Si sientes que la inflación oficial no es real, esto te interesa

CIUDAD DE MÉXICO.- La inflación tocó en diciembre un mínimo histórico de 2.13% en su medición anual y durante los siete meses precedentes rompió récords por números históricamente bajos.

Y aunque en enero repuntó a 2.61%, se mantiene en un nivel considerado bajo.

Uno de los principales comentarios de nuestros lectores, tanto en las notas como en redes sociales, es que estos números bajos no se veían en su realidad particular, que sentían más el impacto del alza de precios y no creían en la cifra que quincenalmente reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Para entender por qué no todos sienten el mismo impacto del aumento de precios, es necesario saber qué es la inflación y como se mide.

¿Qué es?

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de una economía. Esto significa que el número refleja el aumento de precios de todos los productos que se venden en una economía y se trata de incrementos a través del tiempo.

Cuando se ve el aumento del precio de un producto y es un aumento de una sola vez se le llama ajuste de precios relativos, no inflación.

Por ejemplo, si el gobierno de la Ciudad de México decide mañana subir el precio del boleto del Metro, se trata de un ajuste de precios relativos, no de inflación. La inflación sería el aumento de todos los precios de una economía, incluido el del Metro, que se dieron en cierto periodo.

¿Cómo se mide?

Para medir la inflación se usa el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que elabora el INEGI.

El INPC se construye a partir alrededor de 235,000 precios en 46 ciudades del país, los cuales se agrupan en 283 conceptos genéricos que se derivan de los conceptos de gasto que las familias reportan en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares.

Todos los genéricos se presentan en una base 100, donde el valor de una quincena en específico toma el número 100 y cambia en el tiempo según las variaciones porcentuales periodo a periodo. Esto permite que todos los genéricos se puedan comparar.

Una vez que se tienen los genéricos se construye el INPC, pero tomando en cuenta algo muy importante: la proporción del gasto que una familia promedio hace a un producto en específico.

Por ejemplo, no impacta lo mismo a una familia que suba el precio de un celular, que si bien es un gasto fuerte no se hace diario, que el del jitomate. Para reflejar esto, el INPC se construye a partir de ponderar los genéricos, es decir, darles un peso específico de acuerdo a la proporción del gasto que representa para los hogares.

¿Y por qué siento que me pega más?

Es en este punto donde sale a la luz la razón de que mientras se dice que en la economía los precios han subido 2.6% en los últimos 12 meses, una persona siente que han subido 10 por ciento. Y es que la estructura de gasto de una familia o persona, dependiendo de su ubicación, edad y nivel de ingreso, se puede alejar del promedio que se usa para el cálculo del INPC.

¿Quieres saber cuál es tu inflación? El INEGI tiene un simulador de inflación que permite a los usuarios poner a cada genérico el gasto mensual que hace en ellos y a partir de su propia estructura de gasto calcula un índice de precios e inflación personal.

Por ejemplo, en un ejercicio rápido con mi estructura de gastos, mi índice simulado en diciembre fue de 122.124 puntos, mientras que el INPC observado fue de 118.532 puntos.

Esto implica una inflación anual de 5.2% para mi bolsillo, frente al 2.13% para la economía en general.