¿Qué hicimos con tanto dinero? ¿Dilapidarlo? Así parece

Una de las ventajas de seguir de manera sistemática la economía mexicana mediante la revisión de reportes de periodicidad mensual, trimestral o anual, es la de poder echar por tierra –sin batallar mucho–, las opiniones superficiales y tendenciosas acerca del comportamiento de la economía las cuales, los defensores oficiales no se cansan de repetir. Por otra parte, la visión que propalan Los Defensores Oficiosos, es de una superficialidad y parcialidad que apena; la realidad económica que pretenden sea aceptada acríticamente está sustentada, casi siempre, en cifras coyunturales las cuales, además de sacarlas de contexto, pretenden extrapolarlas para concluir, sin sustento alguno, que las cosas en el frente económico van de maravilla.

No hay siquiera el menor intento de ver las cosas en la dimensión correcta y, menos aún, la disposición a tratar de entender los problemas estructurales y sus causas. Los oficiosos que sí los entienden, buscan decorarlos como si unos y otras fueren un pastel de boda; todo, con miras a ocultar una realidad la cual, al ser hoy evidente, resulta inútil maquillarla.  

Por ejemplo, en el caso del Total de Deuda Neta del Sector Público Federal (gobierno federal, empresas productivas del Estado, y banca de desarrollo), el informe mensual (Información de Finanzas Públicas y Deuda Pública) que la Secretaría de Hacienda debe enviar al Congreso de la Unión, se encarga de echar por tierra, sin proponérselo, todo intento de confundir. 

Tomo de dicho informe, los datos correspondientes a la deuda que mencioné arriba: Total de Deuda Neta del Sector Público Federal, reportados por Hacienda en los documentos correspondientes a diciembre del año 2012 y al de octubre de este año.

(De tener interés en lo que enseguida diré, aquí puede consultar ambos informes:

http://www.shcp.gob.mx/POLITICAFINANCIERA/FINANZASPUBLICAS/finanzas_publ...) y,

http://www.shcp.gob.mx/POLITICAFINANCIERA/FINANZASPUBLICAS/finanzas_publ...).

De acuerdo con las cifras a diciembre del año 2012, el monto del Total de Deuda Neta del Sector Público Federal, era de $5.3 billones de pesos. En este monto, por supuesto, están incluidas la interna y la externa. Las cifras a octubre de este año, a casi tres años de este gobierno, alcanzan ya los $7.8 billones. Este monto lo encuentra en la página 51 del informe.

En casi tres años pues, este gobierno elevó aquella deuda en $2.5 billones de pesos; es decir, un incremento de 47.2%. Este porcentaje –13.7% anual–, no guarda relación alguna con el crecimiento mediocre de la economía. ¿Qué hizo entonces este gobierno con tanto dinero? ¿Acaso dilapidó una elevadísima cantidad de recursos? Todo así lo deja ver.

¿Podríamos esperar entonces, frente a lo que hemos visto de quienes nos gobiernan, un cambio radical en la asignación y uso de los recursos públicos? ¡Ni soñarlo! Lo que pienso, dada la forma tan arraigada en ellos de gastar los recursos públicos, es que sólo al verse a la orilla del precipicio y a punto de caer en él, cambiarían; no antes.

¿Y usted, piensa lo mismo?