David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 May, 2023

¿Relocalización obligada?

Ya en algunas ocasiones el Presidente ha dicho que se tiene que planear el desarrollo del país y que, para hacerlo, sería necesario detener las inversiones en el occidente y norte del país para redirigirlas hacia el sur y sureste. Esta visión de cómo se organiza el desarrollo, que parte de la base de frenar ciertas regiones y que tendrá como resultado el crecimiento de otras, ha sido acompañada por acciones concretas.

Quizá la primera fue cuando impidió que Constellation Brands construyera una planta en Mexicalli, argumentando que ahí no tendrían agua. El resultado fue que esta empresa multinacional reorientó sus inversiones hacia Veracruz, donde se está trabajando con retraso, tanto para los planes de la cervecera como para las necesidades de inversión del país.

El gobierno usó todo su poder para tratar de evitar que Tesla construyera su fábrica en Nuevo León. Hasta el último momento pretendió que se edificara en el sur del país o, por lo menos, en Hidalgo. La liga se estiró hasta el punto de que Elon Musk y su equipo dejaron claro que o construían en Santa Catarina (a seis horas por carretera de su planta de Texas) o simplemente no lo harían en México. En esta inversión ya comenzaron los trabajos y muy posiblemente estará concluida antes que la de Constellation Brands.

REMATE PÚBLICO

Las grandes inversiones públicas de este gobierno han estado concentradas en el sur-sureste. Como ejemplo tenemos la construcción de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, que, según la secretaria de Energía, Rocío Nahle, está a punto de comenzar a operar, pero la mayoría de los expertos considera que eso no ocurrirá durante la presente administración.

Otros grades proyectos de infraestructura del gobierno son el Tren Maya, que, de acuerdo con el dicho presidencial y los miembros de la Secretaría de la Defensa, encabezados por Luis Cresencio Sandoval, estará listo el próximo diciembre. Lo que parece mucho más probable es que se va a inaugurar cuando todavía esté en obra.

El tren transoceánico va mucho más retrasado. Apenas hace un par de días la Secretaría de Economía, encabezada por Raquel Buenrostro, anunció la licitación de los polos de desarrollo. Suponiendo que el proceso se haga con gran rapidez, los trabajos comenzarían en los últimos días de esta administración.

Hace unos días, el Padre del Análisis Superior le informó que más de la mitad de la inversión extranjera vinculada a México estaba en Nuevo León y que Coahuila estaba en un segundo lugar, con poco más del 11% del total.

Si sólo se toma este dato, habrá quien pudiera pensar que, efectivamente, tienen razón quienes aseguran que se está concentrando demasiado la inversión en el norte y que los trabajos de infraestructura en el gobierno federal no están teniendo el impacto deseado para atraer inversión privada.

Y hasta podrían reforzar la idea señalando el crecimiento de la ocupación y empleo en Tabasco, sin embargo, una mirada más a fondo muestra que, básicamente, se trata de puestos de trabajo en la construcción que se acabarán cuando finalmente se termine y opere la refinería. Dicho de una manera muy clara, generarán una burbuja de ocupación que no se sostendrá ni para Tabasco y mucho menos para Campeche.

REMATE RELOCALIZADO

Ni en México ni en el mundo ha llegado jamás el desarrollo por decreto. Quienes han tenido éxito en hacerlo han tomado acciones de política pública que, básicamente, se concentran en seguridad jurídica, seguridad para las personas y vías de acceso a comunicaciones.

No es casual que el tercer lugar en captura de inversión con la relocalización sea Yucatán, gobernado por Mauricio Vila. De entrada, tiene un acceso fácil hacia la costa este de Estados Unidos y, en segundo término, es una de las pocas entidades del país que no se encuentran capturadas por la delincuencia, lo que demuestra que, más que imposiciones, se necesitan acciones gubernamentales para que la inversión llegue.

REMATE AÑADIDO

El PAS hizo un recuento de los grandes cuadros que ocupan puestos fundamentales dentro del equipo económico del gobierno; sin embargo, es necesario para completar la lista añadir a, por lo menos, un par más: Julieta Brambila, quien llegó a la Secretaría de Hacienda en la presente administración y hoy cumple un muy destacado trabajo en la comunicación del Inegi, encabezado por Graciela Márquez.

Otro que también llegó en esa misma época a la Secretaría de Hacienda es Carlos Cruz, quien ahora es crucial para la buena comunicación de la Secretaría de Economía, encabezada por Raquel Buenrostro.

 

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