David Páramo

Análisis superior

David Páramo

10 Nov, 2016

Average John

Los estudiosos de cuestiones muy complejas, encuestadores, comentocracia y demás faunas intelectuales no entienden cómo es posible que Donald Trump haya ganado la Presidencia de Estados Unidos y dicen, desde los pedestales de su ego, que deben hacer análisis de lo que está pasando.

No faltan aquellos que dicen que se equivocó la población, que triunfó la sinrazón y descalifican a los votantes. Se trata de una posición tan ególatra como equivocada puesto que la suma de las voluntades populares es lo que construye una democracia.

Desde marzo estaba convencido de que Trump ganaría la elección presidencial como dejé constancia en este espacio y en los demás que tengo dentro de Grupo Imagen. En septiembre señalaba abiertamente en mi programa de radio tal convicción.

¿EN QUÉ ME BASÉ?

1.- Quienes contienden por la Presidencia de Estados Unidos sólo pretenden ser jefes del Ejecutivo de esa nación, no más, no menos. Parece un absurdo, pero muchos creen que el cargo viene con el gobierno mundial y la obligación sagrada de proteger los intereses de México.

En la campaña buscan convencer a los votantes, es decir, a sus compatriotas. En el gobierno lo que suceda en el resto del mundo es un efecto colateral que procesan bajo la óptica de su beneficio.

Este principio obvio no es comprendido por mucha gente que espera que Estados Unidos le dé a los mexicanos que viven ilegalmente en ese país lo que se les conculca en su tierra.

CRISIS

2.- La economía de Estados Unidos está en crisis desde 2008 y Barak Obama sólo se dedicó a construir discursos triunfalistas y no a cumplir con las promesas que hace ocho años hacían llorar al average John, ese ciudadano promedio que se vio especialmente afectado no sólo por la crisis hipotecaria, sino el deplorable comportamiento de la economía.

Desde hace dos años la Fed no ha encontrado elementos suficientes para normalizar la política monetaria. De hecho, sólo ha hecho un aumento, dudoso, en diciembre del año pasado.

Los cuatro signos sobre la salud de la economía de aquel país no han mostrado un comportamiento ascendente y ni siquiera señales claras de recuperación.

3.- En este contexto el TLCAN es visto como una de las causas de la depresión económica. Es claro que a México le ha ido mucho mejor con ese acuerdo comercial que a Estados Unidos, lo que se convierte en una tierra fértil para un discurso que garantiza que se volverá a hacer América grande con una nueva industrialización y avance en la infraestructura.

CERRAZÓN

4.- Desde el punto de vista social es claro que el mundo avanza hacia fronteras mucho más cerradas. Que el espíritu internacionalista de finales del siglo pasado se ha perdido ante las amenazas terroristas y las tensiones internacionales. El Brexit, otro fenómeno mal leído por los intelectuales, no tuvo que ver con el comercio, sino con el miedo a la violencia internacional y la obligación de mantener a extranjeros.

5.- Los migrantes ilegales, muchos de ellos mexicanos, típicamente son asociados con el crimen y, en el menos malo de los casos, personas que pretenden ejercer derechos por los que no han pagado.

6.- El discurso de Trump es cercano a los deseos del average John. Un país grande, orgulloso y que regrese a ser la más grande potencia internacional. Una economía que crece de una forma sólida y que recupera no sólo la capacidad de generar empleos, sino la esperanza.

INCORRECCIÓN

7.- Como señalé en reiteradas ocasiones en esta columna, otra falla grave en el análisis de Trump es perderse en el discurso políticamente incorrecto de este hombre. Las sociedades se han vuelto particularmente hipócritas, puesto que se tiene mucho miedo a las palabras y se busca ser políticamente correctos.

En los hechos, las cosas no han cambiado. Clasismo, racismo, xenofobia existen, pero llenas de palabras que tapan la realidad o, algunos creen, la hacen menos dura.

Sin embargo, se mantienen. Reflexione cómo ve a los migrantes ilegales centro y sudamericanos; los migrantes haitianos y africanos en México; los meseros argentinos.

Seguramente ha escuchado a muchos mexicanos como el perredista Miguel Barbosa, quien se opone a la repatriación de quienes viven ilegalmente. Para muchos mexicanos lo único bueno que tienen esos hombres y mujeres son los 25 mil millones de dólares de remesas.

El discurso de Trump, políticamente incorrecto, habló por el average John. Los políticos y analistas, especialmente en el caso de México, deben salir de los vericuetos de sus egos para darse cuenta que el que decide una elección es el hombre promedio y no sus grandes análisis.  

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