Una política turística para llevar a México al siguiente nivel

La atención de los protagonistas del turismo mexicano estará hoy en el Foro Nacional de Turismo, pues los cinco candidatos presidenciales acudirán al Castillo de Chapultepec para presentar sus propuestas sobre esta actividad.

Ahora que está cayendo el ritmo de crecimiento de la llegada de viajeros internacionales a México, es crucial saber qué piensan hacer para evitar el ciclo a la baja.

No sólo se trata de resolver problemas esenciales como la inseguridad, pues hay muchos temas técnicos relevantes como promoción, mejores alianzas con los mayoristas, uso de la tecnología y la importancia de regular eficazmente a las nuevas plataformas de la “economía compartida”.

México también registra uno de los peores gastos promedio por turista, entre los diez países más visitados del planeta.

No basta que lleguen más de 40 millones de viajeros al año, ahora es importante que generen una derrama mayor y ello tiene que ver con temas estructurales como desarrollo de nuevos productos, aumento de las estancias promedio y profesionalización del servicio.

El fortalecimiento de la posición competitiva de México deberá estar ligada al desarrollo de segmentos insuficientemente atendidos como son el turismo médico, de lujo, de reuniones y LGBT, entre otros.

Y para ello hacen falta recursos públicos para acompañar a los emprendedores, desarrollar infraestructura e impulsar programas de capacitación.

También será importante conocer el compromiso de los aspirantes a la Presidencia por acotar de forma importante la tramitología, una idea repetida, poco “sexy”, pero que tiene una dimensión sideral, ya que, por ejemplo, para abrir un hotel hay que obtener alrededor de 150 permisos.

Todo esto debe englobarse en una política turística de largo alcance, comprometida con esta opción en la que México destaca, muchas veces, a pesar de los gobernantes que no entienden o no les interesa el turismo.

Pero, además generan “morbo” y preocupan temas puntuales directamente en relación con Andrés Manuel López Obrador, el candidato de Morena que hasta ahora va arriba en las encuestas.

Para empezar, está el manido asunto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), sobre el que empresarios serios, especialistas en aeronáutica, sindicatos, economistas visionarios y expertos en turismo coinciden en que es fundamental.

Hay países como Panamá que están creciendo más rápido que el resto de Centroamérica, que tienen ventajas económicas concretas gracias a que cuentan con un aeropuerto moderno, de clase mundial y con una importante capacidad de distribución.

Nadie está a favor de la “transa”, pero “transparentar” no es sinónimo de “demoler”.

Además, está el respeto al Estado de derecho y la futura relación con los empresarios.

Todos son importantes, desde los dueños del gran capital, cuyas decisiones pueden mover para bien o mal la economía, hasta los más pequeños que contribuyen a generar millones de empleos con su ingenio y esfuerzo.

Hoy se están construyendo decenas de miles de cuartos en los destinos más exitosos y tanto la seguridad jurídica, las alianzas con el gobierno y la seguridad física pueden llevar al turismo a ese nuevo nivel que le conviene a todo el país.