Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

17 Ene, 2020

Optimismo tras ratificación del T-MEC

La ratificación del T-México en el pleno del Senado de Estados Unidos, con 89 votos a favor y sólo 10 en contra, es muy buena noticia porque termina con la incertidumbre sobre el futuro del comercio trilateral que estuvo en jaque desde que Donald Trump ganó la presidencia.

Se da por un hecho que el T-MEC será también ratificado en el Congreso de Canadá, que reanuda sesiones el próximo 27 de enero y que en marzo concluirá el proceso, por lo que el Tratado entrará en vigor tres meses después, en julio.

La negociación del T-MEC, en la que participó desde la transición Jesús Seade, subsecretario de América del Norte, fue sumamente compleja por las exigencias del equipo de Trump, encabezados por Robert Lighthizer, representante Comercial, y Wilbur Ross, secretario de Comercio, y se prolongó por más de dos años. Se llegó a un primer acuerdo con Estados Unidos y Canadá en noviembre de 2018, a fines de la administración de Enrique Peña Nieto, pero Trump exigió cambios con el addendum, cuyas negociaciones encabezó Jesús Seade, quien, al final, hizo a un lado al sector privado.

Aunque México cedió en temas como reglas de origen más estrictas para la industria automotriz y, desde luego, en el área laboral, porque aceptamos que Estados Unidos nombre a cinco observadores que supervisarán el cumplimento de la Reforma Laboral en las empresas exportadoras, es definitivamente mejor tener el T-MEC ratificado y terminar con la incertidumbre, y así lo reconocieron ayer todos los organismos empresariales.

 

NO ES UNA BALA DE PLATA

Entre los más contentos con la ratificación del T-MEC en Estados Unidos está Jorge Torres, presidente de la American Chamber (AmCham México), que agrupa a mil 400 empresas no sólo estadunidenses que operan en México, sino mexicanas con negocios en Estados Unidos. La AmCham y la US Chamber of Commerce fueron, desde el inicio de las negociaciones, aliados del CCE para impulsar la ratificación del T-MEC y fortalecer el comercio bilateral que, al cierre de noviembre, ascendió a 567 mil 800 millones de dólares

Sin embargo, Torres Aguilar, quien es presidente de FedEx en México, reconoce que el T-MEC tampoco se debe considerar como una bala de plata que solucione todos los problemas que mantienen frenada la inversión en nuestro país.

Lo fundamental, como también señaló Claudia Jañez, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, es generar confianza, promover la inversión privada, fortalecer el Estado de derecho y combatir la inseguridad.

El reto, dice Torres Aguilar, está ahora en la implementación del T-MEC y aprovechar la ventaja competitiva que tiene México por su posición geográfica. Recomienda que se adopten medidas como agilizar los cruces en la frontera, retomar proyectos energéticos y continuar fortaleciendo el comercio en la región.

 

SIN IMPACTO EN MERCADO CAMBIARIO

La ratificación del T-MEC impulsó a Bolsa Institucional de Valores y a la Bolsa Mexicana de Valores, que subieron 1.8% y 1.9%, respectivamente, pero el dólar interbancario cerró en 18.78 pesos, con una apreciación de un centavo frente al cierre anterior, lo que se debe a que el mercado ya había descontado la ratificación del T-MEC.

 

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