Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

10 Dic, 2015

¡Ya basta! Hay que liquidar Pemex, no seguir dilapidando recursos

Tengo la impresión que alguien no está leyendo correctamente lo que sucede hoy en el mundo de la energía, específicamente en lo que se refiere a los precios del barril de petróleo y el millón de BTU´s de gas natural, y los volúmenes de extracción.

Asimismo, nadie parece tomar en cuenta los pronósticos de volúmenes de extracción de petróleo para los próximos dos años cuando menos los cuales, son más elevados que el volumen actual y en consecuencia, dada la contracción económica en países como la República Popular China, los precios —muy posiblemente—, seguirán cayendo.

Luego entonces, de ser acertadas las proyecciones en cuanto a precios y volúmenes que elaboran entidades especializadas, ¿de quién fue la idea de anunciar este martes un conjunto de proyectos para Pemex los cuales, si tomamos como bueno el texto del boletín correspondiente, suman la cantidad de 23 mil millones de dólares?

De tener interés en lo que parece ser una carta a Santa Claus más que una propuesta seria, congruente con la actual realidad técnica, operativa y financiera de Pemex, aquí la puede leer: http://www.pemex.com/saladeprensa/boletines_nacionales/Paginas/2015-nota....

¿Quién en su sano juicio podría pensar hoy, dada la quiebra en la que se encuentra Pemex, que la mal llamada empresa productiva del Estado podría encontrar socios que aportaren esos recursos para llevar a cabo los proyectos anunciados? Además, ¿quién se atreverá a asociarse con una empresa cuyo sindicato impide toda operación eficiente? Además, ¿conocen los potenciales inversionistas los detalles de la relación y situación actual entre Pemex y sus proveedores, y el trato que ésta les dispensa?

¿Acaso usted piensa, que esos inversionistas son retrasados mentales para arriesgar decenas de miles de millones de dólares en una empresa quebrada, pésimamente administrada y corrompida a más no poder? ¿Quién querría invertir en una sociedad con una empresa sobrepoblada, un Contrato Colectivo absurdo y onerosísimo, un sindicato que lo que se diga de él se queda corto en cuanto a corrupción se refiere, y severos problemas de liquidez que han causado daños irreparables a no pocos de sus proveedores?

Hoy, el barril de la Mezcla Mexicana de petróleo está por debajo de los 30 dólares, y los ingresos de Pemex han caído a niveles peligrosos para la operación normal —cualquier cosa que ello significaría—, de una falsa empresa que como dije, así lo demuestran sus estados financieros, está quebrada.

Hoy, guste o no, Pemex no es otra cosa que el instrumento para que la Secretaría de Hacienda adquiera coberturas, cuyos ingresos ayudarían a reducir el déficit provocado por un gasto público sin control, y sin resultados positivos en materia de crecimiento económico.

¿Qué hacer entonces con Pemex? ¿Qué aconsejaría usted a una empresa que presentare los mismos problemas operativos, técnicos y financieros que Pemex? No me lo diga, comparto su opinión que no es otra que liquidarla. Entre más pronto tomemos dicha decisión, menos oneroso será para el país y los mexicanos. Lo otro, simples intentos de fortalecer a su hoy muy debilitado director.

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