David Páramo

Análisis superior

David Páramo

22 May, 2023

La peor pesadilla

Cuando un piquete de marinos armados tomó las instalaciones de Ferrosur para cumplir con el decreto a través del cual se expropian 120 kilómetros de vía operados por Grupo México, el gobierno revivió uno de los mayores miedos de la iniciativa privada: la expropiación de empresas.

Este miedo que se desató tras la cancelación del aeropuerto de Texcoco era considerado como el mayor riesgo para la viabilidad del país, de acuerdo con encuestas, como las que levanta el Banco de México, llevó al entonces Presidente electo a grabar un video que se difundió el 27 de noviembre de 2018 en el cual aseguraba que no habría expropiaciones.

Quizá ésa sea la razón por la cual se ha generado una gran nube semántica en la que lo mismo se habla de expropiación temporal (cualquier cosa que eso sea) que de ocupación temporal, retiro de concesión. Todas ellas abren la puerta para que los extremos tomen posiciones radicales.

La falta de definición ha generado cualquier cantidad de especulaciones, como decir que el gobierno no expropió porque tendría que pagar una indemnización elevadísima o porque se trata de un acto de chantaje. Esta última hipótesis despierta grandes miedos entre la iniciativa privada, puesto que se teme que el gobierno recurra a esa práctica con fines económicos y políticos. Hasta ahora, esa posibilidad sólo existía en la teoría y ahora ha tomado forma.

Mientras que algunos radicales de la iniciativa privada lo han tomado como una señal del apocalipsis populista, otros más, como el CCE, optaron por una posición tan tardía como fría. No falta quien diga que el comunicado no está mal, porque el presidente de este organismo, Francisco Cervantes, hubiera querido salir a aplaudir la medida para seguir congraciándose con el gobierno y no con quienes le eligieron.

REMATE SORDO 

El viernes, ante la incapacidad de llegar a un acuerdo con la empresa de Germán Larrea sobre ese tramo ferroviario, se optó por una “expropiación parcial”. Mientras Ferrosur hacía propuestas, el gobierno las veía como tácticas dilatorias.

Es necesario tener en cuenta que a esta administración se le está acabando el tiempo en el calendario y están comenzando a actuar con un sentido de urgencia, en el cual tienen poca paciencia, por ello dicen que es un proceso tramposo de negociación por parte de Grupo México.

La empresa emitió un comunicado el domingo en el cual afirman que habían llegado a un acuerdo de construir una vía paralela a ese tramo y que, de hecho, estaba en desarrollo, pero que el gobierno cambió de opinión y recurrió a una forma que volvieron a calificar de “sorpresiva e inusitada”.

Todavía mantienen su ofrecimiento de seguir negociando con el gobierno para llegar a un acuerdo que les permita recuperar el control total sobre sus instalaciones.

Esta salida daría elementos para quienes creen que se trató de un forma de extorsión o un acto desesperado del Presidente porque sintió alguna clase de desprecio por Larrea. En menos de una semana hubo tres contactos entre los dos.

Primero, el dicho presidencial, que si bien había tenido diferencias con el presidente de Grupo México, veía con buenos ojos que él se quedara con el control de Banamex. Después en la comida con el Consejo Asesor de Negocios y, al día siguiente, una reunión privada que muchos especularon que era sobre el tema bancario, pero no fue así. Sobre la compra del banco bien puede pensarse que, en el menos malo de los casos, se pausó.

REMATE INADMISIBLE

Enmarcado en las acciones violentas protagonizadas por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, que buscan intimidar a la SCJN, el subsecretario de Energía publicó un tuit que después borró y luego adjuntó una explicación tan cobarde como inverosímil en la que podía leerse: “La narcomarrana no va a renunciar por sí misma”.

Este tipo de publicaciones son indignas y, con la mejor voluntad, muy imprudentes, pues contribuyen a ese clima de linchamiento del que, incluso, ya los medios de comunicación están siendo objeto. Más allá de los insultos a comunicadores, algunos reporteros fueron físicamente agredidos.

REMATE RENOVADO

Banco Santander, encabezado por Felipe García Ascencio, anunció el nombramiento de Alonso Cervera como director ejecutivo de Estudios y Asuntos Públicos, así como jefe de gabinete, en sustitución de Rodrigo Brand. Sin duda, el nuevo funcionario tiene que llenar unos zapatos de gigante, puesto que Brand, quien se dedicará a sus negocios privados, cumplió una labor que únicamente puede calificarse como excelente.

 

 

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