David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Oct, 2023

Muchas dudas

Existe una creciente preocupación en torno al inicio de operaciones de la nueva Mexicana de Aviación en diciembre; hay muchas más dudas que certidumbres.

A la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación, que encabeza Humberto Gual, les inquieta que no se les vaya a permitir a los pilotos ser miembros de ese sindicato. Sin tener una fuente clara, aseguran que la contratación se haría de manera directa sin la posibilidad de que se agrupen gremialmente. De entrada, se trataría de una violación a la Ley Federal del Trabajo en materia de libre contratación y representación gremial. Este gobierno ha sido particularmente enfático en los derechos de los trabajadores.

Si no se les permitiera la libre afiliación sindical, el gobierno, como patrón, se convertiría en todo lo que prometió combatir. Así que es poco probable que la línea aérea que dirige Sergio Montaño les impida a los pilotos afiliarse a ASPA o la agrupación que mejor les parezca bajo las leyes laborales que aprobó este gobierno.

Lo mismo deberá aplicar para los sobrecargos que deberán tener la oportunidad de estar en ASSA, que encabeza Ada Salazar, o cualquier otra organización sindical que les dé las mejores garantías de protección y seguridad laboral.

En cuanto a las condiciones de competencia, una vez que se conocieron los precios a los que volarán a partir de diciembre, surgieron muchas interrogantes: ¿cuál es la justificación económica de que el Estado utilice fondos públicos para “calentar” un mercado que ya está saturado? ¿Cuánto tiempo podrá el gobierno mantener este tren de pérdidas? No se conoce públicamente el plan de negocios de la nueva Mexicana de Aviación.

Desde el punto de vista del uso eficiente de los recursos públicos, ¿qué aporta a los mexicanos tener una línea aérea del Estado que busca competir frontalmente con las tres grandes líneas aéreas comerciales?

Por lo menos en el arranque buscarán competir en un mercado altamente rentable y competido con una estrategia de precios, puesto que aún no se sabe nada de la calidad y efectividad del servicio. 

REMATE COMERCIAL

Desde el punto de vista de la competencia, hay serias dudas. La Ley Federal de Competencia Económica establece que aquella empresa que sea dueña o administre un grupo aeroportuario no podrá ser propietaria de una línea aérea.

El gobierno está tratando de caminar por una línea jurídicamente muy delgada para burlar las leyes de competencia representada por la Cofece, que encabeza Andrea Marván. El grupo aeroportuario ha sido entregado a Semar, capitaneada por Rafael Ojeda, y la línea aérea a la Secretaría de la Defensa, que comanda Luis Cresencio Sandoval.

Desde algún punto de vista jurídico, se puede decir que se trata de dos diferentes dependencias, pero otro punto de vista es que las dos son parte del Poder Ejecutivo, por lo tanto están bajo una misma línea de mando.

REMATE EQUIVOCADO

Ése no será el único tema en el cual tendrá que tomar determinaciones la Cofece. Está el hecho del TUA. Aquí es necesario ser muy específico para no caer en errores.

Todos los pasajeros que salgan del AIFA, que dirige Isidoro Pastor, deberán pagar la misma tarifa sin importar la línea aérea por la que vuelen. Sería ilegal, desde cualquier punto de vista, que a unos pasajeros se les cobrara más que a otros dependiendo del proveedor de servicios.

Algunos han revivido un tema que es tan irritante como imposible para esta administración.

Usar la TUA del AICM para pagar bonos de inversionistas internacionales sólo puede entenderse como una muy cara solución ante la equivocada decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco por capricho del Presidente en contra del consejo de sus tres principales consejeros.

Carlos Velázquez Tiscareño trató con argumentos muy válidos de recuperar este dinero para la operación del AICM, pero únicamente logró que le dieran 1,500 millones de pesos sobre el presupuesto para este año y el próximo.

No hay posibilidad real de que esta administración, que está a menos de un año de terminar, se meta en una negociación con tenedores internacionales de bonos, que generaría una presión importante al cierre de la administración.

No encontrarán ni en Rogelio Ramírez de la O ni en  Gabriel Yorio ni en ningún otro funcionario de la Secretaría de Hacienda alguien que se comprometa en semejante empresa a estas alturas de la administración.

Sin embargo, el TUA del AICM absolutamente nada tiene que ver con operación de la Nueva Mexicana de Aviación, sobre la que se duda que pueda llegar al punto de equilibrio o, mucho menos, dar ahorros para las pensiones de los militares con esta estructura de negocios.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube