y ocho millones de clientes transaccionando en móviles, pero no en todos lados es posible hacerlo.

El problema es que han surgido una cantidad impresionante de plataformas móviles “no bancarias y no reguladas” que ofrecen servicios lo mismo de crowdfunding (macheo de quien necesita capital con quien lo puede invertir), hasta sistemas digitales de intermediación bancaria que operan con “prepagos”, pero que siempre llegan a una ventanilla bancaria o comercial para lograr la captura de inversión o ahorro de un cliente y, el pago por el dinero prestado.

Es una verdad indiscutible. Por ejemplo, todo el proceso de transferencia de remesas podría ser digital y sin embargo, la regulación de cumplimiento se ha vuelto tan pesada que ni siquiera toma ventaja de la “trazabilidad” y el CRM que permite la digitalización de los flujos transfronterizos, sobre todo en Estados Unidos.

En medio de las advertencias en las pasadas reuniones del FMI-Banco Mundial sobre la contracción de la liquidez y la presión que pudieran tener algunos países emergentes para acceder a los mercados de capital y de bonos, México se anota varios.

El primero y más notable fue el crédito sindicado por tres mil millones de dólares del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que aprovechando las aún bajas tasas de interés y el que su fuente de repago (TUA) se recibe en dólares en más de 50 por ciento.

Esta operación que realizó Federico Patiño, con los 14 bancos que sindicaron el crédito para el NAICM, se tornó en una de las más audaces e inteligentes de la actual coyuntura, en la que se han ampliado las tasas riesgo-país y se han contraído los mercados financieros.

De hecho, nos enteramos de que JP Morgan Chase, que en México lleva Eduardo Cepeda, está modificando la metodología de cálculo del Emerging Markets Bond Index Plus, del que México forma parte desde 2005.

La otra que tuvo un road show exitoso para levantar capital fue Mabe de la familia Berrondo, el fabricante de línea blanca que en septiembre realizó un activo road show entre inversionistas de bonos corporativos organizadas por Barclays, Bank of America ML, Citigroup y JP Morgan. La  calificación de deuda de sus bonos fue de BB+ para largo plazo en moneda extranjera e igual para moneda local.

De hecho, resulta sorprendente que mientras otras naciones están viendo las de Caín, en México hasta la revisión de la composición de JP Morgan en sus índices, tienen una muy vasta utilización mundial como referentes.

Resulta que entre el 30 de septiembre y el 30 de noviembre, el banco comenzará a decidir cuánto peso le da a los emisores de bonos para integrarlos a sus índices, y el efecto esperado de esto puede derivar en una fuerte volatilidad, si considera que algunos emisores de deuda han variado su calificación o están en credit watch negativo. Aquí la petrolera que lleva Emilio Lozoya aún se salva, pero pudiera salir, considerando que se ha desviado del perfil que contrae JP Morgan con sus constituents.

El que más afecta en nuestro caso, porque se ha tomado como referencia de la tasa riesgo-país, es el EMBI+, porque por ejemplo, en el portafolio anterior México y Filipinas tenían casi la misma proporción, pero ahora se anticipa que los papeles de nuestro país de 4.21 a 5.76 por ciento, considerando que Rusia, Venezuela, Turquía y Ucrania, pues además se informó que se dará preferencia al corto plazo porque el lapso de vencimiento baja de 37 meses a 13, reflejando la estrechez de la situación financiera global.

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