Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

28 Mar, 2019

Dejemos de soñar; así nada cambiaremos

¿Cuántas veces ha escuchado usted lo que ya parece letanía? ¿Ya olvidó al último candidato que, al igual que los que lo antecedieron —de un partido o de otro—, repetía el desgastado rosario de los qué? A cambio de esos qué, ¿cuántos cómo ha escuchado usted?

¿Cuándo se ha atrevido un político, ya al frente del puesto para el que fue elegido, a hablarnos de cómo lograr alguno de los qué, repetidos sin cansancio alguno durante las campañas? Es más, ¿acaso alguno de ellos —así hubiera sido de manera general—, nos ha dicho con qué concretaríamos alguno de los qué, repetidos una y otra vez?

Estos días, con motivo de la reunión anual de los banqueros, tampoco escuchamos al que tanto habla de un cambio de régimen y de la cuarta transformación —sin ser correctos ambos conceptos— mencionar cómo haríamos realidad esos qué y los ansiados con qué.

Por el contrario, lo que sí hemos escuchado de él, desde hace años, son desgastados lugares comunes; también, repetir cual viejo rezo, condenar la fantasmal corrupción la cual, por más que habla y habla de ella, nadie atina a ver un solo corrupto al que se le haya abierto siquiera una carpeta de investigación, menos sometido a proceso o puesto tras las rejas.

A la fecha, lo más concreto que hemos escuchado vino de la Secretaría de Hacienda —por medio del subsecretario Herrera, cuya dignidad personal parece bola de plastilina, moldeable a contentillo del poderoso—, al afirmar que el gobierno federal utilizará los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para, ¡agárrese!, con el 50% del monto acumulado —cercano a los 280 mil millones de pesos—, pagar los compromisos de deuda de Pemex del año en curso y con el resto, apoyar una política anticíclica.

Sin embargo, el punto 3.1 donde se mencionan las finalidades del Fondo citado, difícilmente permite maromas legaloides como la que pretenden (http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5387549&fecha=01/04/2015). Para demostrarlo, lo transcribo:

En términos de la Ley (Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria), la finalidad del Fondo es aminorar el efecto sobre las finanzas públicas y la economía nacional cuando ocurran disminuciones de los ingresos del gobierno federal, con respecto a los estimados en la Ley de Ingresos de la Federación del ejercicio fiscal de que se trate, para propiciar condiciones que permitan cubrir el gasto previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente.

¿Tan pronto cambiaron de opinión? Hace poco, el Presidente de la República afirmó que en materia de ingresos las cosas iban bien y Pemex, mejor que en cualquier otra etapa de su historia. Sin embargo, la verdad es otra; las medidas absurdas tomadas por este gobierno han generado dificultades no previstas; entre otras, la falta de recursos.

Por otra parte, el FEIP no fue pensado para compensar efectos negativos consecuencia de políticas públicas equivocadas y, menos aún, de la ineptitud en la gobernación, hoy más que evidente. Por favor, no olvidar que la ineptitud no se elimina con dinero, sino con el despido de los incapaces.

 

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