Autorregulación vs. corrupción

El tema de la transparencia y combate a la corrupción no es sólo una asignatura del gobierno.

Es un asunto que debe involucrar por igual a los sindicatos, las empresas y la sociedad civil. Al menos representantes de estos dos últimos sectores no están pasivos.

Le adelanto que ya se cocina un esfuerzo que busca establecer lineamientos básicos para que, desde la trinchera empresarial, se combata este flagelo, que nos cuesta unos 100 mil millones de dólares al año, según el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional.

Aunque se trata, hasta el momento, de una iniciativa que empieza a tomar forma, cuenta con la simpatía y respaldo de la Presidencia de la República. Y es que puede ser la pinza que cierre la reforma por la que se crea el Sistema Nacional Anticorrupción, que promueve Enrique Peña Nieto.

Justo los legisladores están retomando la discusión por estos días. Senadores como Roberto Gil del PAN, Miguel Barbosa del PRD y Emilio Gamboa del PRI calientan motores para abordar las leyes secundarias en materia anticorrupción.

Casos como los de OHL, de José Andrés de Oteyza, y Grupo HIGA, de Juan Armando Hinojosa, hacen ver la necesidad de revisar los códigos de ética de las empresas e identificar focos de potenciales conflictos de interés, así como la corresponsabilidad de asesores externos.

La intención es también incorporar a las firmas auditoras, que en no pocas ocasiones estampan su firma en un estado financiero, pero quedan eximidas de la responsabilidad. Ahí está Deloitte y las observaciones de la CNBV, de Jaime González Aguadé, por el expediente OHL.

La meta es subir a la discusión y enriquecer este marco de conducto no sólo con firmas como ésa que dirige Francisco Pérez. También KPMG de Guillermo García-Naranjo, EY de Francisco Álvarez y PWC de Carlos Méndez, al igual que otras menos grandes.

Lo mismo bufetes de abogados en temas corporativos y de litigio, actores preponderantes en la realización de negocios en México, desde licitaciones con instancias como Pemex, CFE, SCT, ISSSTE, etcétera, hasta en fusiones y adquisiciones y procesos de concursos mercantiles.

El objetivo no es crear más leyes, como la mencionada ley anticorrupción. Este ordenamiento funcionaría como la plataforma base sobre la cual se sostendrían nuevos esfuerzos de transparencia y una cultura anticorrupción, pero teniendo como premisa la autorregulación.

A principios de año el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que preside Gerardo Gutiérrez Candiani, dio a conocer el Código de Integridad y Ética Empresarial. Se trata de un documento esencial que marca la pauta de cómo deben conducirse las compañías privadas.

La intención de este esfuerzo renovado, que resurge de firmas de abogados corporativos y organizaciones no gubernamentales, y que encontraron eco en Presidencia, es ir todavía más a fondo, involucrando incluso a los sindicatos, que, en esencia, son una extensión de la empresa.

OHL NO CONVENCE

Más de lo mismo: ahora que finalmente salieron las recomendaciones de la CNBV para OHL, emplazamientos acordes al tamaño de las irregularidades en que habría incurrido la empresa de Juan Miguel Villar Mir, propios y extraños criticaron los perfiles de los nuevos consejeros independientes que sustituyeron a Carlos Ruiz Sacristán, Valentín Díez Morodo y Jesús Reyes Heroles.

Antonio Franck, un reputado abogado corporativo que no requiere de grandes presentaciones y viene de Jones Day, pero que hizo la auditoría legal integrada externa de la mismo constructora española; el no menos afamado contador Carlos Cárdenas fue socio del despacho EY, y que a su vez realizó la auditoría financiera de la susodicha subsidiaria, y Guillermo Kareh, otro abogado ligado a empresas como Consorcio G, Procter & Gamble y Dupont.

LOS LEAÑO QUIEREN

Los que están echados para adelante para adquirir Las Chivas son Juan José y Eduardo Leaño.

A principios de año estuvieron cerca de concretar con Angélica Fuentes. Después sobrevino el estallido del conflicto con Jorge Vergara. El valor del club de futbol puede ir desde los 250 hasta los 700 millones, aunque hay quienes creen que puede costar hasta mil millones de dólares, dependiendo de la inclusión de otros activos como el estadio Omnilife.

Los Leaño lideran la lista de interesados y nos dicen que están haciéndose de efectivo. En esa tesitura, considere la venta del hotel Grand Bay de Isla Navidad. El inmueble vale más de 60 millones de dólares.

CORREDOR REFORMA

Además de las torres BBVA-Bancomer de Francisco González, Reforma de Benjamín Romano, Punta Chapultepec de Ricardo Amtmann, Diana de Paul Reichmann y Reforma 432 de María Asunción Aramburuzabala, que juntas significan inversiones inmobiliarias en el principal corredor de la Ciudad de México cercanas a los mil millones de dólares, apunte otro proyecto más. Se trata de otra torre que va a tener unos 40 pisos, también en Paseo de la Reforma, sólo que esquina con Florencia. El proyecto ya lo desarrolla el arquitecto Jean Michel Colonnier.