Ahora fuimos al tianguis con el salario mínimo y nos alcanzó para esto

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace una semana tomamos lo que gana un trabajador con el salario mínimo al mes, es decir, 2,191 pesos y fuimos al súper para ver qué tanto nos rendía.

Lo primero que nos dimos cuenta es que es insuficiente para solventar el costo de la canasta alimentaria y la no alimentaria, pues de acuerdo con el Coneval, ambas tienen un valor conjunto de 2,660.46 pesos, según datos hasta mayo de 2016.

Lo que quiere decir que muchos productos tienen que quedarse fuera de la lista de compras de un trabajador que vive con el salario mínimo.

Sin embargo, sólo la canasta alimentaria tiene un valor de 1,330 pesos, según el Coneval, y en nuestra visita a Walmart pudimos comprar casi todo lo que incluye. Gastamos casi 1,000 pesos, pero eso nos dejó con sólo 300 para cubrir otros gastos del mes que considera la canasta, tales como agua embotellada, jugos y refresco de cola, y también los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar. Gastos con un valor estimado de 567.68 pesos.

Mira todo lo que pudimos comprar en este link.

Pero algunos lectores señalaron que en el tianguis es más conveniente comprar, dado a que en las cadenas minoritas puede haber precios más elevados, así que fuimos con esa misma cantidad a un tianguis de la ciudad de México para ver qué podíamos comprar.

Lo primero que hay que destacar es que, pese a la basta oferta de algunos productos, no es seguro encontrar todos lo que contempla la canasta básica. En nuestro caso no encontramos leche, pan dulce, pan para hamburguesas, pan blanco, cereal, jamón de pierna, naranja y yogurt, por lo que algunos artículos no los incluimos esta ocasión.

Lo que sí encontramos fue lo siguiente y cabe destacar que algunos productos son más caros que en el súper, tales como el pescado, la tortilla, el arroz y el aceite.

Si de nuestra lista de compras del súper eliminamos los mismos artículos que no encontramos en el tianguis, el costo total es de 665 pesos, 114 pesos más que en el tianguis. Sin tomar en cuenta que en éste muchas veces es posible regatear los precios.

No obstante, el problema del trabajador sigue siendo el mismo: al intentar comprar la canasta alimentaria y no alimentaria, el salario mínimo se queda corto.