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CIUDAD DE MÉXICO.- Los cíborg (organismos compuestos de estructuras orgánicas y cibernéticas) serán algo común hacia 2020 asegura el activista y artista británico Neil Harbisson, considerado como uno de los primeros en su tipo porque colocó una antena en su crá- neo, que ya es parte de su organismo, para poder escuchar los colores.
Él padece una condición llamada acromatismo que le impide ver colores como el rojo o el amarillo y, en lugar de buscar una forma para verlos, decidió escucharlos.
Siguiendo la teoría de que cada color se relaciona con una frecuencia y ésta a su vez con una nota musical, de tal forma que el color rojo se escucha grave y un violeta es agudo, fabricó la antena para “percibirlos” y “escucharlos”.
Al presentarse en la Aldea Digital Telcel-4GLTE Infinitum 2016, en el zócalo de la Ciudad de México, comentó que ahora incluso puede escuchar cosas que sólo los animales son capaces, como los colores infrarrojos o los ultravioletas.
Para eso ayudó a cofundar la empresa Cíborg Nest cuyo primer producto se llama North Sense que consta de un sensor instalado en el pecho que permite al usuario saber siempre dónde queda el norte y así tener un mejor sentido de ubicación, como las aves que migran cada año.
También trabaja en el proyecto Seismic Sense en el que un par de sensores le permiten saber a una persona cuándo hay un temblor en cualquier parte del mundo y lo sentirán como una vibración en todo su cuerpo.
A lo que se añade el Internal Radar, un sensor para poder moverse aun sin abrir los ojos o que colocado en la espalda será como tener ojos atrás.
O bien la idea de colocar un sensor para determinar el sentido del tiempo, es decir, éste consideraría a la cabeza como una especie de círculo y el usuario sentiría un calor en determinada área que indicará la hora.
Ataviado con una chaqueta llena de colores, porque dice que suenan bien, Harbisson aceptó que el camino para los cíborgs no es sencillo porque se requiere establecer una serie de nuevos derechos para ellos y por eso crearon la Fundación Cíborg.
El principal es que puedan hacerse una cirugía legalmente, ya que en estos momentos muchos comités de bioética en los hospitales rechazan implantar los sensores.
Harbisson consideró que los cíborgs no sólo necesitarán nuevos derechos, también la moda es otro factor importante.
Por ello es que se alió con el diseñador barcelonés, Francesc Cardona, para crear la marca H+C que tendrá su primera pasarela en Nueva York el próximo 8 de octubre.
DVR
