Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

19 Feb, 2016

Invertir cuando nadie sabe nada

¡Ah, el extraño encanto de vivir en el siglo XXI! El mundo financiero más incierto del que se tiene memoria. La única verdad financiera que existe es que quien dice qué es lo que va a pasar es porque no sabe nada. Si es China, si es el petróleo, si son los desajustes del mercado…. De tin marín de do pingüé. Si la gráfica del tipo de cambio fuera el electrocardiograma de una persona, el paciente ya estaría muerto.

Y como bien dice el dicho (hablando de morir) lo que mata no es la bala sino la velocidad… Lo que mata no son los movimientos sino la incertidumbre. La primera verdad en el mundo del dinero y de los negocios es que el peor enemigo es la incertidumbre. El no saber qué va a pasar nos ataca de manera doble. Por un lado nos frena (“no voy a tomar ninguna decisión hasta que el panorama no se aclare”), y, por otro, nos confunde y nos obliga a tomar decisiones que, a largo plazo, no son las adecuadas. Combinación letal. Hacemos poco y lo hacemos mal. Lo peor de todo es que esta situación de incertidumbre no tiene fecha de caducidad, por lo que no podemos estar en ascuas eternamente.

La segunda verdad es que no podemos jamás controlar el medio ambiente. No somos Carstens, ni Yellen ni la gallina de los huevos (que ya no tienen que ser de oro para ser caros, con que sean de dólares). Sobre lo único que tenemos control es sobre nuestro propio patrimonio y nuestro negocio.

¿Cómo podemos blindar e incluso hacer crecer nuestro patrimonio y nuestro negocio en estos momentos?

1.-No poner todos los huevos en la misma canasta. La diversificación, un concepto clave en cualquier momento, se vuelve fundamental. La única manera de reducir el riesgo de nuestras inversiones es repartiendo nuestro dinero entre diferentes mercados, diferentes plazos y diferentes monedas, para así poder aprovechar los movimientos alcistas de los instrumentos que se beneficien por la incertidumbre y compensar las pérdidas de los que se vean afectados por ella.

¡Mucho ojo! Éste no es el momento de hacer un extreme-makeover a tu estrategia de inversión, simplemente de examinarla bien y rebalancear el portafolio, privilegiando instrumentos que ofrezcan mayor certidumbre y estabilidad.

Para tu negocio es indispensable que en estos momentos hagas cuentas de nuevo, sobre todo si en tu negocio tienes insumos o deudas valuadas en dólares y, en caso de ser posible, que hables con tus proveedores y acreedores para poder minimizar el impacto en tus costos.

Sí, diga lo que diga Andrea Legarreta, en el mediano plazo probablemente exista un impacto a tus costos que, en la medida que no puedas absorber, tendrás que reflejar en el precio.

2.- Contar hasta 10… o hasta 20. El nerviosismo es el peor consejero, más aún cuando está cimentado, como en la mayoría de los casos, en falsos rumores o eventos de repercusión momentánea. Una decisión tomada en pánico es una de la que, probablemente, te vas a arrepentir.

Una buena manera para mantener la cabeza fría es cuidando las fuentes de donde obtienes información. Procura informarte y forjar tu criterio a través de medios serios y reconocidos, y pon oídos sordos a las palabras necias, y generalmente erróneas, de seudosexpertos, como familiares y amigos, que sólo repiten y exageran la realidad.

3.-La vida después de la tormenta. Aun con el ruido que puedan hacer los  rumores, tus ojos deben estar puestos en el largo plazo. Si estás planeando llevar a tu negocio a un lugar en particular o con cierto objetivo en mente o con base en una estrategia definida, continua con tus planes, simplemente ajustando tus acciones diarias para hacer frente a la mayor incertidumbre. Tu plan de negocios, en éste y en todos los momentos, debe estar hecho tomando en cuenta tus necesidades, metas y carácter particular, no con base en lo que se espera en el corto plazo.

4.- No te creas Superman… aunque todos los demás juren poder volar. En épocas de volatilidad se abren oportunidades de especulación que permiten ganar mucho dinero en poco tiempo; por más tentador que esto suene, éste no es el momento de volverse un inversionista-especulador. Desafiar al mercado es una estrategia muy riesgosa que sólo debe ser utilizada por los expertos, concientes de los riesgos que asumen y cuya tolerancia a solventar pérdidas es amplia… en el mismo corto tiempo que puedes ganar una fortuna, puedes perder hasta la camisa.

Continúa conservadoramente con tu estrategia de negocios y tu estrategia de manejo de dinero en tu empresa. Jamás especules con la caja o las inversiones de tu empresa.

5.-Una manita. El contar con buenos asesores es, en estos momentos, más importante que nunca. Busca el servicio de una persona capaz y experimentada que sepa actuar con frialdad ante la incertidumbre y que esté respaldada por un equipo de analistas que avalen la veracidad de sus recomendaciones. Sobre todo debes encontrar a alguien que escuche tus inquietudes y preferencias y que esté dispuesto a explicarte u aclararte una situación tantas veces como sea necesario.

No hay mal que por bien no venga. El aprender a sobrellevar este momento de incertidumbre financiera, que no será el último que enfrentes en la vida de tu negocio y en la personal, es una excelente manera de fortalecer las bases de tu patrimonio y de tu empresa y de pulir tu colmillo financiero. Como bien escribió Rudyard Kipling “Si puedes mantener la cabeza, cuando todos a tu alrededor pierden la suya, serás un hombre, hijo mío”… y un mucho mejor emprendedor.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube