Con empresarios: Sheinbaum se disculpa y trae estrategia; Xóchitl les pide su apoyo

Cada una de las candidatas presidenciales trae su estrategia. La de Claudia Sheinbaum es asistir a muy contadas pasarelas con sus contrincantes. ¿Hace mal? Bueno, es la puntera en las encuestas y prefiere no arriesgarse en enfrentamientos y pasarelas. Sheinbaum no ha ido a los foros financieros ni empresariales desde que es candidata presidencial. Se ha disculpado con anticipación por no asistir a los eventos del sector privado. Sin embargo, ha recibido rechiflas, tanto en la reunión de consejeros de Citibanamex así como en la asamblea de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

NI A BANAMEX, CMIC NI COPARMEX

Es claro que la candidata de Morena, apoyada totalmente por el presidente López Obrador, sí trae una estrategia de aparecer con los otros candidatos en contadas ocasiones. Incluso la Coparmex acaba de dar a conocer que Sheinbaum tampoco asistió a su asamblea, y entonces José Medina Mora, presidente de la Coparmex, expresó que buscarán otra fecha más propicia para la candidata de Morena y, así, poderle presentar el documento Acuerdo con Desarrollo Incluyente.

¿Sheinbaum está enfrentada con los empresarios? No, su estrategia de campaña política es no asistir a los foros empresariales o no cambiar sus lugares de campaña política por asistir a dichos foros. Debemos decir que la candidata de Morena, siendo precandidata, sí fue a eventos empresariales, como con el Consejo Coordinador Empresarial, y ahí dejó en claro su postura de mantener y fortalecer el T-MEC, respetar la autonomía del Banco de México y atender la máxima prioridad empresarial: la inseguridad. Si bien Sheinbaum defiende lo hecho por el presidente López Obrador, también trae matices y ligeros cambios en políticas, como, por ejemplo, la petrolera, donde buscará la transición energética.

VA A CONVENCIÓN BANCARIA, AUNQUE TAMBIÉN EL PRESIDENTE

Sheinbaum no va a asistir a los foros empresariales. Sabe que es la puntera y, por estrategia, evitará las pasarelas. Claro, con una excepción: la Convención Bancaria, 18 y 19 de abril. Es el evento financiero por excelencia. Pero, incluso ahí, Morena ha buscado minimizar el impacto de la otra candidata, Xóchitl Gálvez, pues el Presidente decidió asistir el mismo día que van las candidatas y él clausurará el evento. Así o más claro.

XÓCHITL A EMPRESARIOS: ES AHORA Y PIDE APOYO

Ante tal situación, Xóchitl Gálvez, quien ha expresado que enfrenta una elección de Estado, pidió ayer a los empresarios no ser timoratos y ponerse las pilas para las elecciones presidenciales. Dice que ella lo está enfrentando todo, pero necesita del apoyo empresarial. Xóchitl es empresaria y, en efecto, ha visto dificultades en el financiamiento de su campaña y, por ello, plantea una suerte de colecta con los empresarios.

Ayer en la Coparmex, Xóchitl, de plano, puso las cosas como las ve: es autoritarismo o democracia. Es combustóleo o energías limpias. Es educación para el trabajo o asistencialismo. Lanzó la petición a los empresarios: “Sepárense dos meses de sus empresas y pónganse a hacer campaña, convenzan a sus empleados, convenzan a la gente de la comunidad, no hay mañana”. Además, Xóchitl también sabe lo que aqueja a los empresarios, la inseguridad y, desde luego, ha prometido dejar de dar abrazos y detener a la delincuencia organizada.

FRANCISCO CERVANTES, REELECTO EN EL CCE

Ayer, el Consejo Coordinador Empresarial, por unanimidad, reeligió a Francisco Cervantes Díaz como su presidente por otro periodo, 2024 al 2025. Cervantes es cercano al presidente López Obrador. Lo escucha y tiene acceso al mandatario. Pero, como bien sabemos, el Presidente ha ganado casi todas las batallas al sector privado, desde reforma energética hasta obras icónicas. Pocos organismos empresariales han sido críticos, como, por ejemplo, la Coparmex o a veces la Concamin. Cervantes ha sabido llevar la unidad del gremio. No es alguien de enfrentamiento, sino de consensos, y ello le ha caído como anillo al dedo al Presidente. Y ahora Cervantes tendrá la voz empresarial en la difícil sucesión sexenal. Y está claro: los grandes empresarios prefieren una voz de consenso y negociación, que una de rompimiento de lanzas con el gobierno.