La sociedad civil como garante de la seguridad turística

Sólo hasta que la sociedad civil se involucra y participa activamente en cuidar la seguridad de un destino turístico, es cuando se puede hablar de que el problema se ha resuelto y por son relevantes los detalles del caso más exitoso en la historia de México.

Se trata de Los Cabos, el destino de sol y playa más seguro, y aquí se incluyen algunas claves de cómo se gestó y se resolvió este problema.

La seguridad hasta 2016 no era tema en el extremo sur de la Península de Baja California, con una población reducida y una geografía casi insular; sin embargo, en 2017 la disputa por la plaza por parte de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación provocó una escalada de violencia nunca antes vista.

Julio Castillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Los Cabos, precisó que, en 2017 hubo 470 homicidios en un destino que entonces tenía menos de 250 mil habitantes.

No sólo el número era preocupante, sino la virulencia de esos crímenes, con narcomantas, descabezados y balaceras en las playas y dentro de los hoteles.

Fue así como Carlos Mendoza, gobernador del estado, pidió enfáticamente el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto y pasaron más de 40 días para que se comenzara a gestar.

De hecho, el propio gobernador fue investigado por la Secretaría de Marina, pues hay precedentes de mandatarios en otras entidades que forman parte del problema y están aliados con los cárteles.

El entonces secretario de Marina, Vidal Soberón, fue quien inició la colaboración con una plática en donde reconoció que Mendoza estaba limpio y en donde, además, le pidió que nombrara a un marino como titular de Seguridad en el estado.

El segundo capítulo fue aquella reunión con cuatro de los empresarios más importantes del destino, como eran Ernesto Coppel, de Grupo Pueblo Bonito; Eduardo Sánchez Navarro, de Questro; Rubén Coppel, de Grupo Olarena, y Francisco Bulnes (Q.E.P.D.) de Solmar.

Como el reto era aumentar la presencia de los marinos en el destino y no había dónde alojarlos, cada uno de ellos aportó 600 mil dólares para la construcción de un cuartel, un hecho sin precedente, pues tuvieron la visión de poner el ejemplo abriendo sus carteras.

Un proyecto que ya supera los seis millones de pesos, con casi 40 aportantes en la actualidad y todavía faltan 1.2 millones de dólares para concluir el cuartel.

El tercer factor, menos conocido, es la participación activa de la ciudadanía, pues hoy existen decenas de grupos de WhatsApp, uno de los cuales tiene alrededor de 20 mil participantes, en donde se denuncian permanentemente los hechos que, real o potencialmente, afectan la seguridad del destino.

Aquí el detalle es que la ciudadanía confía en la Marina, además de que la buena relación con el gobierno estatal se ha mantenido con la llegada de Víctor Castro a la gubernatura.

De aquellos 470 homicidios en 2017; de enero a septiembre de 2022, el número fue de apenas 14 y ninguno de ellos está asociado al crimen organizado, sino con delitos patrimoniales o sentimentales; además, con una población que supera los 350 mil habitantes.

En la estrategia nunca ha sido el objetivo acabar con el narcomenudeo, sino evitar las confrontaciones que golpeen al turismo y a la sociedad civil. Los resultados muestran cuál el camino para devolverle la tranquilidad a otros destinos de México.