Planes de estímulo económico en México

Es un hecho que las medidas de contención para evitar la propagación del COVID-19 en México agudizarán la caída del Producto Interno Bruto (PIB). Cabe señalar que desde el primer trimestre de 2020 (IT20) se observa una contracción anual del PIB de -2.4 por ciento. Lo que aún es incierto es la magnitud de la caída en 2020. En este sentido, de acuerdo con las proyecciones de Banco Multiva, es probable que el PIB tenga una baja de -8.0% este año.

Para aliviar los devastadores efectos que la recesión provocada por la pandemia del COVID-19 puede tener en el empleo y en el aparato productivo de sus economías, la mayoría de los países han tomado medidas fiscales y monetarias de gran envergadura, las cuales se explicaron en nuestra columna del 20 de abril. Para México existen tres planes propuestos, uno por el gobierno federal, otro por el Banco de México (Banxico) y uno más por el Consejo Mexicano de Negocios (CMN). Los paquetes tienen las siguientes características:

1. El Plan Emergente para el Bienestar y el Empleo (PEBE) fue anunciado por el Ejecutivo Federal el 5 de abril. Este es un programa que se caracteriza por incrementar los apoyos de los programas sociales del gobierno federal, por ejemplo, se adelantarán cuatro meses de la pensión para adultos mayores. Se otorgarán préstamos a un millón de micro empresas por hasta 25 mil pesos, aunque no pertenezcan al sector formal de la economía. Estos recursos se distribuirán de la misma forma en la que el gobierno reparte el resto de sus programas sociales, es decir, a través de mecanismos como los denominados “siervos de la nación”. El monto total que se inyectará a la economía será, aproximadamente, de 140 mil millones de pesos (0.6% del PIB).

2. El 20 de marzo el banco central redujo su tasa de referencia en medio punto porcentual para ubicarla en 6.50%, además redujo el Depósito de Regulación Monetaria (el monto que los bancos deben mantener en el instituto central) en 50 mil millones de pesos.

Posteriormente y ante la insuficiencia de las medidas adoptadas el 20 de marzo, el 21 de abril el Banco de México volvió a reducir su tasa de referencia en medio punto porcentual para colocarla en 6.0 por ciento. Además, dio a conocer diez medidas de política monetaria para apoyar al sector productivo a través de la expansión del crédito del sistema bancario.

En total, los estímulos monetarios propuestos por el banco central ascienden a 750 mil millones de pesos, es decir 3.3% del PIB. Entre las medidas de política monetaria más importantes destacan:

a. La liberación del DRM, lo que permitirá al sistema bancario disponer de hasta 300 mil millones de pesos con el objetivo de aumentar la oferta de crédito en la economía nacional.

b. Dará una facilidad de financiamiento extraordinario a las instituciones de banca múltiple garantizada con créditos corporativos hasta por 100 mil millones de pesos, los recursos se destinarán a micro, pequeñas y medianas empresas.

c. Incrementará la liquidez durante los horarios de operación del mercado de dinero para evitar presiones sobre su tasa objetivo (tasa de referencia).

3. Por parte del sector privado, y ante la imposibilidad de coordinarse con el gobierno federal para un programa de protección al sector productivo y el empleo, el CMN y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llegaron a un acuerdo para otorgar créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas que participen en las cadenas de valor de las compañías representadas en el CMN. El esquema de financiamiento es un factoraje inverso a través de facturas, es decir, el BID hará préstamos a aquellas empresas que son proveedores de las grandes firmas mexicanas en el sector formal organizado y que esperan el pago hasta dentro de 90 días. La garantía de los préstamos la otorgan las compañías que tienen representación en el CMN. El monto total del programa es de aproximadamente 300 mil millones  de pesos (1.32% del PIB).

• Lo anterior implica que en México hay disponibilidad de tres planes de alivio económico que en total ascienden a 1.19 billones de pesos (equivalentes a 5.23% del PIB).

Es de destacar que una buena magnitud del paquete del Banco de México (400 mil millones de pesos) está destinado a la expansión del crédito bancario, adicionalmente otra importante cantidad (300 mil millones de pesos) está orientada a incrementar el crédito comercial a través del convenio del BID y del CMN.

Sin embargo, estos créditos tendrán un componente de riesgo ante la recesión de la economía y otros problemas como la contracción del comercio internacional y la incertidumbre financiera. En este sentido, y a diferencia de Estados Unidos, Reino Unido o Francia, el gobierno federal no ofrece garantías que permitan disminuir el riesgo para los bancos.

En conclusión, de los tres programas de alivio, el más modesto en magnitud es el anunciado por el gobierno federal. Lo anterior responde al poco espacio de maniobra que hay en las finanzas públicas, derivado de su fallida apuesta petrolera y la contracción en la recaudación por la recesión económica.