Narrativa en Banxico

Se está generando una tormenta en la comunicación de Banco de México, que podría llegar a convertirse en un problema serio, no sólo para la gobernadora Victoria Rodríguez, sino para la forma en que la Junta de Gobierno interactúa con la sociedad. Hay quienes extrañan el estilo de comunicación que se venía empleando desde la gestión de Agustín Carstens y que llegó a su punto más alto con la gestión de Alejandro Díaz de León. Aquí el Padre del Análisis Superior hace dos consideraciones: no deben equipararse los estilos personales de los tres últimos gobernadores de Banxico, puesto que con diferentes características cumplen con la función de ser el vocero de la Junta de Gobierno.

Aquí puede haber espacio para la simpatía que podría causar uno u otro de los gobernadores de Banco de México; sin embargo, ésas son consideraciones de índole personal y, por lo tanto, no deben ser la base para juzgar una u otra gestión.

En el tema de fondo sí hay una discusión mucho más relevante y que debería ser considerada por todos los miembros de la Junta de Gobierno del instituto central.

Basándose en los cuestionamientos que hizo la subgobernadora, Irene Espinosa, sobre la manera en la que los comunicados de Banco de México están enviando señales sobre las expectativas inflacionarias, algunos analistas han hecho cuestionamientos sobre la política de comunicación de Banxico.

Desde su posición, cuestionan que los mensajes no son claros y que parecen bastante acomodaticios. Aquí se deben hacer algunas consideraciones: la política de tasas seguida por Banxico ha sido correcta en la medida que, más o menos, ha logrado contener una inflación que podría considerarse como mutante. Sin embargo, se debe tener muy claro que, mucho más allá de las decisiones puntuales de política económica, los mercados y sus analistas, a nivel mundial, se han convertido en adictos a las señales adelantadas que pueden irse concluyendo a partir de los mensajes públicos que hacen los banqueros centrales a través de sus expresiones públicas.

Sería deseable que Rodríguez Ceja tuviera una posición mucho más activa en este tipo de comunicación, puesto que es fundamental en la operación moderna de la banca central; sin embargo, para comenzar, se tendría que definir que ése es un papel que corresponde constitucionalmente a la gobernadora y no a ninguno de sus miembros.

REMATE PREOCUPANTE

Hay quienes consideran que está mal la nula presencia que tiene Francisco Cervantes como presidente del Consejo Coordinador Empresarial en temas tan relevantes como el paquete de reformas administrativas que envió la semana pasada la Presidencia al Congreso. Esa iniciativa que ha generado una gran preocupación entre los miembros de la iniciativa privada, puesto que no sólo viola la Constitución, sino que terminará haciendo más cara la inversión en infraestructura y alejará la atracción de capitales, ya ha sido cuestionada por organizaciones como Coparmex, que preside José Medina Mora, que ha pedido a los legisladores que voten en contra.

Sin embargo, el Padre del Análisis Superior  ve como altamente positivo que Cervantes esté borrado del mapa en este momento. Durante su primer año al frente del CCE se caracterizó por la forma en la que trató de hacer que su sometimiento al gobierno en turno fuera la opinión de la iniciativa privada y, ahora, se ha convertido en un florero de la iniciativa privada.

Se podría cuestionar esta gestión totalmente entreguista de Cervantes, que está haciendo lo que a él conviene, pero también la actitud de quienes votaron por el para mantenerse al frente de la llamada cúpula de cúpulas de la iniciativa privada. Para mal, tienen lo que eligieron.

REMATE PENDIENTE

Algunos trabajadores de Nacional Financiera se comunicaron con el Padre del Análisis Superior para expresar su temor de que, en una de esas, ante el grave fracaso que ha tenido Luis Antonio Ramírez Pineda como director de ese banco de desarrollo y de Bancomext, el Presidente les vaya a aplicar la de Financiera Nacional para el Desarrollo. Es decir, simplemente tomar la decisión de cerrar los bancos de desarrollo bajo un argumento que califican como torcido, al decir que ya no se necesitan estos dos bancos de desarrollo, puesto que para eso el gobierno puede dar subsidios directos o que para eso está el Banco del Bienestar, que anda buscando ocupaciones luego de que perdió el negocio de las remesas.

Por cierto, esa historia no se ha cerrado para el banco que dirige Víctor Manuel Lamoyi, puesto que decir que salieron de las remesas por decisión propia parece que no alcanza para cubrir investigaciones del gobierno de EU.