Modus operandi

Alguien podría decir que la tragedia de Notimex se debió a que los trabajadores eran corruptos, estaban en contra de la transformación y que no se requiere una agencia de noticias del Estado, así que, salvaguardando derechos del grupo de dirección, encabezado por Sanjuana Martínez, había que cerrar su operación. Desgraciadamente, no se trata de una excepción, sino de una forma de administrar el gobierno. En este espacio, el Padre del Análisis Superior ya le informó cómo el gobierno fracasó en la operación de la Financiera Nacional para el Desarrollo, al grado de casi convertirla en una nueva versión de Banrural y la decisión fue cerrarla, dejando una bolsa de 60 mil millones de pesos que daba en crédito, especialmente a pequeños y microproductores.

Llama la atención que quizá se está abriendo una gran oportunidad para los bancos y el sector agropecuario. El Consejo Nacional Agropecuario, encabezado por Juan Cortina, ha hecho acercamientos uno por uno con la banca para que vean en el sector una oportunidad de negocio por la vía del financiamiento. Tiene grandes avances con BBVA México, dirigido por Eduardo Osuna; con HSBC, comandado por Jorge Arce, y Santander, que dirige Felipe García Ascencio; sin embargo, sería mucho más eficiente que lo hiciera desde una posición gremial, aprovechando los muy buenos oficios del nuevo presidente de la ABM, Julio Carranza.

Seguramente la reunión sistematizada entre estos dos gremios podría romper muchos de los mitos y problemas que han impedido al sector agropecuario tener mayor acceso a los créditos de una banca que, necesariamente, está concentrada en busca oportunidades de financiamiento correcto, es decir, primero protegiendo el patrimonio de los depositantes.

REMATE ABUSIVO

En esta columna, el PAS le ha venido documentando los abusos del director de Nafin y Bancomext, Luis Antonio Ramírez Pineda, y sus cercanos colaboradores en contra de los trabajadores sindicalizados de ambos bancos de desarrollo.

También la profunda incapacidad de la secretaria del Trabajo, Luisa Alcalde, de lograr una conciliación entre trabajadores y burócratas, que en este caso cumplen el papel de patrones. En la más reciente reunión se les prometió que Palacio Nacional intervendría en la mediación; sin embargo, la promesa fue ignorada por Ramírez Pineda y sus cercanos.

Ya comenzaron los despidos, como ocurrió en el caso de Notimex y las acciones punitivas en contra de los que no se han sometido a los designios de la administración. El problema ha llegado a tal nivel que la UNI Global Union Americas le envió una carta al Presidente en la que puede leerse: “Expresamos gran preocupación por una serie de actos de represión en contra de los trabajadores de Nafin y Bancomext... por parte del ministro Luis Antonio Ramírez Pineda”.

Tras detallar cómo estos trabajadores han sido despojados de sus sedes sindicales y herramientas de trabajo, tal como lo ha documentado el PAS, lo que señalan como “alarmante situación” y le piden al Presidente que les devuelva a los trabajadores los implementos que les fueron retirados.

Tristemente, la respuesta llegó a través de Martha Irasema Uriarte Hernández, directora de Recursos Humanos y Calidad de Nafin, en la que puede leerse: “No se ha realizado algún acto tendiente a despojar al comité de su sede sindical. No se ha prohibido ni restringido el acceso a las instalaciones de esta institución. No se les han retirado herramientas de trabajo y no han sido privados de las prestaciones a las que tienen derecho...”.

Dos cosas llaman la atención de este comunicado: todas las palabras no están escritas con mayúsculas y cuando se refieren al comité usan comillas. Una explicación puede ser la falta de manejo del lenguaje escrito de la funcionaria que se dedica, entre otras cosas, a la calidad o, como dirían los trabajadores, son una muestra de prepotencia grave.

Quizá el PAS deba reconsiderar cuánta verdad puede haber en el temor de los trabajadores de Nafin y Bancomext que les apliquen la de Notimex y el gobierno salga a decir que para cumplir las labores de estos bancos, que ciertamente están en grave decadencia, sería suficiente con el Banco del Bienestar.

REMATE ESPERADO

Alonso Ancira una y otra vez ha logrado salirse con la suya. Incumplió con los pagos que había prometido al gobierno por el pago en exceso que hizo Emilio Lozoya cuando era director de Pemex y para salirse con la suya obtuvo la quiebra de AHMSA.

Hay que seguir de cerca esta historia, puesto que a primera vista parece una maniobra para salirse de compromisos y mantener su riqueza.