David Páramo

Análisis superior

David Páramo

3 Nov, 2016

Plan DN III financiero

Ante el incremento en la posibilidad de que Donald Trump gane la elección presidencial en Estados Unidos la próxima semana han crecido las oleadas de pánico, no únicamente entre los participantes del sector financiero, sino en amplios sectores de la población sobre el nivel que podría alcanzar el peso frente al dólar y cómo repercutiría en la economía mexicana.

Ayer documenté en esta columna que en el muy corto plazo hay quienes consideran que el tipo de cambio podría tocar máximos en niveles ligeramente superiores a los 22 pesos, aun cuando no faltan aquellos quienes creen que incluso podría irse hasta 25 pesos por dólar.

Así las cosas, hay quienes consideran que el gobierno federal debería establecer una suerte de Plan DN III en materia financiera que incluya intervenciones de la Comisión de Cambios (integrada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda) o alguna otra medida para tratar de defender cierto nivel de tipo de cambio.

No es la primera vez que surgen voces que piden este tipo de acciones que son totalmente inútiles o, como diría ayer José Antonio Meade, sería lanzar gotas al mar puesto que se trata de un fenómeno internacional.

FUNDAMENTOS

Es necesario recordar principios básicos:

Primero. Desde hace más de dos décadas el tipo de cambio no es la piedra de toque de la economía mexicana. Cuando el tipo de cambio es fijo se trata de la última línea de defensa de una economía y en el momento que se tiene que devaluar se genera una crisis en toda la economía.

El tipo de cambio libre es la primera línea de defensa de la economía y funciona como un amortiguador. La función de la Comisión de Cambios es vigilar que haya orden en el mercado de divisas, no defender una paridad.

Así las cosas.

Segundo. No está entre las funciones de la Secretaría de Hacienda ni de el Banco de México defender ningún nivel de tipo de cambio, sin preservar el poder adquisitivo del peso. Así, el instituto central tiene que usar herramientas de política monetaria como el aumento de las tasas de interés para evitar que la inflación esté por encima de la meta de largo plazo, es decir, una inflación de 3% más menos un punto.

Banxico ha sido particularmente cuidadoso de evitar que las expectativas inflacionarias por la depreciación del peso se trasladen a la inflación que actualmente se encuentra en 3.09% a tasa anual y se espera que termine el año con una tasa de crecimiento anualizada de 3.2 por ciento.

ACCIONES

Tratar de defender algún nivel de tipo de cambio sería total y absolutamente ineficaz. De entrada, ni los más de 170 mil millones de dólares de reservas internacionales ni la línea contingente del FMI serían suficientes para defender una paridad. Sería como tirar el dinero a la basura.

En un segundo aspecto, ¿qué nivel de tipo de cambio y por cuánto tiempo comenzaría a generar presiones inflacionarias en todos los sectores de la economía? Así, lo prudente es mantener una política de tasas de interés proactiva, como la que ha seguido el Banco de México, la cual permite disminuir las presiones inflacionarias sin descarrilar la economía.

A pesar de que la depreciación del peso supera ya 45% durante esta administración, durante los últimos 21 meses la tasa anual de la inflación se encuentra en niveles de 3% y en 17 de ellos se mantuvo por debajo de ese nivel.

Hoy es totalmente posible esperar que el PIB avance a una tasa anual ligeramente superior a 2.1% con el consecuente impacto positivo en el empleo y la consistente recuperación del salario.

En el escenario, cada vez más probable, de que Trump gane, es necesario tener claro que el repunte de las últimas semanas que ha tenido el peso frente al dólar podría tener algunos momentos atípicos, especialmente en el mercado spot. No debe olvidarse el dicho común en el sector financiero compra con el rumor y vende con la noticia.

Sin embargo, lo más probable es que en el caso de que gane el candidato del Partido Republicano se vivan momentos de pánico en los mercados, especialmente en materia cambiaria.

No hay que perder en el panorama algo muy relevante. Cuando se dio el Brexit hubo pocos días de pánico hasta que se asimiló totalmente la noticia. No debe descartarse un panorama.

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