David Páramo

Análisis superior

David Páramo

11 Jul, 2017

No hay que romperlo

Ayer analicé en esta columna la increíble ratificación de Alejandra Palacios al frente de la Comisión Federal de Competencia Económica, por cuatro años más a partir de septiembre, cuando los resultados han sido entre paupérrimos y preocupantes, mientras que no se ha ratificado a Gabriel Contreras como presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Es un hecho que Palacios ha jugado bien para la grada, ha tenido una buena habilidad para reptar entre los legisladores, pero que los resultados de la Cofece son punto menos que lamentables. No hay un solo caso en el cual las condiciones para los trabajadores hayan mejorado por las decisiones que ha tomado esta comisión, la mayoría de las veces viendo por el retrovisor.

No es casual, como he reiterado en esta columna, que en el cuarto aniversario de que se promulgó la Reforma Constitucional a las Telecomunicaciones y la competencia económica, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, haya guardado silencio sobre la segunda parte del cambio estructural. Ni una sola mención, un silencio bastante elocuente.

En el caso de la Reforma a las Telecomunicaciones, los resultados son tan evidentes que ahora los criticones de siempre tratan de crear molinos de viento, como la tarifa cero, con la que tratan de asustar, cuando lo único que están buscando es una posición política

Entre ellos están los ninis del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (quienes calzan perfectamente con aquello de que el que sabe hacer algo, lo hace; el que no lo sabe hacer, lo enseña, y el que no lo sabe hacer o enseñar, lo critica): Javier Lozano, quien no tiene nada bueno que contar de cuando fue funcionario del sector de las telecomunicaciones, pero le encanta opinar como si representara al espíritu del legislador; Lía Limón, quien, según parece, entre las muchas cosas en las que está perdida se encontró en el tema, o Gerardo Flores, alguien empecinado por hacer creer que es un experto en telecomunicaciones.  

HECHOS

Cualquiera que analice los resultados de la Reforma de Telecomunicaciones, a cuatro años de distancia, fácilmente se dará cuenta de que el IFT ha hecho un trabajo de excelencia en favor de los consumidores, quienes hoy tienen más servicios y opciones por las que tienen que pagar sustancialmente menos.

De hecho, los ninis del Idet y todos aquellos que se quieren hacer pasar por expertos del sector de las telecomunicaciones evaden, descaradamente, reconocer los éxitos que se han registrado en la operación de la Reforma a las Telecomunicaciones.

Si analiza las críticas que se han hecho a los procesos del IFT, se encontrará una gran cantidad de frivolidades. ¿Recuerda cómo inflaron el tema de Tecnoradio y tuvieron que cerrar la boca cuando se demostró que el instituto había cumplido cabalmente con todos los procesos de ley, hasta darle vista a la Procuraduría General de la República?

¿Tiene claro en la mente cuando intentaron descalificar la licitación de la televisión abierta porque Grupo Radio Centro no cumplió con el pago y han guardo silencio, de una forma miserable, cuando se demostró el gran éxito de este proceso? Ahí están los números contra los que no se puede discutir.

PENDIENTES

La incertidumbre en torno a Contreras, que ha hecho un trabajo excelente en la coordinación del pleno del IFT, como lo demuestran los hechos, podría generar algunos problemas bastante serios para este organismo.

Hay temas fundamentales, como las prórrogas de FM, el paso de AM a FM, uno de los reclamos históricos del sector. Entrega de constancias de participación en la licitación de televisión abierta y que puedan establecer ofertas económicas. Concentración entre Time Warner y AT&T; marcación de 10 dígitos a nivel nacional. Licitación de la banda de 2.5 Ghz…

De entrada, parecería que ninis y autonombrados expertos del sector podrían estar bajo el influjo de alguno de los participantes del sector de las telecomunicaciones, una gran cantidad de mañositos quienes buscan obtener beneficios particulares generando tormentas y después vendiendo sus servicios como apagafuegos.

Sin embargo, también hay algunas hipótesis. Que algún legislador frustrado estuviera dispuesto a salvar al IFT nombrándose como presidente del organismo, para lo que tendrían que torcer abiertamente el proceso. En esta posibilidad también se incluye que algunos de esos ninis, quienes no tuvieron la capacidad de llegar al cargo por la vía de la capacidad y quedar entre los mejores calificados en la selección que hicieron el Inegi y el Banco de México, ahora se carguen los dados para tener los 30 centavos que les faltaron para el peso.

No reelegir para un periodo adicional a Contreras abre la puerta para que el IFT se parezca a la Cofece o, peor aún, termine como la basura que en su momento fue la Cofetel.

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