Gestan nuevo auge para el gas natural

CIUDAD DE MÉXICO.- El mecanismo de fijación de precios del gas natural licuado (GNL) está a punto de cambiar, lo que dará lugar a un verdadero mercado mundial, sumando los centros de operaciones asiáticos a los de Estados Unidos y Europa, de acuerdo con diversos analistas del sector.

Dominado por los contratos a largo plazo vinculados al precio del petróleo para el gas entregado vía ductos, el mercado spot representa sólo 5 por ciento de los volúmenes comerciados en Asia.

El sector funciona así desde la década de 1960 y está listo para resistir por temor a que un cambio en la fijación de los precios los haga bajar. 

Su argumento es que los contratos a largo plazo vinculados al petróleo siguen siendo necesarios para compensar el riesgo de sus enormes inversiones en el GNL.

Creciendo

El comercio del GNL ha crecido enormemente en la última década. Daniel Lunt de la Bolsa de Singapur dijo que el GNL ahora rivaliza con el mineral de hierro como la segunda materia prima más comerciada del mundo, después del petróleo.

En los últimos 40 años, la participación del gas natural en la mezcla energética ha crecido de 16 por ciento a más de 21 por ciento mientras que la del petróleo ha disminuido. El gas natural genera 22 por ciento de la electricidad del mundo y el petróleo sólo el 4 por ciento.

Además, durante la década actual, la perspectiva para los precios del gas natural se ha vuelto aún más bajista que para los precios del petróleo. Sanford C. Bernstein, una firma de investigación, estima que la oferta mundial de GNL aumentará en alrededor de 33 por ciento durante los próximos tres años, elevando la capacidad excesiva a alrededor del 10 por ciento. Hay mucha menos capacidad extra en el mercado petrolero.

Más que canguros

Al menos 130 mil millones de dólares de esta inversión en la oferta está en Australia, que dentro de unos años superará a Qatar como el productor de GNL más grande del mundo. Estados Unidos también intensificará el excedente. Sus primeras y muy retrasadas exportaciones de GNL deben ser embarcadas desde la Costa del Golfo en unas semanas.

La inversión en trenes de licuefacción, buques cisterna, terminales de regasificación y demás parafernalia necesaria para embarcar gas natural fue estimulada por un aumento en la demanda en Asia. Japón y Corea del Sur, que se disputaron el GNL después de que el desastre de Fukushima en Japón, en 2011, les obligó a cerrar reactores nucleares. China vio al GNL como una forma de diversificar sus fuentes energéticas y frenar la contaminación debida al carbón.

El  año pasado, sin embargo, esos países, que representan más de la mitad del consumo mundial de GNL, inesperadamente metieron freno. El subsecuente exceso de oferta significa que el precio spot del gas en Asia se ha desplomado.

Aquellos compradores que adquirieron contratos a largo plazo indexados al petróleo cuando el crudo estaba mucho más alto están sufriendo. Mel Ydreos, de la Unión Internacional del Gas, un organismo de la industria, dijo que las empresas chinas comprometidas con esos contratos están instando a los proveedores a renegociarlos. Señala que una compañía qatarí aceptó recientemente renegociar un contrato a largo plazo con un comprador indio, reduciendo el precio a la mitad.

¿Y Estados Unidos?

Gracias a los enormes suministros liberados por la revolución del esquisto, su referencia en Henry Hub, el centro de distribución ubicado en Louisiana, es por mucho la más barata del mundo, ligeramente por arriba de los dos dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU, por sus siglas en inglés). Sin embargo, si se suman los costos de licuefacción y transporte, los precios del GNL estadunidenses se elevan por encima de los 4 dólares por millón de BTU. En Europa y Asia, están uno o dos dólares más arriba.

Hace unos años, el rango habría sido mucho más amplio, desde 5 dólares en Henry Hub hasta 19 dólares en Asia.

Los precios más homogéneos son un paso importante hacia un mercado globalizado, dijo Trevor Sikorski, de la consultora Energy Aspects. Pero para llegar ahí, deben superarse varios obstáculos.

Qué hacer

Primero, los mercados comerciales deben volverse más profundos, con una mezcla de gas entubado y GNL para ofrecer precios más confiables. Asia, en particular, carece de la infraestructura y las interconexiones internacionales.

Segundo, se necesitan los mercados derivados para permitir que los productores compensen las oscilaciones de precios cuando invierten en costosa capacidad nueva.

Tercero, los usuarios finales necesitan desregular a los mercados energéticos para alentar la competencia a favor de mejores fuentes de suministro. Éstas, también, son escasas en Asia. Japón apenas ahora está empezando a liberar sus mercados de electricidad y gas. Mientras tanto, la probable inundación de GNL estadunidense en Asia podría hacer al Henry Hub un precio de referencia útil.

El impulso más fuerte para la reforma podría ser el temor de lo que sucedería sin ella. Pocos esperan que la capacidad excesiva en los mercados petroleros dure mucho más de uno o dos años, después de lo cual los precios del crudo podrían repuntar. Sin embargo, el exceso en el mercado del GNL pudiera durar más allá del 2020, en cuyo caso la disparidad entre los precios spot e indexados al petróleo pudiera inflarse y los compradores se rebelarían.

Otras materias primas han pasado por turbulencias similares cuando los precios spot divergieron de los contratos a largo plazo. El sistema de los “precios publicados” para el petróleo se vino abajo en los años 70. El mercado spot para el mineral de hierro recibió un impulso como resultado del colapso en la demanda durante la crisis financiera de 2008-2009.

Viento de guerra

Los productores y consumidores parecen estarse preparando para la batalla. El 27 de enero, los accionistas de Royal Dutch Shell, la empresa petrolera anglo-holandesa, dieron su aprobación para la compra por 35 mil millones de dólares de BG, anteriormente British Gas. El acuerdo creará al líder mundial indiscutible en GNL. Por otra parte, Tepco y Chubu Electric, dos empresas japonesas de suministro de electricidad, se han unido para crear el mayor comprador de GNL del mundo, para demandar mejores condiciones a los proveedores, incluyendo los contratos spot.

Será una pelea larga y difícil, pero los días de los contratos vinculados al petróleo parecen estar contados, concluyen los expertos.