José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

7 Ago, 2020

Cabildeo e incertidumbre en EU

Como lo reseñé la semana pasada, cada vez más mexicanos han llegado a la conclusión que la manera de frenar la orgía de demolición de la economía y las instituciones que emprendió el actual gobierno de su país implica recurrir al de EU, que hasta ahora ha sido la única fuerza capaz de revertir las erradas decisiones que se toman en México.

El problema es que a 87 días de las elecciones en EU, que incluyen al Presidente, la totalidad de la Cámara de Representantes (435) y la tercera parte de los senadores, todas las encuestas indican que ganará el candidato demócrata Joe Biden, y que su partido mantendrá el control de la Cámara Baja y quizá gane la mayoría del senado.

Además de la incertidumbre prevaleciente, Donald Trump lleva rato descalificando de antemano la elección, argumentando que habrá fraude, pues muchos votarán por correo para evitar aglomeraciones por la pandemia el día del voto, por lo que su gobierno está derruyendo el servicio postal para que no cumpla su misión a cabalidad.

De perder, Trump denunciará la elección como ilícita y rechazará su validez, creando un conflicto constitucional que tendría que ser resuelto por la Suprema Corte, como ocurrió en la elección del 2000 cuando unos cuantos votos en la Florida le dieron la victoria a George W. Bush, pero Al Gore aceptó su decisión, lo que nunca haría Trump.

En tal caso, hay dos escenarios. Si se consigue instalar el Congreso el 3 de enero de 2021, como está programado, pero la elección presidencial sigue en duda por no haberse terminado el conteo de votos en suficientes distritos para tener una mayoría, Trump tendría que dejar la Casa Blanca el 20 de enero y se haría cargo quien preside la Cámara de Representantes, seguramente Nancy Pelosi, demócrata de California.

Pero si los retrasos en el conteo de votos afectan también la integración del Congreso y su instalación en la fecha indicada, no queda claro qué pasaría, como lo explica con precisión el senador Chris Coons, demócrata de Delaware, en un artículo reciente en el que exige que se asignen los recursos suficientes para garantizar la elección.

Ello no sucederá, pues en la medida que Trump siga perdiendo terreno en las encuestas frente a su opositor, hará hasta lo imposible para evitar una votación que sabe que perderá o para deslegitimar sus resultados de no lograr que se posponga la fecha, como ya lo ha reclamado varias veces, aunque no tenga facultades para hacerlo.

En circunstancias tan confusas, no parece conveniente montar una campaña de cabildeo por parte del sector privado mexicano o de grupos de individuos organizados para intentar influir en el ánimo de las autoridades de EU para que los auxilien en parar el destructivo derby de demolición emprendido por el gobierno de su país.

Me parece que lo más sensato es esperar el desenlace de la elección de marras para tomar las decisiones apropiadas ante el nuevo escenario político que habrá en 2021 en EU en cualquier caso, pues la estrategia tendrá que diseñarse según quién gane.

 

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