Mensaje para el sector empresarial

Por Martín Rodriguez Sánchez

Mi última entrega del año bien podría canalizarla para hacer un recuento anual, una evaluación de aciertos o una detección de potenciales áreas de oportunidad; no obstante, las transformaciones adyacentes al contexto actual están delineando la pauta de la agenda nacional, por lo que resulta imprescindible partir desde el plano analítico hasta el de las acciones.

La histórica transición política que experimenta México desde el 1º de julio pasado ha delineado la dinámica rectora de la Iniciativa Privada. Como empresarios, tenemos responsabilidades y obligaciones con el país, con su fuerza laboral, con su crecimiento económico, así como con el bienestar de millones de familias que dependen de la capitalización que generamos.

La suma de nuestras acciones dictamina el nivel de homologación que como gremio empresarial debemos tener para caminar en paralelo con la plataforma del nuevo gobierno. Se ha dado un importante paso con la conformación del Consejo Asesor Empresarial, que brindará otro enfoque a los proyectos y programas federales, pero necesita mantenerse en evolución para cumplir con futuros objetivos.

Otro tema importante radica en el ajuste al salario mínimo, una petición que incluso nuestros vecinos del norte –Estados Unidos y Canadá– hicieron durante el proceso de modernización del ahora T-MEC, que, en primera instancia, ha polarizado la previsión de sus efectos, calificándolo como positivo para la actividad económica, pero también como un factor de riesgo para detonación de la inflación.

En este punto, resulta crucial la suma de fortalezas, que nos permita a los empresarios velar por la estabilidad y crecimiento de nuestras empresas, que representan la principal fuente de empleos; además, apuntalar la figura de asesoramiento y mentorías, conceptos que el COINE trabaja para no sólo fortalecer a las MiPyme, sino también a empresas de cualquier tamaño.

Asimismo, la atmósfera laboral se ha teñido con la reconfiguración de dependencias públicas, que en algunos casos se encuentran al borde de la extinción, y que, en otros, han recurrido a la disminución de su personal para atender la política de austeridad emprendida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Dentro de este contexto, el COINE abandera una serie de acciones que complementan la labor que desarrolla el gobierno federal, como la visión de ampliar las relaciones comerciales en la región, la suma de proyectos alternos al desarrollo del Tren Maya y convocatorias para darle continuidad al talento humano; para ello, en primera instancia se han hecho llamados a inversionistas y empresarios, para formar un bloque que brinde certidumbre empresarial y garantías.

En conclusión, ha llegado el momento para que los empresarios seamos más asertivos con las alianzas, desenvolvamos con mayor efectividad los vínculos empresariales y de negocio, emitamos mensajes certeros, llevemos a cabo diálogos contundentes y sumemos tanto esfuerzo como talento para construir un México en ascenso.

Sinceramente les deseo un Próspero Año 2019 a todos los lectores de Excélsior, así como una nación próspera, económicamente sana y autosustentable, y un gobierno que establezca las bases que potencialicen las relaciones comerciales internacionales, la generación de empleos, el desarrollo de infraestructura y la estabilidad para las empresas mexicanas.

*Presidente del Consejo Internacional de Empresarios (Coine)

facebook.com/COINELat

twitter.com/COINE_Lat