Crecen los populistas

Los gobiernos populistas, sin importar del signo que sean, son iguales: creen que sus ideas u ocurrencias están por encima de la ley o, en el menos malo de los casos, el debido proceso. Que, por el simple hecho de desearlo, el mundo conspirará para que lo tengan. El Padre del Análisis Superior le ha venido informando de un cáncer populista que inició en Guadalajara y Monterrey, pero que se ha extendido ya a los gobiernos de Jalisco y Nuevo León. Pablo Lemus, Luis Donaldo Colosio, Enrique Alfaro y Samuel García.

Considerando que todos ellos pertenecen a Movimiento Ciudadano, fácilmente podría pensarse que el contagio proviene directamente de Dante Delgado, y en los exóticos cálculos políticos que hace ese partido, se les ocurrió que podría tratarse de una buena bandera.

Primero fueron estos dos gobiernos municipales los que decidieron, fuera del sentido común y de la ley, que deberían eliminarse los cableados exteriores, ante la imposibilidad jurídica y real de hacerlo los gobernantes estatales tomaron la bandera populista, al grado que el populista gobierno de Nuevo León emitió un decreto para eliminar los cableados exteriores. Pueden usarse argumentos de estética o similares para promover estas ideas. Claramente es una acción populista, ya que suena bien y, lo que más les importa a ellos, buscan la manera de colgarse la medalla.

Los cableados exteriores en vías principales están constitucionalmente bajo la férula del Instituto Federal de Telecomunicaciones, presidido por Javier Juárez Mojica. De hecho, esta instancia presentó una controversia constitucional que está para ser resuelta el 28 de junio por la primera sala de la SCJN, presidida por la ministra Margarita Ríos Farjat.

Aun cuando no está disponible el proyecto, es fácil prever que le dará la razón al IFT. La facultad sobre este tema no corresponde ni a los gobiernos municipales o estatales, puesto que corresponde a la autoridad federal. Lo prudente es esperar a que se conozca la determinación judicial.

REMATE CORRECTO

Mientras tanto, los cuatro gobernantes de MC siguen tratando de hacer creer que están haciendo las cosas por sus gobernados cuando, en realidad, están buscando simplemente la notoriedad y no el mejoramiento de las condiciones. Para hacerlo no requerirían estas medidas populistas, sino llegar a un acuerdo con la totalidad de la industria que utiliza cableados exteriores y con el IFT, como está sucediendo con algunas demarcaciones de la Ciudad de México.

En lugar de buscar pleitos de relumbrón, alcaldes como Santiago Taboada, de Benito Juárez, han logrado acuerdos con las empresas y la autoridad que han significado disminución real de los cableados aéreos.

Han comenzado por retirar aquellos que ya no tienen uso, lo que ha permitido mejorar la imagen urbana. A esto se han sumado las alcaldías de Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Azcapotzalco (encabezados respectivamente por Mauricio Tabe, Lía Limón y Margarita Saldaña Hernández).

Se espera que en los próximos días se unan a programas similares entre la autoridad, la industria y las alcaldías locales de Coyoacán y Cuauhtémoc, representadas por José Giovani Gutiérrez y Sandra Cuevas. Es claro que han logrado más en la mejora del ambiente urbano los alcaldes que han llegado a acuerdos con la industria y la autoridad federal, que los ridículos que están haciendo Lemus, Colosio, Alfaro y García.

Entre otros muchísimos defectos, el populismo es tan ineficiente para los mejores intereses de la población, como bueno para el ego de aquellos quienes detentan el poder. No le extrañe que los miembros de Movimiento Ciudadano digan que esto se trata de un ataque político de sus adversarios y quien sabe cuántas tonterías más, en lugar de comprender que están tomando un camino muy equivocado.

REMATE TRANQUILIZADOR

Se requiere ser muy necio para no ver lo evidente: no habrá crisis de final de sexenio. El manejo de las finanzas públicas, señalado por la mayoría de las calificadoras como prudente, ha logrado evitar que la deuda se mantenga como porcentaje del PIB y que no se presenten desequilibrios fiscales.

Uno de los grandes temores al inicio de esta administración era que las finanzas públicas cayeran en un profundo desorden; sin embargo, el gobierno no lo ha permitido, todo señala que no lo hará, caer en excesos populistas.

A esta buena base se ha sumado que, como dirían los amigos del lugar común, los astros se han alineado para esta administración. Prácticamente nadie tiene duda que no habrá sobresaltos políticos ni en Estados Unidos ni en México, como se vivieron en las elecciones de 2018.