Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

21 Feb, 2018

Distracciones

 

Conductores de automóviles admiten que usar dispositivos electrónicos les impide concentrarse adecuadamente cuando están frente al volante. Y aun así no dudan en utilizarlos.

Ésa es una de las conclusiones a las que llega el estudio titulado Conducir hacia la distracción, publicado el pasado 14 de febrero por la página web de la firma estadunidense Esurance.

La compañía aseguradora aplicó una encuesta para medir las principales causas de distracción al conducir. No sorprende que los resultados más altos correspondan a actividades relacionadas con los teléfonos inteligentes.

Así, 92% de choferes consideran que la principal distracción consiste en navegar en aplicaciones; en segundo lugar está el envío de mensajes de texto o correos electrónicos, con 91%, y le siguen las conversaciones por teléfono con 54%. El resto son comer (39%), cambiar la música (30%), los sonidos de alerta que produce el propio vehículo (29%) y hablar con pasajeros (21%). Curiosamente, entre estas categorías no figura la de maquillarse, que suele mencionarse como factor de riesgo en las estadísticas estadunidenses sobre accidentes.

Pero lo curioso del sondeo –aplicado entre diciembre y enero pasados– es que haya personas que, aun admitiendo el riesgo que implica atender el teléfono mientras se maneja, confiesan sin rubor que lo hacen de forma cotidiana.

Del total del universo encuestado, 58% reconoce que “ocasional o frecuentemente” maneja distraído, y mostró una tendencia a preocuparse mucho menos por este tema que aquellos que consideraron que “rara vez” se distraen.

El 63% de encuestados que dicen distraerse asiduamente reconoció que envía mensajes de texto mientras conduce, 93% habla por teléfono y 96% consulta la navegación en su GPS. Además, quienes indicaron que efectúan recorridos largos tienen 2.5 veces más probabilidades de distraerse con sus móviles o con música. De acuerdo con Esurance, mientras más tiempo pasamos en el coche, mayor es la probabilidad de que tarde o temprano cedamos al atractivo de algún tipo de distracción, por lo general relacionada con la tecnología.

Recurrir al móvil, añade el reporte de la compañía, es una tentación demasiado fuerte para resistir, incluso para los automovilistas más disciplinados. Quienes aseguran que “rara vez” se distraen también incurren en conductas de riesgo: 59% que atiende llamadas mientras maneja, 10% textea y 77% mira su GPS.

Por supuesto, tratar de reducir la posibilidad de accidentes ha sido una de las misiones que más preocupan a la industria automotriz y para ello han desarrollado tecnologías semiautónomas que advierten al conductor de posibles peligros en el camino e incluso toman acciones en lugar de éste, como frenar de emergencia. Sin embargo, aún no son la panacea.

Sorpresivamente, las cifras de Esurance arrojan que los conductores con carros mejor equipados tecnológicamente tienden a distraerse más que aquellos con modelos a la antigüita. Entre quienes cuentan con características de seguridad más avanzadas, 21% se distrae con frecuencia, 43% ocasionalmente y 36% muy rara vez; entre los que usan coches menos sofisticados los rubros anteriores quedan en 16%, 39% y 45%, respectivamente.

Las estadísticas más recientes sobre conductores descuidados en EU datan de 2015, y están incluidas en el informe Distracted Driving de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Transporte.

Ahí se consigna que tres mil 477 personas murieron y 391 mil quedaron lesionadas en tres mil 196 choques que involucraron distracción del chofer (10% del total del percances fatales). De esta cantidad, 442 accidentes –con un saldo de 476 fallecidos– ocurrieron porque quien manejaba estaba manipulando un celular en el momento del impacto.

La dependencia pone el acento en los mensajes de texto como una de las distracciones más peligrosas, pues implica quitar la vista del camino y las manos del volante, así como desconcentrarse del manejo. Enviar un SMS o un WhastApp hace que el conductor deje de mirar la carretera cinco segundos, tiempo suficiente para cruzar un campo de futbol americano yendo a 88 kilómetros por hora.

Pero de poco sirve advertir los riesgos si, como indica la encuesta de Esurance, los distraídos desestiman que lo suyo sea un problema. Curiosa paradoja que el teléfono o el auto resulten más inteligentes que quienes los manejan.

marco.gonsen@gimm.com.mx

 

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