Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

11 May, 2016

Movie-Games

Salvo contadas excepciones, las adaptaciones cinematográficas de videojuegos no han sido un modelo contundente de éxito en taquilla, premiaciones o entre la crítica.

La primera película basada en un personaje de consola fue Super Mario Bros (1993), que casi arruinó la reputación de actores respetados como Bob Hoskins, Dennis Hopper y John Leguizamo y cuya cosecha de monedas fue de casi 21 millones de dólares, menos de la mitad de los 48 millones que costó, de acuerdo con el sitio especializado Box Office Mojo.

A partir de ahí, una treintena de filmes han tratado de capitalizar la afición gamer sin que alguno de ellos sea particularmente memorable. Entre ellos se cuentan fracasos sonados como el de Final Fantasy: The Spirits Within (2001), que obtuvo en la taquilla mundial 85 millones de dólares, muy por debajo de su inversión de 137 millones, y el de Doom (2005), cuya recaudación global de casi 56 millones de dólares ni siquiera compensó los 60 millones que requirió su producción.

En contraparte, Resident Evil, vehículo de lucimiento de la actriz Milla Jovovich, ha resultado una lucrativa franquicia de cinco partes que entre 2002 y 2012 han vendido un boletaje con valor superior a los 900 millones de dólares, y del que se prevé estrenar en enero próximo el capítulo final. Igual puede decirse de Tomb Raider, cuyas dos partes obtuvieron entre 2001 y 2003 más de 430 millones de dólares y contribuyeron a fortalecer la popularidad de Angelina Jolie (quien, por cierto, será sustituida por Alicia Vikander en el relanzamiento de la saga sobre Lara Croft).

La escasez de argumentos originales hace que Hollywood se siga inspirando en las consolas como si se tratara de una fórmula eficaz, y 2016 no es la excepción. Este año, cuatro juegos nunca antes llevados a la pantalla grande buscarán seducir a los aficionados a las palomitas.

La tanda comenzó justamente la semana pasada con el estreno en Estados Unidos de Ratchet & Clank, adaptación animada de un título publicado en 2005 por Sony para su consola PlayStation 2 y que no es precisamente un clásico que justificara su traslado al celuloide. A pesar de contar en el doblaje con estrellas como Rosario Dawson, Paul Giamatti, John Goodman y Sylvester Stallone, con apuros recaudó siete millones de dólares en su primer fin de semana.

Se esperan mejores resultados de dos franquicias mucho más complejas y populares. El 10 de junio llegará a las salas estadunidenses Warcraft, basada en una serie iniciada en 1994 con una historia y estética de corte fantástico tipo El señor de los anillos, y que verá la luz después de que el pasado lunes se cumplieran diez años de que su rodaje fuera anunciado en un comunicado por Blizzard Entertainment y Legendary Pictures.

Y si no hay cambio de última hora, el 21 de diciembre se estrenará también en la Unión Americana Assassin’s Creed, la saga de juegos desarrollados por Ubisoft que remite a la época de las Cruzadas y que presumirá en la marquesina los nombres de Michael Fassbender y Marion Cotillard. Tanto Warcraft como Assassin’s Creed tienen en común que sus tramas han sido publicadas también como novelas en papel y en e-book. Pero el caso más peculiar es The Angry Birds Movie, que se estrenará pasado mañana en las salas mexicanas, una semana antes que en Estados Unidos. A diferencia de los títulos antes descritos, que pueden describirse como adaptaciones de videojuegos convencionales, en este caso se trata del primer largometraje basado totalmente en una aplicación para iPhone.

La singularidad de este hecho va aparejada a la propia historia de Angry Birds, que puso en el mapa a la startup finlandesa Rovio en diciembre de 2009 emulando la mecánica de Crush the Castle, un juego para computadora lanzado ocho meses antes por Armor Games, en el que por medio de un fundíbulo se arrojaban piedras contra caballeros medievales encerrados en castillos de madera y piedra.

La filmación de The Angry Birds Movie fue anunciada en diciembre de 2012, cuando la app todavía florecía gracias a versiones temáticas como la de Star Wars. Cuatro años después, el fenómeno pasó de moda y ahora Rovio ha depositado todas sus esperanzas de supervivencia en el éxito de su película, luego de que el año pasado tuviera pérdidas por casi 15 millones de dólares. Nunca como antes había necesitado dar un buen golpe para levantar el vuelo.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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