Sueño cumplido

Casi simultáneamente a que el grupo encabezado por Ricardo Salinas Pliego ganara la licitación de Imevisión para crear Televisión Azteca, el inicio de la competencia en la televisión abierta, muy diversos grupos de la sociedad comenzaron a decir que se requería una tercera cadena de televisión.

Con razón argumentaban que la competencia contribuiría no sólo a romper cotos de poder económico, sino también a mejorar la democracia en el país, puesto que los televidentes (sin pagar) podrían tener acceso a otras visiones de un México diverso, plural y hasta contradictorio.

No fue sino hasta el Pacto por México, a principios de esta administración, que comenzó a convertirse en realidad cuando, producto de la Reforma de Telecomunicaciones, se ordenó al Instituto Federal de Telecomunicaciones que licitara las frecuencias de televisión abierta.

El organismo encabezado por Gabriel Contreras hizo un proceso transparente y competido que cumplió el doble objetivo de maximizar los recursos para el Estado y generar condiciones de competencia efectiva en favor de los consumidores.

MAVERICK

Curiosamente muchos de los que, con razón, pedían una tercera cadena de televisión comenzaron a decir que era tarde, que las nuevas formas de difundir contenidos hacían difícil que un nuevo competidor tuviera éxito.

Afortunadamente para los consumidores en México, hay empresarios como Olegario Vázquez Aldir, director de Grupo Empresarial Ángeles, quienes en lugar de tomar una posición tan cómoda como la mayoría decidió invertir no únicamente dinero, una inversión de arranque de 10 mil millones de pesos (ganó la licitación con un pago de mil 808 millones de pesos), sino conjuntar una gran cantidad de talento para cumplir con una demanda de grandes grupos de mexicanos: una nueva opción para ver televisión abierta.

Desde las 20 horas de ayer, la tercera cadena de televisión es una realidad. Como le he informado se trata de una oferta diferente que arranca desde los gustos de quienes consumen televisión abierta.

De acuerdo con datos del IFT, el 98% de los mexicanos tiene televisión y el 81% elige canales de televisión abierta, lo que genera una importantísima oportunidad de negocio para un empresario que decide invertir y arriesgar su capital para generar una oferta maverick dentro del mercado.

Este principio de competencia económica significa que hay un entrante que, mediante una oferta disruptiva, da al consumidor beneficios superiores a los que espera que genere un nuevo entorno de competencia.

En un mercado en el que hay una mayor competencia, los participantes generan mayores y mejores habilidades en favor de los consumidores.

El simple nacimiento de Imagen Televisión demuestra que esta arista de la reforma constitucional a las telecomunicaciones también fue exitosa no sólo porque se trata de un diseño institucional correcto que fue operado magistralmente por el IFT, sino porque hoy la oferta de televisión abierta es mucho más profunda, lo que beneficia a los trabajadores del sector, anunciantes, televidentes y, en particular, a la democracia, puesto que hoy el país tiene nuevas voces.

SIN CAMBIOS

Todas las señales indican que el proyecto de Ley de Ingresos transitará por la Cámara de Diputados sin ningún cambio, lo que genera una suerte de sorpresa entre algunos analistas.

Ciertamente es facultad de los legisladores hacer cambios a lo enviado por el Presidente de la República, sin embargo, no tienen obligación de hacerlo. Las bases son totalmente prudentes, puesto que atienden a los principios básicos de corrección económica.

Se busca regresar al superávit primario, disminuir las obligaciones financieras del gobierno federal; se parte de la base de no aumentar impuestos, quitar beneficios fiscales a los contribuyentes o crear nuevos impuestos.

Reconoce que se tiene que controlar la deuda, para después comenzarla a disminuir haciendo un recorte en aquellas áreas en las que no se afectan los temas fundamentales de la economía y se promueve el crecimiento.

Hacer cambios absurdos, como los que ha venido empujando el PRD, sería poner las bases para una crisis económica. Aun cuando parecería poco probable parecería que está ganando la prudencia entre los legisladores, lo que evitaría una crisis como la que ha logrado evadir México gracias a la solidez de sus políticas económicas.

CORRECCIÓN

Al hablar sobre las empresas de crowdfunding el viernes cometí una imprecisión al mencionar a Kubo Financiero como parte del sector que no está sujeta a regulación y, por lo tanto, implica un grave riesgo de fraude, como el que ya estalló en Foodies y la plataforma Fondeadora.

Kubo Financiero es una empresa regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Ofrezco una disculpa a los lectores por este error.