David Páramo

Análisis superior

David Páramo

13 Mar, 2023

Quiebras virales

Con la caída e intervención de SVB nace la época de las quiebras virales en la banca mundial.

A partir de ahora, los involucrados en el sector financiero deberán considerar el impacto que tiene la velocidad y profundidad con la que se propaga la información, así como el efecto en la toma de decisiones de los involucrados.

A juzgar por la primera reacción en los mercados, parecía que se sobredimensionó el hecho y sus implicaciones. Ciertamente, es la caída más grande desde la crisis financiera de 2008, pero es menor a la de Washington Mutual, que tenía activos por 307,000 millones de dólares; SBV de 209,000 millones de dólares. Los mercados se desplomaron y hubo versiones según las cuales podría iniciarse una corrida financiera como la que se vivió tras la caída de Lehman Brothers y que tuvo repercusiones mundiales.

Hacia el final de la sesión había un ambiente mucho más sereno que entendía que si bien se trata de un duro golpe para el sistema financiero y que habrá muchos que sufrirán, no tiene implicaciones sistémicas. La reunión convocada por la Fed y las autoridades financieras deberán dar mayores señales de estabilización.

SBV era un banco que tenía problemas de balance. Entre el 95 Y 97% de los depósitos de esta institución de crédito no están cubiertos por el FDIC (equivalente al IPAB mexicano). Entre los mayores depositantes se cuentan Circle, con más de 3,000 millones de dólares; Roku, 487 millones; BlockFi, 227 millones; Roblox, 150 millones de dólares.

La exposición al riesgo de la firma de criptomonedas demuestra que hay gravísimos problemas que siguen repitiéndose, como si fuera una maldición, dentro del sistema financiero internacional. ¿Cuál es la lógica de mantener una exposición tan alta?

Creer que es suficiente que publicaciones como Forbes todavía hace unos meses hubieran considerado a SVB como una gran institución no es garantía. Es fácil suponer que ya se olvidaron los errores que cometieron las calificadoras en la crisis de 2008-9.

En las empresas vinculadas a las criptomonedas y en las start ups se confunde la novedad con las debidas operaciones financieras. Se cree que la novedad va por encima de las sanas prácticas que han sido pilares del sector bancario desde la Edad Media. No hay mucha diferencia entre un bulbo de tulipán y una criptomoneda. Las decisiones crediticias deben seguir basándose en criterios, primero, de protección a los depositantes que pasan necesariamente por realizar operaciones que tengan un adecuado retorno que les permita capitalizarse.

La cartera de SBV estaba muy concentrada en start ups que, evidentemente, tienen altísimos riesgos y más cuando se ha dado un movimiento tan fuerte y rápido al alza en la tasa de referencia en Estados Unidos.

En México fintechs como Clara, Kredi y Xepelin estaban fondeadas por SBV, lo que seguramente detonará dolores en este sector, que incluso se podrían extender hacia instituciones de crédito de menor tamaño; sin que se registren problemas sistémicos en la banca mexicana, puesto que desde mediados de los noventa se ha venido consolidando una banca sólida y muy bien capitalizada.

Sin embargo, se debe considerar que no existe una interconexión ni en Estados Unidos ni en México suficiente como para considerar que hay un riesgo sistémico. Sí habrá problemas graves para instituciones pequeñas y las que hayan estado muy expuestas a riesgos.

En México hay algunos asuntos por considerar: si bien es cierto que hoy la banca sigue muy capitalizada y fuerte ante choques externos, en los últimos tiempos se ha venido perdiendo la capacidad en la regulación dentro del sistema financiero. Debe preocupar, de un modo u otro, que lo que se ha construido en tres décadas pueda ser puesto en juego.

Sería pertinente que los reguladores bancarios estuvieran mucho más pendientes de lo que podría suceder. Por ejemplo, que el subgobernador del Banco de México Jonathan Heath no considere que, luego de los datos financieros de hoy, la semana será medio aburrida.

Es necesario que en la Convención Bancaria que se realizará a finales de esta semana las autoridades —aunque estén aburridas— y el gremio retomen muchos puntos fundamentales y no únicamente presuman que cambiaron de sede.

Desde el punto de vista prudencial, se deben recordar los fundamentos. No se debe tener exposiciones muy amplias dentro del sistema financiero: ni como depositante ni el otorgante de crédito en proyectos que pueden sonar muy interesantes, muy de moda, pero son altamente riesgosos.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube