Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

4 Abr, 2018

Fornite

Si alguien merece el título de estrella musical del momento, ese es el rapero canadiense Drake. Con más de 48 millones de oyentes mensuales, es el máximo líder en Spotify. Su canción God’s Plan es la número 1 en el Top 50 Global de esa plataforma de streaming y lleva diez semanas al frente del hit parade de EU.

Contrario a la moda, Drake no debe su éxito a una actividad febril en YouTube –donde acumulaba dos años sin subir un video– ni en Twitter. De hecho, su último mensaje en esta red data del 15 de marzo, aunque gracias a éste se convirtió en trending topic, con más de 137 mil retuits y 339 mil likes. El post no tiene nada de especial: en él simplemente confirmaba que estaba librando una batalla en línea en el videojuego Fortnite. Hasta ese momento, no se conocía la faceta gamer del intérprete de One Dance y Hotline Bling.

La partida que sostuvo aquel día haciendo equipo con el joven usuario Tyler Blevins –conocido en internet como Ninja– atrajo la atención de unas 630 mil personas que atestiguaron su aventura virtual en el canal Twitch, propiedad de Amazon. Todos ellos se sumaron a la transmisión casi inmediatamente después de que se propagó la versión de que Drake estaba conectado. Literalmente, es como si una inmensa muchedumbre hubiera sido convocada de repente a presenciar una pelea callejera o una cascarita protagonizada por celebridades.

De hecho, así fue: aunque en la pantalla sólo se veía el rostro de Blevins (cuyo nombre en la competencia era NinjasHyper), después se supo que formó un escuadrón digital no sólo con Drake (TheBoyDuddus), sino con el también rapero Travis Scott (cactus_jackk92), pareja de la socialité Kylie Jenner, y el jugador de futbol americano JuJu Smith-Schuster (fazejuju_19), receptor de los Acereros de Pittsburgh.

Lo que veía su inmenso público, sin embargo, sólo eran cuatro avatares sin parecido físico con sus manejadores, vestidos como si fueran personajes de películas de Dwayne Johnson o tipo Tomb Raider, que se lanzan en paracaídas o corren por el campo mientras disparan a sus oponentes y destruyen árboles, casas y autos con un pico, al mismo tiempo que van construyendo pequeñas estructuras de madera o metal que les sirven de protección ante el embate de otros jugadores.

Lo que Drake dejó al descubierto ese día es un mundo subterráneo en el que conviven al menos unos 45 millones de adeptos a Fortnite, un concepto digital aún en construcción que fue lanzado en septiembre del año pasado por la desarrolladora estadunidense Epic Games. Su versión más exitosa es la que ejecuta el llamado Battle Royale (Batalla Campal), género de videojuego que toma su nombre de una película de horror japonesa en la que integrantes de un grupo estudiantil son obligados a pelear entre sí a muerte, con el fin de que sólo uno de ellos sobreviva (la mejor cinta que ha visto Quentin Tarantino... según su trailer promocional).

En el más reciente episodio de la guerra entre videojuegos, Fortnite parece estar derrotando a su más parecido competidor, Playerunknown’s Battlegrounds, publicado hace ya un año por el estudio Bluehole con una narrativa muy parecida, aunque con gráficos más realistas.

Además del empujón que le dio Drake, Fortnite presenta algunas características que explican su creciente éxito. La más notable es que se trata de un juego multiplataforma en el que pueden interactuar jugadores que participen desde distintos dispositivos, incluidos los móviles, y que quizá haga realidad pronto el sueño de que jugadores de Xbox puedan enfrentar en línea a los de Play Station 4. Yo mismo pude atestiguar lo sencillo que es migrar un juego iniciado dentro del iPhone –que desde el lunes permite acceder a él sin necesidad de una invitación previa– para continuarlo en la consola de Sony y luego de ahí a la computadora Mac. Otra clave de su popularidad es que forma parte del modelo free-to-play, lo que significa que se puede jugar gratuitamente, pero con opción a comprar un paquete inicial por 4.99 dólares que mejora la experiencia de juego.

Y al estilo World of Warcraft, el modelo Batalla Campal de Fortnite está diseñado para que el jugador interactúe y combata con otros 99 en línea, hasta que sobreviva sólo uno. En mi debut con el apodo “mgonsen” pude ir atestiguando como el resto de mis oponentes iban eliminando a otros, hasta que me tocó a mí caer. Afortunadamente este primer fracaso no se convirtió en una tendencia viral.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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