Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

26 Nov, 2018

Sociedad Hipotecaria Federal en la vivienda en renta

El aumento de los costos de la vivienda, las recesiones económicas y los cambios demográficos en todo el mundo, han dado un gran impulso a la vivienda en renta en los últimos años porque sirve como solución a una población grande y diversa, especialmente, de jóvenes y personas con alta movilidad.

Esta dinámica de creciente vivienda en renta, se ha presentado tanto en la mayoría de los países europeos —con un 35 por ciento— como en Estados Unidos, que tras su crisis hipotecaria en el 2008, ha venido incrementando sistemáticamente el saldo de los créditos para la vivienda en renta.

Un par de datos para ilustrar la dinámica de crecimiento de vivienda en renta en Estados Unidos. Entre el 2006 y el 2016, el número total de hogares en renta en ese país, creció a 7.6 millones, mientras que en el mismo periodo, el número de hogares encabezados por propietarios, se mantuvo relativamente estable en torno a 76 millones de casas habitación. Los arrendatarios pasaron de 21 millones de viviendas en 1966 a 35 millones en 2006, y a 43 millones en 2016.

Después de la crisis hipotecaria del 2008, el saldo de créditos para vivienda en renta en EU aumentó sistemáticamente del 5.5 por ciento en 2006 a 9 por ciento en 2017.

Se ha investigado y proyectado el sesgo a favor de esas propiedades de parte de los millennials, con su bono demográfico.

En México el rubro de vivienda para renta representa en la actualidad 16 por ciento y esto, a raíz de que Sociedad Hipotecaria Federal identificó esta prioridad y, a partir del 2014 la actual administración decidió abrir e impulsar el capítulo de la renta de viviendas, convirtiéndolo en una prioridad dentro de las políticas de vivienda.

En este contexto, SHF ha identificado los retos y oportunidades para desarrollar el mercado de vivienda en nuestro país.

Entre los primeros están el sesgo a favor de la propiedad; la oferta informal y dispersa, la regulación inadecuada (evicción o
desahucio) y la falta de una regulación (local) especial en el uso del suelo.

En materia de oportunidades SHF identificó, el bono demográfico (millennials); el incremento en el número de hogares unifamiliares y corresidentes, la infraestructura y el equipamiento urbano y la
redensificación de las zonas urbanas.   

En el marco de las políticas públicas en esta materia, opciones como la densificación y la verticalización, surgen como instrumentos de impulso a la vivienda para renta, aunque siguen sin resolverse otros importantes aspectos como la regulación del suelo, la legislación para arrendamientos, los incentivos fiscales y los subsidios para dichas viviendas.

Desde el 2014, en que SHF comenzó a operar el esquema de financiamiento para la construcción y remodelación de vivienda en renta, ha quedado claro que los factores que inciden en la demanda son: movilidad laboral, ubicación, perfiles de población que buscan mejorar su calidad de vida; las entidades del país de mayor demanda en esta materia son: Quintana Roo, Jalisco, Colima, Chihuahua, Baja California y Aguascalientes.

A la fecha SHF ha autorizado 29 proyectos en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Mexicali, Hermosillo, Ciudad Juárez, Cancún y Merida.

La vivienda en renta institucional no se había desarrollado en México antes del impulso llevado a cabo por SHF, por varios factores importantes, entre ellos por la falta de financiamiento para este tipo de producto, el marco legal referente a los inquilinos morosos, y la complejidad de la administración de edificios de calidad institucional.

Una vez que tienes el marco legal, financiamiento y un administrador profesional capaz de manejar un activo tan complejo, se vuelve un producto de inversión muy atractivo para el capital institucional, y para todas las partes.

*Economista
Twitter: @acanovelez

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube