Edgar Amador

Edgar Amador

29 Mar, 2021

El fantasma de la inflación: ¿es puro miedo?

¿Un gigantesco carguero bloqueando el Canal de Suez es la gota que derramará el vaso de la inflación? ¿La escasez de chips en la industria automotriz, los cuellos de botella en la cadena de suministro de alimentos? ¿La explosión de liquidez en las economías desarrolladas y las relajadas condiciones monetarias se traducirán en un incremento en los precios por encima de las metas de los bancos centrales? El regreso de la inflación ha sido pronosticado múltiples veces en las últimas décadas, pero no se ha materializado. ¿Será distinto esta vez?

A todas luces, el bochornoso evento de un megacarguero movido por una tormenta de arena al punto de bloquear el Canal de Suez, una arteria crítica para el comercio mundial, pondrá presión sobre los costos en algunos sectores de manera temporal, y cuando el Canal sea reabierto a la navegación, dentro de una semana, quizá, la ruta comercial regresará a la normalidad, y desaparecerá una amenaza a la estructura de costos. El efecto del carguero también será temporal.

También será temporal la escasez reciente de semiconductores y microcircuitos que ha casi paralizado la industria automotriz en muchos lugares del planeta, ante la disrupción de la cadena de suministros en China, las tensiones en Taiwán y el disparo de la demanda de otros clientes, como los teléfonos móviles y los videojuegos. La nueva oferta, bajo la forma de nuevas plantas, entrará en el mercado y aliviará el actual desbalance.

¿Y las presiones sobre el cobre, el paladio, el iridio, el litio y las tierras raras? Quizá estemos presenciando una escasez temporal causada por los traders de estas materias primas, ante un desbalance temporal de inventarios, los cuales no fueron acumulados a la velocidad adecuada luego de que las ventas se desplomaran durante los primeros meses del confinamiento global producido por la pandemia de covid-19.

Lo mismo quizá ocurra con los precios del maíz y el trigo. Quizá fue una mala cosecha producida por la prolongada sequía en el hemisferio norte, la cual ha reducido los rendimientos de las parcelas y diezmado la oferta disponible de ésos y otros granos cuyos precios han aumentado.

Sí. Quizá muchos de los eventos que parecen apoyar un repunte de la inflación sean de naturaleza temporal y transitoria, causados por efectos puntuales que pasarán pronto y disolverán los desbalances que empujan sus precios al alza.

Pero lo que es cierto es que existe un tema común a todos los sectores arriba mencionados y que son muy distintos entre sí. Salvo el caso del carguero atorando en el Canal de Suez, todos los otros mercados comparten un trasfondo: una expansión descomunal de la liquidez, y una expansión de los déficits fiscales que podrían estar creando presiones de precios en los mercados de bienes y servicios.

La discusión está viva: algunos economistas, como Paul Krugman, argumentan que ante la evidencia de una capacidad ociosa laxa en múltiples industrias, no ha lugar a que el exceso de liquidez pueda traducirse en mayor incremento en los precios. Otros economistas, como Larry Summers, alertan que dichas expansiones, monetaria y fiscal, están configurando la mezcla de política económica más peligrosa para las perspectivas de inflación en muchas décadas.

Al menos por ahora, con razón o sin ella, los mercados de bonos están inclinándose por el equipo Summers y, alarmados, están trepando las tasas de rendimiento para protegerse de futuros repuntes inflacionarios.

Las expectativas de inflación, patentes en la remontada de los rendimientos nominales de los bonos, así como en los diferenciales con las tasas de los bonos indexados a la inflación (como los TIPs o los Udibonos), están escalando los máximos de un año y han desandado todo lo que bajaron durante la pandemia y se posicionan a una recuperación acompañada con un incremento de los precios superior a los que los bancos centrales parecen contemplar.

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¿Acabarán teniendo razón los mercados, o los bancos centrales, aún complacientes, acabarán teniendo la razón? Lo sabremos en los próximos meses.

 

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