Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

23 Sep, 2016

Algunos de mis mejores amigos…

Cuando emprendes cambia en tu vida no sólo en cuestión de horarios, prioridades y objetivos, sino también en cuestión de la gente que te rodea, tus nuevos “mejores amigos” son personajes esenciales en la vida del negocio…. Y no, no me refiero a que éstos reemplacen a los amigos de la vida, pero el tiempo que pasas hablando, mandando correos y pensando en estos nuevos actores de tu vida, definitivamente hace que se conviertan en un grupo especial.

De estos nuevos amigos ahora depende la estabilidad de tu negocio, la viabilidad financiera y tu salud emocional. Es fundamental tenerlos a todos y generar una buena relación con ellos…Con nadie estás casado de por vida, si eliges un médico erróneo siempre lo puedes cambiar, pero elegir las personas adecuadas y formar relaciones de largo plazo es invaluable. No sólo por el tiempo que vas a ahorrar, sino por la sinergia que se genera cuando llevas mucho tiempo trabajando con la misma persona.

Tus nuevos mejores amigos son:

1) Tu contador: No importa cuán versado te creas en chino mandarín, a la hora de pagar impuestos y hacer todos los trámites fiscales es indispensable tener una persona de confianza que entienda lo que necesitas (como negocio incipiente) y que te ayude a lograr tus objetivos de la manera más eficiente y sana posible. Las opciones a elegir comprenden un despacho contable grande o un despacho contable pequeño, o un contador independiente. Todos tienen pros y contras y, generalmente, el precio está directamente ligado a la cantidad de servicios que ocupes y al grado de laboriosidad que tu contabilidad implique. Como regla general, siempre elige a un contador paciente que tenga el tiempo de escucharte y resolver la misma pregunta un sinnúmero de veces. Entre mayor sea el involucramiento directo de la persona en tu empresa, mejor la relación y mejor los resultados.

2) Un programador web. Tarde o temprano vas a necesitar uno. Salvo que seas muy ducho en las artes de la programación, eventualmente vas a necesitar a una persona que te ayude a establecer una presencia en la red. Presencia, la cual, va a ir cambiando con el paso del tiempo, por lo que vas a necesitar evolucionar con él o ella. Necesitas una persona o grupo de personas que tengan conocimientos en tres áreas (las primeras dos indispensables): programación, diseño visual y estrategia virtual. Necesitas una página que funcione, que visualmente sea atractiva y que sea vista por el mayor número de clientes potenciales. Si esta persona va a administrar el servicio web (o sea, el servidor) necesitas averiguar muy bien la capacidad presente y futura de sus servicios.

3) Un diseñador… Forma es fondo. Más bien dicho: imagen es fondo. Eventualmente vas a necesitar un logo que te distinga y una imagen corporativa individual. No es un asunto menor. El dedicar tiempo a diseñar la imagen correcta (sí, no es una prioridad en un principio, pero eventualmente lo será) es muy importante para empezar a crear “marca” y sentar una huella en clientes, clientes potenciales y el público en general. Despachos grandes, despachos chicos o diseñadores independientes. Nuevamente, como con los contadores, todos tienen pros y contras, el chiste es elegir al correcto para tu carácter. Indispensable una persona en tono con las necesidades y restricciones de los pequeños negocios.

4) Una agencia de contratación de personal. Parecerá irónico, pero los números de desempleo en México no están relacionados con la facilidad para llenar vacantes. Puedes pensar que en el momento que necesitas contratar a una persona, los candidatos van a alinearse de a cientos en la puerta. El proceso de encontrar empleados no sólo puede ser complicado, sino también puede ser muy laborioso. Una agencia que pueda encontrar gente (y que pueda, o no, hacer el proceso de subcontratación) es un “aliviane” tremendo. El costo que tiene bien se compensa por el ahorro en tiempo y por la garantía que muchos de ellos ofrecen para reemplazar el personal contratado por medio de ellos.

5) Un abogado. Sí, dicen que entre más lejos de los abogados mejor. Pero es fundamental tener un buen abogado. Existen tantas ramas del derecho como de medicina, por lo que es recomendable tener una buena relación con un “generalista” al que puedas recurrir en primera instancia y, en caso necesario, te refiera a un especialista.

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