Un sexenio de recesión, escenario posible

Desde el inicio quedó claro que el gobierno federal minimizó la pandemia del covid-19 e ignoró la crisis económica derivada de ésta, aunque sí aplica un desordenado plan de ayuda para pymes y grupos más vulnerables.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, ha coincidido con el Presidente de la República en que “la recuperación será rápida”.

Y aunque en la cumbre de los ministros de finanzas del G20, celebrada en forma virtual el sábado, Herrera dijo que “la política fiscal, financiera y económica tendrán que ajustarse a este nuevo horizonte”, el de una recuperación más lenta de lo previsto antes, la verdad es que el gobierno mexicano insiste en sus prácticas erráticas en materia económica, las cuales hacen que la recuperación económica de México no se vislumbre en el horizonte.

Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional sobre el comportamiento de la economía son bien claros, hundimiento completo en 2020 en todos los países, excepto China, que crecerá 1.0%, y recuperación en 2021, aunque insuficiente para compensar las cifras negativas del presente año.

Por ejemplo, el FMI dice que la economía mundial caerá 4.9 por ciento este año y que crecerá 5.4% durante 2021.

Por países y regiones, el pronóstico prevé una caída de 8% en Estados Unidos y un crecimiento de 4.5% en 2021.

Para la zona euro se vislumbra una caída de 10.2% este año y un crecimiento de 6.0% en 2021.

Para América Latina y el Caribe, una caída de 9.4% en 2020 y un crecimiento de 3.7% el año que entra.

Para México el pronóstico ve una caída de 10.5% este año y un crecimiento de 3.3% en 2021, lo que significa que nos tardaríamos alrededor de tres años y medio en recuperar las cifras negativas de este año y la de 0.3 por ciento de 2019.

El problema es que no sólo no hay estrategias para esa reactivación, sino que el gobierno insiste en alejar la inversión con ataques y amenazas sistemáticas a los derechos de propiedad.

El mejor ejemplo es la iniciativa de ley, que dicen que se acaba de retirar, para que quien renta una casa no pueda ejercer sus derechos de propiedad si el inquilino no paga la renta.

Sume a esto las amenazas sobre el dinero que está depositado en las afores  y que es propiedad de los trabajadores.

Agréguele los pasos que se están dando, vía la aprehensión del pillo de Emilio Lozoya, para destruir por completo la reforma energética aprobada el sexenio anterior a éste.

Complete la suma con las agresiones a los productores de energía limpia y la cancelación de las rondas petroleras para que el capital privado no participe en la industria petrolera. Y agregue el resto de las medidas hasta llegar a la cancelación del NAIM.

Todos estos hechos han alejado la inversión privada de México. Si a este panorama se le adiciona la negativa por parte del gobierno de utilizar medidas fiscales para hacer un programa de rescate a empresas, tendrá ya una visión de que la recuperación de la economía mexicana no se ve por ningún lado, ni en 2021 ni en todo lo que resta del presente sexenio.

Pareciera que estamos condenados a un sexenio de recesión.

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