David Páramo

Análisis superior

David Páramo

2 Nov, 2016

De Guatemala a Guatepeor

Hay una visión tan extendida como imprecisa de que si gana las elecciones en Estados Unidos Donald Trump, a México le va a ir muy mal, por lo que hay verdaderas oleadas de pánico que se pueden percibir en el tipo de cambio como una suerte de termómetro de los temores de la población.

Después de que durante prácticamente todo octubre el peso registró una importante recuperación del peso ligada a la creencia de que la candidata demócrata aventajaba en las encuestas y hasta algunos aseguraban que tenía 90% de posibilidades de ganar la elección, en los últimos días, el peso ha perdido terreno frente al dólar derivado de la reapertura de una investigación del FBI en contra de la puntera en las encuestas. En la sesión de ayer el dólar, en el mercado spot llegó a 19.21 pesos, el nivel que tenía el 7 de octubre, previo al segundo debate entre ambos candidatos.

Se trata de una depreciación del 1.6% en un solo día, el peor comportamiento intradía desde el 16 de septiembre. En el mercado de menudeo llegó a tocar máximo de 19.50 pesos por dólar, en medio de una sesión con momentos de pánico.

Así, por descarte, parecería que el corazón y las esperanzas de muchos mexicanos están con Hillary Clinton, quienes confían en que con la candidata del Partido Demócrata a nuestro país le iría mejor.

En los últimos días he entrevistado a una larga cantidad de directivos de empresas financieras, comerciales, de servicios, así como directores de análisis sobre el impacto que tendría cualquiera de las dos posibilidades en las elecciones de Estados Unidos.

En ambos escenarios hay preocupación.

DÍA SIGUIENTE

Todos coinciden en que en este momento es prácticamente imposible dar un ganador, puesto que será una elección verdaderamente cerrada, en la cual no sólo hay un gran número de indecisos, sino que además influye el tema de los votos electorales. Si gana las elecciones Clinton la mayoría espera que el tipo de cambio del peso frente al dólar se ubique en un rango de entre 18 a 18.50 pesos por dólar y que se tenga cierta certidumbre.

En el caso de que gane Trump, la mayoría espera oleadas de pánico, estilo Brexit, que podrían llevar al tipo de cambio a niveles de entre 22 y 23 pesos en medio de una gran incertidumbre que se extendería entre la elección y la toma de posesión.

Calculan que el tipo de cambio elevado se mantendría en un lapso de entre cuatro y seis meses, en la medida en que los agentes económicos se dieran cuenta que el entonces Presidente de Estados Unidos no tendría el apoyo del Congreso.

MEDIANO PLAZO

Si bien es cierto que el exaltado discurso de Trump en contra de México generaría un efecto muy negativo de entrada en los flujos de inversión, puesto que los flujos se detendrían, la realidad es que en el mediano plazo, los efectos no serían muy diferentes a los que tendría la presidencia de Clinton, la cual califican como una reedición del gobierno de Barack Obama.

Ambos están abiertamente en contra del TPP, fundamental para los intereses de México; los dos han dicho que pretenden la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La candidata demócrata tiene mayores incentivos para renegociar el TLCAN si se considera su programa de impulso al empleo, que no es tan diferente en los hechos al planteado por Trump.

Hay una gran cantidad de evidencias de que Clinton es contraria al libre comercio, como lo ha demostrado a lo largo de su gestión en el gobierno donde, incluso, se opuso a acuerdos comerciales de su país con países de Centro y Sudamérica.

Se da por descontado que ninguno de los dos podría hacer grandes cambios en materia migratoria. Trump, simplemente, no podría deportar más de 600 mil ilegales al año (tan sólo hay 11 millones de mexicanos) y Clinton no podría, como su antecesor, hacer una reforma migratoria como la que ha planeado.

HISTORIA

Quienes conocen bien la historia de las relaciones entre México y Estados Unidos saben que los presidentes emanados del Partido Demócrata son más lesivos a los intereses comerciales y económicos de México.

Dos ejemplos, durante la administración Obama se han deportado a más de 2.5 millones de personas. Bill Clinton, con el apoyo de Hillary fue el que más metros de muro construyó para separar a México y Estados Unidos.

En resumen, no se haga muchas ilusiones. Gane quien gane no será bueno para México y de ahí que sea necesario reforzar los elementos internos de la economía.

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