Impuesto por si gastan

El próximo miércoles está programado que la Comisión de Economía del Senado dictamine la iniciativa impulsada por Ricardo Monreal y Alejandro Armenta, de Morena; Miguel Ángel Osorio, del PRI, y Miguel Ángel Mancera, del PRD, que busca cambiar la Ley de Derechos de Autor para que todo aquel que compre un dispositivo que pueda bajar alguna obra, pague impuesto.

Así como lo lee, los legisladores plantean que si alguien compra una tableta o un teléfono móvil, pague un impuesto por si se le ocurre reproducir una obra. Se trata de una medida que parece buena desde el punto de vista de los autores, pero que causaría mucho daño, tanto a consumidores como a la industria.

Los cambios pretendidos plantean que el impuesto sea pagado por los compradores o por las empresas. Ponen como ejemplo que el iPhone 14 es más caro en México que en otros países y, por lo tanto, los vendedores deben asumir el costo y, como ya sabe, si no lo hacen, terminará pagando el cliente.

La Canieti publicó en redes sociales un comunicado que dice #moche digital, en el que puede leerse que se oponen firmemente a la medida porque se trata de un impuesto que tendría impacto transversal, puesto que afectaría a otros sectores, como el automotriz, autopartes, eléctrico, médico, bancario, seguros, turismo.

La cámara presidida por Enrique Yamuni dice que esta iniciativa es similar a una que fue rechazada en la LXIV legislatura en la Cámara de Diputados, porque tenía excesos legislativos y desequilibrios en la industria cultural y de tecnología.

REMATE RIDÍCULO

Es muy probable que Jonathan Heath haya sido descuidado con la información sobre su cuenta personal en HSBC; tal vez no actualizó los datos o alguna de esas medidas para su protección que llevan a las instituciones de crédito a bloquear las cuentas como medida de seguridad, primero, para el cliente y su patrimonio.

Así, el banco realizó un bloqueo en la cuenta que requiere que el cliente se presente en la sucursal para validar que sí se trata de él y sus depósitos estén a salvo, lo que despertó la furia tuitera del subgobernador del Banco de México.

Publicó: “Qué mal servicio al cliente tiene HSBC. Me bloqueó mi cuenta por ‘razones de seguridad’ y después de horas en el teléfono me dicen que no hay nada que hacer. ¿En serio?”, y poco después otro en el que se jactaba de que la red social era más eficiente que los reguladores del sistema financiero.

Borró los tuits minutos después, lo que lleva a pensar que fue uno de esos exabruptos dignos de “no saben con quién se meten” que sólo lo exhiben. Sería deseable que un experto en la materia conociera de medidas de seguridad para los clientes y que no anduviera tratando de quemar en redes sociales a otros reguladores y al propio Banco de México.

Por lo demás, el Padre del Análisis Superior le desea a Heath que haya aprendido algo sobre el debido manejo de sus cuentas bancarias. Los berrinches públicos son malos, aunque luego los borre.

REMATE ESPERANZADO

Una vez que Esperanza Ortega ganó la elección en la Canacintra, habrá que esperar que logre sus cometidos principales, entre los que destacan mantener la unidad del gremio, ponerse en orden con las cuentas pendientes y, a partir de ahí, buscar que vuelva a ser una voz fuerte de la iniciativa privada.

REMATE PREOCUPANTE

De Francisco Cervantes no debe esperarse mucho, pero sí de los miembros del CCE que están permitiendo que su dirigente, recién reelecto, parezca estar al servicio de la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez. Para eso no deben estar los líderes de la IP.

REMATE MERECIDO

Samuel García logró algo que no muchos políticos pueden presumir: con base en la insistencia logró vencer las muchas y públicas reticencias del Presidente. El gobernador de Nuevo León logró la inversión más vistosa durante esta administración, puesto que supo de la importancia de atraer a la empresa y construir puentes con el gobierno a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Logró que tanto Marcelo Ebrard como la subsecretaria Martha Delgado se enamoraran del proyecto y desde su trinchera fueran abriéndole las puertas del Palacio Nacional para hacer ver que Tesla en México era una gran idea y que la empresa únicamente tenía interés en ubicarse en Nuevo León.

No deja de ser paradójico que la principal oposición que enfrentó esta inversión fue la del jefe del Ejecutivo, quien el fin de semana se trasformó en un aplaudidor del proyecto.