David Páramo

Análisis superior

David Páramo

29 Nov, 2016

La imbecilidad económica

Esta semana se reunirá la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos para determinar el aumento al salario mínimo general a partir del año próximo, en un contexto en el cual existe espacio para dar un paso en la recuperación de los, pocos, mexicanos que tienen este emolumento.

Aquí es necesario destacar cómo se ha venido construyendo esta posibilidad que, si bien había sido planteada por la Conasami, tomó velocidad con la presión política, a veces desbordada, del gobierno de la Ciudad de México.

Primero. Se eliminó al salario mínimo de un carácter que jamás debió tener como unidad de cuenta. Hoy existe la Unidad de Medida y Actualización para cumplir con esa función pero, lamentablemente, los legisladores no han terminado el trabajo. A ellos sólo les interesa el relumbrón y las declaraciones que, según ellos, les hacen parecer inteligentes.

La Conasami tenía que considerar el impacto en el financiamiento a los partidos políticos, multas, recargos y el costo de los créditos a los trabajadores afiliados al Infonavit, así que se perdía el objetivo central.

Segundo. Durante todo este tiempo se ha venido trabajando en hacer estudios sobre los impactos económicos de aumentar el salario mínimo en temas fundamentales como la ocupación, empleo formal y la capacidad real de los empresarios, particularmente, los micro y pequeños que son los mayores empleadores del país.

Este tiempo ha servido para disminuir las posiciones cursis y ridículas como que es necesario aumentar el salario mínimo por decreto, ya que es lo justo, ya es hora y otras que tienen que ver con el retraso que tiene el salario mínimo con relación a la Constitución. Así se llegó a la cifra de 89.35 pesos diarios.

Un tema fundamental es determinar el llamado efecto faro del salario mínimo sobre los demás. Típicamente, las revisiones contractuales tienen como piso lo determinado por la Conasami y de ahí que no puede tomarse una visión única para el pequeño grupo de trabajadores que tienen el salario mínimo.

PROPUESTAS

Hasta el momento, hay una propuesta y dos ocurrencias sobre la mesa.

La Coparmex planteó de una manera bastante prudente que se dé un incremento al salario mínimo en un rango de entre 4 y 4.2% como ha sido más o menos la determinación de los últimos años, más un incremento en efectivo de entre 13 y 13.40 pesos a los que tienen ese salario. Con esta determinación se elimina el efecto faro y se abre un camino para la recuperación de los que menos ganan.

La Confederación de Trabajadores de la República Mexicana inventó que el salario mínimo debe ser de 100 pesos. Parece una de esas posiciones del sindicalismo antiguo para negociar. Hacer declaraciones duras para su público y, después, dentro de las negociaciones al interior del organismo tripartita entrar en razón, como afortunadamente lo han venido haciendo.

Un grupo de diputados del PAN decidió lanzarse al vacío de la imbecilidad al declarar que el salario mínimo debe llegar a 200 pesos diarios en un lapso de tres años. El autor de esa babosada monumental es el diputado Francisco Gutiérrez Velasco, quien habla en términos de sensibilidad y hasta aprovecha para tratar de criticar a Morena y Movimiento Ciudadano por lo que llama falta de sensibilidad.

El legislador, que debemos esperar no hable en nombre de toda su bancada, dice que el aumento propuesto por la Coparmex es buen inicio, pero que debe ser escalonado. A este tipo le haría bien ver los aumentos por decreto y escalonados que ha hecho Nicolás Maduro, que superan el 454% durante la gestión del individuo, pero que han sido rebasados por la inflación de tan sólo este año, que supera el 720 por ciento.

RAZÓN

El aumento al salario mínimo debe darse de una manera inteligente. Que efectivamente aumente las remuneraciones de los trabajadores sin generar deformidades como la pérdida de salarios en la economía formal, la productividad del país y, lo más importante, aumentar el poder adquisitivo de los que menos tienen. Eso no ocurre si se dispara la inflación.

PRODUCTIVOS

Es de llamar la atención el trabajo que realizó la Barra Mexicana Colegio de Abogados en materia de telecomunicaciones durante su XV Congreso anual. Gonzalo Martínez Pous, Manuel McFarland e Ismael Reyes Retana, entre otros, hicieron una serie de escritos que deberán ser tomados como referencia en materia de telecomunicaciones, puesto que se trata de una visión desde un ángulo jurídico, en el cual se analizan algunos de los temas centrales del sector. Vale la pena estar pendientes de esos documentos. 

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