Espera Volaris sanción ejemplar por suspensión de vuelo a Cancún

Desde hace más de un año la Organización Mundial del Turismo, cuyo secretario general es Taleb Rifai, ha visto con más atención el tema del terrorismo como una amenaza para este sector.

No es un asunto, entonces, que comenzó con todo lo que hemos visto este año, como fueron los ataques en Egipto, la masacre en París y la bomba en Estambul.

México no ha estado en el foco de todo esto, pero no puede ignorar esta problemática; para comenzar porque es vecino y aliado natural de Estados Unidos que sí es objeto directo de las amenazas de los musulmanes radicales.

Por ello, en los últimos meses, las autoridades mexicanas le han pedido a las aerolíneas más información que pueda ayudar a prevenir problemas de esta naturaleza.

También existen nuevos protocolos en materia de seguridad y otras acciones de carácter preventivo, para evitar que el fenómeno del terrorismo eventualmente pudiera tener un impacto negativo en México.

Es en este contexto que el martes pasado Volaris, la compañía que dirige Enrique Beltranena, actuó de una manera que resultó en muchos sentidos ejemplar cuando un pasajero del vuelo 714 organizó un problema mayúsculo a bordo.

Este individuo se levantó cuando el avión iniciaba el procedimiento de despegue y se encerró en uno de los baños; tras obligarlo a salir dijo que no importaba porque había una bomba en el aparato.

El capitán, siguiendo estos protocolos, canceló el despegue y llevó el avión a una zona del aeropuerto predeterminada para estas situaciones.

Después el pasajero fue obligado a sentarse y de allí se escapó otra vez ahora para tratar de saltar a través de una puerta ubicada en una de las alas, después de lo cual fue detenido.

En realidad tuvo suerte de que la policía no le haya disparado y ahora enfrenta una demanda penal de Volaris, que busca aplicarle un castigo ejemplar que disuada a otras personas a actuar de esta manera.

Como se mencionó ayer en este espacio, los directivos de Volaris tuvieron muchas solicitudes de información por parte de los medios, pero su agencia de relaciones públicas, fundada por Gabriel Guerra Castellanos, fundamentalmente se enfocó a atender las redes sociales. Volaris es una empresa que busca una posición de vanguardia, de hecho la tiene en muchos sentidos, lo que tampoco significa que Twitter y Facebook sean “las únicas” opciones profesionales para difundir las noticias.

DIVISADERO

Cuba. Otra aerolínea que está pasando las de Caín en una de sus rutas es Interjet, que dirige José Luis Garza, y es en la que va de la Ciudad de México a La Habana, Cuba. Resulta que tiene un contrato para transportar a los migrantes que llegan ilegalmente de este último país, para su repatriación.

En una fórmula que les ha resultado exitosa, los cubanos ya en el avión y antes del despegue han organizado unos escándalos de pronóstico reservado, en donde también han hecho alusiones a circunstancias que pondrían en peligro el vuelo.

Interjet, por los protocolos de seguridad, está incurriendo en retrasos y costos por esta situación.