Las peticiones de las pymes de Los Cabos a Morena

Mientras las reuniones entre los candidatos presidenciales y los grandes empresarios mexicanos han tenido una gran cobertura mediática, como ocurrió ayer y antier en el Consejo Mexicano de Negocios, ha habido otros encuentros mucho más discretos, que también son relevantes.

De hecho algunos políticos de Morena, el partido base de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), han tenido una agenda nutrida para responder a las inquietudes de diversos tomadores de decisiones.

Por ejemplo, el senador Mario Delgado, uno de los colaboradores cercanos a Marcelo
Ebrard, ha atendido varios encuentros con miembros del Servicio Exterior acreditado en México para compartir la visión del partido que va adelante en las encuestas por la Presidencia.

Ebrard, por su parte, tiene a su cargo la coordinación territorial de la campaña de AMLO en ocho entidades, que son Jalisco, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Nayarit, Sinaloa y Sonora.

Es decir, algunos de los estados más ricos de México y donde no han sido bien aceptadas las propuestas de López Obrador; su trabajo central es contar con las estructuras para vigilar la transparencia de las elecciones, aunque también se está reuniendo con la gente de negocios.

Ebrard, exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, generalmente no ha estado en contacto con los grandes empresarios de esas entidades, sino que ha buscado a otros que tienen representatividad en sus entidades, pero que son menos visibles porque están en el segmento de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Un caso sorprendente fue un encuentro que tuvo en Baja California Sur, pues a diferencia de otras entidades no hubo peticiones de subsidios fiscales, programas especiales u otro tipo de canonjías.

Hay que recordar que la entidad que gobierna el panista Carlos Mendoza Davis, creció el año pasado a una tasa de 12% que fue la más elevada no sólo de México, sino que incluso compara exitosamente con la de muchos países asiáticos.

El núcleo del crecimiento de toda la entidad ha sido Los Cabos y el motor de este desarrollo, por mucho, es el turismo.

Así es que lo que Ebrard escuchó en ese encuentro, tuvo que ver, fundamentalmente con la necesidad de cambiar las condiciones en que viven muchos de los habitantes que trabajan precisamente en el turismo.

La falta de vivienda, por ejemplo, es un asunto crítico que obliga a muchos a habitar en condiciones de grandes restricciones, de donde salen a trabajar a los hoteles de lujo.

Calles de terracería, infraestructura vial insuficiente, malas escuelas, problemas sociales derivados de los hijos de los trabajadores turísticos mal atendidos por sus padres fueron asuntos que emergieron en aquel encuentro.

Preocupaciones muy distintas a las que tienen los grandes empresarios, como son el peligro de un manejo expansivo del gasto público, la importancia de preservar el Estado de derecho, garantizar su seguridad física o evitar una confrontación que lleve a una corrida de capitales.

Ambas visiones son importantes, pero en el turismo urge identificar las políticas públicas para que este sector se siga desarrollando.